Escala crítica/Columna diaria

*Reducir porcentajes de pobreza alimentaria, desafío
*Más de 600 mil tabasqueños sin la canasta básica
*Intocable, un sistema que excluye y empobrece

Víctor M. Sámano Labastida

CADA DÍA se desperdician en el país por lo menos unas 30 mil toneladas de alimentos perecederos, sobre todo por el mal manejo y pésimos sistema de conservación. Pero tenemos más de 28 millones de compatriotas que padecen hambre. Se calcula que más de 600 mil habitantes de Tabasco viven en “pobreza alimentaria”. En la tierra que alguna vez se pensó como “el granero de México”. Por lo menos desde hace cuarenta años los diversos gobiernos federales y estatales han tenido sus propias versiones de programas contra la falta de alimentos.

Importamos alimentos, exportamos hambrientos. La caída de la producción resultado del auge de la extracción (petrolera).
El plan más reciente y ambicioso comenzó el lunes en Chiapas. Ahí, el presidente Enrique Peña Nieto lanzó la Cruzada Nacional contra el Hambre. En la primera etapa de esta acción federal se incluyen comunidades de los municipios de Centro, Centla, Macuspana, Cárdenas, Comalcalco, Cunduacán y Huimanguillo. Aunque datos del INEGI y Coneval incluyen a Tacotalpa, Jonuta y Balancán, como los municipios con mayor porcentaje con carencia de los alimentos básicos.
Seguramente se requerirá una estrategia estatal –con un mecanismo de solidaridad y organización de la población-, para atender el déficit de comida en nuestras poblaciones marginadas.  Lo mismo deberán hacer otros estados del país.

COMPRENDER EL PROBLEMA

POR SUPUESTO que hay quienes consideran insuficiente y propagandística la Cruzada contra el hambre. Otros sectores estiman que “ahora sí” se actuará en serio contra una de las caras más ofensivas y dramáticas de la pobreza. Ojalá que sean estos últimos los que tenga razón. Aunque el problema del hambre es mucho muy complejo.
Para saciar el hambre, ¿basta dar de comer mientras se sigue depredando el entorno que hizo sustentables a las poblaciones? Una excelente reseña de Francisco García Olmedo a un libro de James Vernon  (El hambre. Una historia moderna) anota: “se tardó casi un siglo en adquirir conciencia del hambre como problema humanitario y plantearlo en unos términos cuantitativos suficientemente precisos. (…) algo tan aparentemente simple, aunque laborioso, como poder contar el número global de hambrientos y el de subnutridos, junto describir con precisión y diagnosticar de un modo certero las distintas enfermedades carenciales y disponer de la capacidad técnica para remediarlas fácilmente, han sido elementos de nuestra cultura durante no más de medio siglo”. 
Cito al escritor Fernando Aramburu: “El hambre del cavernícola, la del irlandés de 1844 o la del norcoreano esta mañana son la misma. Lo que ha cambiado, y no para mal (aunque todavía hay mucho camino por delante), es nuestra manera de interpretar y combatir el hambre colectiva. La convicción fatalista que equiparaba las hambrunas con fenómenos naturales y castigos divinos pasó a la historia”. (El Cultural.Es)
¿En realidad pasó a la historia la interesada idea de que el hambre es una fatalidad y no una construcción social y económica?

EMPOBRECIMIENTO

AHORA el gobierno federal destina 30 mil 600 millones a la Cruzada contra el hambre. De este total, cuatro mil 224 millones irán al Programa de Apoyo Alimentario; 400 millones al seguro de vida para jefas de familia y 26 mil millones –el mayor monto- a la Pensión para Adultos Mayores. Algunas de estas acciones ya existían. No deben ir a un saco roto.
Hay que atender lo urgente, sin embargo el telón de fondo es la pobreza, o para decirlo de forma más certera: el empobrecimiento.
Escribió el investigador universitario Ciro Murayama: “México, un país de ingreso medio alto según el Banco Mundial, y una de las primeras 12 economías, no es capaz de brindar a uno de cada cinco de sus habitantes un ingreso que le permita comer. La extendida presencia de la pobreza y del hambre en México, siendo un país que pese a todo se industrializó y que se ha modernizado en muchos aspectos, sólo se explica por la pésima distribución del ingreso: es la desigualdad lo que nos hace y mantiene subdesarrollados”. (El Universal, 11/VIII/2011).
¿Sabe en cuánto estimaba el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el monto mínimo mensual para adquirir una canasta básica alimentaria?: 978 pesos mensuales en las zonas urbanas y 684 en las zonas rurales.
Dice José A. Magdaleno, de la iniciativa Banco de Alimentos que la pobreza alimentaria es un problema de redistribución, no de abasto. Por su parte el activista Alejandro Calvillo sostiene que la falta de comida responde a un esquema que privilegia al mercado y no al consumidor. Un problema de acaparamiento y derroche.
Atender lo urgente –dar de comer-, pero no olvidar lo importante –producir para comer.

AL MARGEN

ES UNA TERCERA oportunidad, dijo el gobernador Arturo Núñez al referirse a los anuncios de nuevos yacimientos de hidrocarburos en Tabasco y la posibilidad de otro auge en la extracción petrolera. Aseguró que se diseña una estrategia de desarrollo para que el petróleo deje progreso económico y no sólo “participaciones fiscales, donaciones o indemnizaciones”. Para que no únicamente contamine, pues. Núñez puso en marcha el Foro Petrolero organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

LA ÉPOCA de los sindicatos únicos, propietarios del contrato colectivo, parece haber llegado a su fin. En el gremio de los profesores de educación básica hay por lo menos cuatro organizaciones con registro; los burócratas tabasqueños tienen dos opciones de afiliación; en la universidad estatal (UJAT), hay un grupo de profesores que busca registro. El lunes, ante las autoridades laborales presentó su solicitud de registro el sindicato independiente de los trabajadores de salud, el SITSSAET.
Cabeza de esta agrupación es Lucy Lázaro Pérez quien entregó una lista de 218 socios fundadores. En el sector salud hay un total de cinco mil 848 trabajadores, objetivo del nuevo sindicato.
  
AUNQUE se había reunido más del 50 por ciento del apoyo de los congresos estatales a la reforma educativa federal –votaron a favor 19 estados-, los legisladores tabasqueños no quisieron quedar ausentes aunque un poco rezagados. Respaldaron la reforma de Peña Nieto 31 de los 35 diputados locales tabasqueños. No pasó desapercibido en el debate la investigación en curso del uso de los recursos públicos en la Secretaría de Educación estatal durante el mandato de la profesora Beatriz Luque. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )