CECILIA VARGAS, UN ARBOL DE LA VIDA

Viernes, 15 de Marzo de 2013 23:46 Editor
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*Dan en Tabasco reconocimiento a una historiadora, a una bordadora y a una periodista
Víctor M. Sámano L.
“Soy una mujer como todas, que tiene mucho trabajo encima. No tengo un sirviente para que me haga la comida o el aseo de la casa, o una secretaria para que pase mis notas. Todas esas funciones las desempeño en el día. Soy periodista”, afirma Cecilia Vargas Simón, con una voz aún afectada por su reciente hospitalización.
“Estuve al borde de la muerte”, agrega quien el viernes 8 de marzo recibirá la presea El Árbol de la Vida, que por primera vez entregará el gobierno del estado con motivo del Día Internacional de la Mujer. Al igual que la historiadora Trinidad Torres Vera y la bordadora Esperanza Pérez Tosca, la periodista recibirá el reconocimiento de manos del gobernador Arturo Núñez. (Aclaremos que Núñez ni la directora del Instituto Estatal de la Mujer llegaron al acto)

UNA TAREA ABSORBENTE
Ex colaboradora de Presente, actual reportera de La Verdad del Sureste y también partícipe de Ventanasur, Cecilia Vargas ha trabajo en el periódico El Día y en Radio Educación, de la Ciudad de México; en Radio Tabasco y en Canal Siete, participa en la Red Nacional de Mujeres Periodistas, entre muchas otras actividades de su ya larga labor en el oficio.
Se lamenta no tener tiempo para extender la red de periodistas pero –dice- “la cuestión social me requiere mucho tiempo. La gente me busca, necesita que alguien le de voz. Tengo que hacer la comida, lavar la ropa, y aparte hacer el trabajo. Soy como todas las mujeres asalariadas –reitera- quizá por eso las entiendo mejor”.
Cecilia recibirá el Árbol de la Vida precisamente por su labor con visión de género, a favor de las mujeres. Hasta hace unos días estuvo hospitalizada y allí fueron a buscarla unas 50 mujeres de la agrupación México Despierta de Macuspana para solidarizarse con ella.
“Son mujeres que vienen luchando desde hace más de dos años por su maquiladora y no hay modo que se les cumpla. Le he dado seguimiento a ese movimiento. Fue conmovedor cuando quisieron entrar al hospital pero yo estaba en terapia intensiva. Veo las imágenes cuando entregan a una de mis hermanas un modesto ramo de flores para mí, esto quiere decir que mi trabajo es valorado”.
Víctor Sámano.- Tu preocupación social y tu visión de género no es reciente.
Cecilia Vargas.- Cuando tuve mi primer trabajo en los años setentas en el periódico El Día ya las feministas estaban en efervescencia. Ahí encontré a Sara Lovera, fundadora después de CIMAC. Pero los medios seguían relegando a las mujeres a las secciones de sociales y cuando bien les iba a cultura. Pero en El Día se desempeñaban en política, en economía. Creo que El Día se abrió camino para las periodistas”.
VS.- Inclusive en ese diario una mujer fue subdirectora y luego directora.
CV.- Sí, Socorro Díaz.  Fue el primer periódico que tuvo la mayor cantidad de reporteras. Recuerdo que el jefe de información Jorge Coo nos decía: cada vez que les entregue su orden de información les daré su pastillita para que no se embaracen al mismo tiempo, porque si no quiebran a la empresa.
VS.- ¿Ahí adquiriste tu perspectiva de género?
CV.- No, me venía de la universidad. Tomé algunas clases de sociología de las minorías, con una guatemalteca que fue asesinada junto con su familia.
VS.- Te refieres a Alaíde Foppa.
CV.- Cierto, no recordaba su nombre. Aunque creo que ya mi inclinación por lo social vienes desde antes, desde mi papá que estudió en la escuela de agricultura de Chapingo.
VS.- Además fuiste obrera…
CV.-Durante siete años. Estudiaba la secundaria y trabajaba en un laboratorio de medicamentos. No estuve el dos de octubre en Tlatelolco pero sí en muchas manifestaciones.
VS.- En El Día cubriste movimientos urbanos, colonias.
CV.- Si, fue una excelente oportunidad. Participé en la fundación del primer suplemento sobre problemas de la ciudad. Ya en Villahermosa, estuve en Radio Tabasco y en un empleo en el gobierno. Creo que en el 1988 regresé a trabajar ahí a la CORAT gracias a tu intervención.
VS.- Nos hemos encontrado varias veces.
CV.- Para mi tu compañía, Víctor, ha sido un aliciente. Hemos sido como dos personas solitarias luchando por los mismos ideales, nos hemos apoyado y eso me ha fortalecido mucho. He aprendido muchas cosas del periodismo y de la política por tu experiencia y forma de ver la sociedad.
VS.- Y estuviste en Presente.
CV.- Llegué ahí por invitación de Carlos Manuel Perezpriego. Poco después gracias a un proyecto que te encargaron tuve oportunidad de cubrir la información de los movimientos sociales y de la lucha por la democracia. Después de unos seis años dejamos Presente y me fui a La Verdad del Sureste. Ahí según cubriendo los movimientos populares, con énfasis en la lucha de las mujeres.
VS.- ¿Qué te preocupa más, qué historias te han marcado?
CV.- Desde el punto de vista de género sin duda que los feminicidios. Los últimos cuatro en Tacotalpa, tres que hubo en Cárdenas, asesinatos de una manera terrible. La de los niños y niñas también. Duele todo lo que le pasa a las mujeres. He registrado casos de mujeres acuchilladas, golpeadas con martillo por sus parejas. El problema de la violencia contra las mujeres es que son más pobres entre los pobres. Los campesinos tienen aunque sea un pedazo de tierra, pero las mujeres cuando quieren poner en marcha un proyecto productivo no tienen con qué.
La plática se prolonga. Hay muchas historias por contar, pero Cecilia aún está débil por su convalecencia. “Agradezco el reconocimiento –dice refiriéndose al Árbol de la Vida-. Aunque desearía que esto se reflejara en una atención real a los problemas que padecemos las mujeres y que las instituciones cumplan con sus objetivos. Con eso nos conformamos. Nos merecemos más, pero por lo menos que se respete lo que está escrito en las Leyes. Es obligación de un  gobierno elegido por el pueblo y producto de una lucha democrática”.