Escala Crítica/Columna diaria
*Hace 30 años el PRI obtenía 96 de cada cien votos
*A partir de 1988, una oposición con mayor presencia
*Sólo unidad y organización, oportunidad para ganar
Víctor M. Sámano Labastida
LEJOS de aquellos años en los que había un partido “casi único”, la lucha por el poder en Tabasco –como en todo el país- es cada vez más competida. Es la circunstancia real que enmarca el inicio de la carrera por la gubernatura, las alcaldías y las diputaciones locales, en la entidad. En 1982, oficialmente de cada cien votos depositados en las urnas, 96 eran para el candidato del PRI; todas las alcaldías y diputaciones quedaban en manos de los abanderados del tricolor.
En el resto del país la oposición de izquierda y la conservadora, había llegado a cargos importantes. En 1986 Ernesto Ruffo fue elegido presidente municipal de Ensenada, Baja California, y en 1989 obtuvo el primer gobierno estatal para un partido de oposición. En Tabasco, en 1988 el PRI seguía teniendo una presencia abrumadora, pero una coalición de pequeños partidos y el nacimiento del Frente Democrático Nacional, marcó el inicio de una mayor competencia.
CRISIS Y RECUPERACIÓN
ESE AÑO el partido tricolor todavía pudo presumir que 78 de cada cien votos fueron para su candidato, pero otras 21 papeletas habían cambiado de destinatario. Año con año, elección tras elección, el PRI tuvo que tomar nota de que debería reformarse o correr el riesgo de perder las elecciones. Y comenzó a ocurrir en las alcaldías.
En 1994, el Revolucionario Institucional retuvo la gubernatura en medio de un intenso conflicto postelectoral. Oficialmente 63 de cada cien votos fueron para su candidato Roberto Madrazo y 39 para Andrés Manuel López Obrador.
El año 2000 fue el momento de mayor crisis hasta ahora para el partido gobernante. Las elecciones fueron anuladas y en el proceso extraordinario, 63 sufragios de cada cien fueron para el abanderado tricolor Manuel Andrade, pero 46 para el opositor Raúl Ojeda.
Vinieron las cruciales elecciones del 2006, cuando se registraron dos hechos extraordinarios: el PRD logró la victoria en los comicios federales como resultado del efecto López Obrador y le bastaron al PRI tres meses para recuperarse. Con un candidato entonces ampliamente popular retuvo la gubernatura con Andrés Granier.
La competencia con su principal adversario se mantuvo: 51.8% de votos para el tricolor, 42.2% de votos los solaztequistas.
El Partido Acción Nacional registró en todo este tiempo un lento pero sostenido avance.
Ese es el contexto general en el que arrancan los tres candidatos a la gubernatura: Jesús Alí, Arturo Núñez y Gerardo Priego. En un estado donde la participación electoral promedio es del 62%; en el segmento que no participa y en los indecisos está la apuesta de los candidatos y sus coaliciones y partidos.
Cabe anotar que en 2006, durante las elecciones presidenciales, la participación electoral llegó a 67.5%, cinco puntos más que los registros promedio. Esto quiere decir que hay una franja de ciudadanos que encontró motivos suficientes para acudir a las urnas en esa ocasión, pero nada más. Los partidos y candidatos que logren descifrar ese mensaje del electorado pueden beneficiarse de los “abstencionistas temporales”.
JÓVENES, EN LA MIRA
EN TANTO, los aspirantes a los cargos federales, entre ellos a la presidencia de la República, entraron en la segunda mitad de sus campañas.
Uno de los objetivos declarados de los candidatos es la población joven, los menores de 30 años que representan una tercera parte de los votantes en el país. Y en Tabasco.
Según encuestas realizadas por el diario Reforma, la preocupación principal de los jóvenes mexicanos es la falta de empleo y el acceso a la educación. A pesar de que la inseguridad afecta a los jóvenes del país, el combate a la delincuencia no es su preocupación principal.
Aunque tampoco aparece en las encuestas como preocupación de los jóvenes el combate a la pobreza, los candidatos deberán ofrecer proyectos y propuestas para disminuir el rezago en un país de más de 50 millones de pobres. Y en donde uno de cada cuatro mexicanos padece inseguridad alimentaria.
En el 2000 y en el 2006 los jóvenes votaron en su mayoría por el cambio que identificaban con el PAN y con el PRD. Esta vez las encuestas indican que el cambio lo ven los jóvenes en el PRI y también en el PRD. Es por eso que el lema del cambio lo disputan todos los candidatos…y el llamado “relevo generacional”.
AMAGOS CONTRA MEDIOS
AHORA fue en Cuernavaca, Morelos, donde hallaron el cadáver de un periodista de la sección policiaca y promotor del voto del PRI. René Orta Salgado. Laboraba en El sol de Cuernavaca, desapareció el sábado anterior y formaba parte de la asociación Emprendedores por la Nación. El crimen ocurrió apenas cuatro días después de haber iniciado el Operativo Morelos Seguro.
En tanto, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el atentado contra el periódico El Mañana, de Nuevo Laredo. Las instalaciones del rotativo fueron atacadas el viernes pasado con disparos y explosivos. También recordó la SIP que recientemente cuatro periodistas fueron asesinados en Veracruz. Pidió al gobierno federal “trabajar con urgencia” para proteger a la población.
Los editores de El Mañana anunciaron que se abstendrán de publicar “cualquier información que se derive de las disputas violentas que sufre nuestra ciudad y otras regiones del país”, ante la falta de seguridades.
AL MARGEN
DOS INCIDENTES fueron reportados por el equipo de campaña de Arturo Núñez (PRD), casi en el arranque de su campaña: el vehículo en que viajaba el equipo de prensa del candidato de las izquierdas fue embestido la noche del domingo, resultando con lesiones y golpes los periodistas Julio Pretelín y Cristian Lavín; también un grupo de desconocidos desmantelaron el toldo de la explanada donde se realizaría un encuentro con mujeres. Debe descartarse la intencionalidad política de estos hechos y castigarse a los responsables. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
