Escala Crítica/Columna diaria
*Notas sobre la presentación del libro de Jaime Avilés
*Lo que empobrece es el saqueo, no la competencia
*Envían votantes mensaje a partidos: deben cambiar
Víctor M. Sámano Labastida
“HISTORIA PRIVADA de un hombre público”, es el título del libro más reciente que el periodista Jaime Avilés publicó sobre Andrés Manuel López Obrador, tabasqueño y por segunda ocasión candidato a la Presidencia. Durante el proceso del 2006 varios fueron los libros relacionados con este personaje, en lo individual o junto a esbozos biográficos de otros precandidatos o candidatos. El mismo López Obrador es autor de unos diez libros.
La tarde del jueves tuve oportunidad de acompañar a Jaime Avilés en la presentación de su libro en esta ciudad de Villahermosa, Tabasco, junto con la cronista Gabriela Gutiérrez Lomasto. Abuso de la paciencia de los lectores y ofrezco algunos fragmentos de mi participación.
POBREZA Y REBELDÍA
CUANDO ME INVITARON a comentar “AMLO: historia privada de un hombre público”, Luis Guillermo me dijo: “te vas a reconocer” en sus páginas. Pero no sólo yo, sino muchos habitantes de Tabasco, sea que hayan compartido las ideas y acciones de este político o que se hayan opuesto a ellas. Tabasco está presente en casi todo lo que cuenta el texto.
Los opositores a la oposición han tratado de construir dos leyendas negras: Una, que desde finales de los ochentas Tabasco dejó de ser un paraíso, y otra que Andrés Manuel López Obrador es un hombre violento.
Son ideas que me parecen falsas o por lo menos inconsistentes. Porque pueden llevar a conclusiones equivocadas. Una de ellas es que en Tabasco hay rezago sólo por los pleitos de los políticos. Y le ponen fechas: finales de los años ochentas, específicamente en 1988 cuando surgió el Frente Democrático Nacional (FDN) y reapareció en la escena tabasqueña Andrés Manuel López Obrador.
Se olvida, o pretende ocultarse, que no es la rebeldía la que genera la pobreza sino es la pobreza la que genera rebeldía. Más que los pleitos entre personajes y grupos, el empobrecimiento de un pueblo deriva de la mala administración, el saqueo o la falta de proyectos. De la improvisación.
El libro de Avilés nos cuenta cómo antes del FDN en Tabasco prácticamente la oposición no existía. Sólo unos pequeños núcleos marginales o francamente paraestatales.
En 1982 el PRI retuvo el gobierno estatal con el 95 por ciento de la votación. De cada cien votos contabilizados 95 fueron para el tricolor. La oposición no llegaba ni al dos por ciento.
En 1988 un recién nacido y efímero FDN rasguñó un 20 % de la votación reconocida; pero el PRI todavía logró quedarse con 78 de cada cien votos. Ese año, el de la primera incursión de López Obrador como candidato a la gubernatura, las votaciones que eran de un 60% en promedio, cayeron a 38%. Las cifras oficiales nos indicaban que precisamente cuando mayor competencia hubo, 61 de cada cien tabasqueños decidió quedarse en sus casa.
Para el año 2000 más de la mitad de los votantes sufragaron por la oposición. Las elecciones fueron anuladas. Desde entonces, los electores proceso tras proceso han enviado un mensaje para el PRI y para la oposición.
Pero los partidos avanzan más lentos que los ciudadanos. Los ciudadanos ya fueron a las urnas, y dentro de un mes lo volverán a hacer. Duplicaron, triplicaron, multiplicaron la votación para la oposición, pero también le han vuelto la espalda cuando ésta no responde a sus expectativas. Lo mismo sucede con el PRI.
Más allá de acusaciones mutuas, todos los actores de la política tabasqueña requieren una profunda autocrítica. No el suicidio; la autocrítica.
LOS ÉXODOS DE AMLO
EN ESTA revisión de la vida de López Obrador desde la perspectiva de Avilés siempre está presente la luz de Rocío Beltrán, su compañera ya fallecida pero siempre viva. Desde que Andrés Manuel y Rocío se conocieron allá por 1976. Un año, por cierto, fundamental en la vida del actual candidato de las izquierdas: entonces ingresó a dar clase de sociología en la UJAT, pero también se integró a la campaña del poeta Carlos Pellicer quien aspiraba a ser senador de los chontales.
Desde entonces Andrés Manuel ha participado en cinco campañas electorales propias. Dos para gobernador, una para jefe de gobierno y dos para la presidencia. Sin contar las campaña que encabezó como dirigente nacional del PRD y las campañas municipales.
También desde entonces ha sido un personaje marcado por los éxodos.
El primero cuando se va a Palenque después de renunciar a la Oficialía Mayor que le ofreció González Pedrero. O cuando se “exilia” en el Distrito Federal y se emplea en el Instituto del Consumidor.
Más tarde cuando emigra temporalmente a Quintana Roo en momentos en que había rechazado aceptar la candidatura del FDN. Decisión que corrigió luego de unos días de incertidumbre.
Los éxodos por la democracia; su ida al DF para ser dirigente nacional del PRD. Otra vez de Tabasco hacia la capital para buscar la jefatura de gobierno y su transitar por la República al frente del movimiento de resistencia del gobierno Legítimo. Un personaje en constante movimiento y sujeto de constante polémica.
Me parece que el libro escrito por Jaime Avilés, escrito con el afecto hacia el personaje y la militancia hacia su causa, ubica a López Obrador en el contexto de su historia, pero también nos invita a humanizar nuestra visión del político. Con aciertos y errores; virtudes y defectos; dudas y firmes decisiones.
AL MARGEN
LAS ENCUESTAS son diagnóstico y propaganda. Desde principios de año conocimos las que colocaban Peña Nieto hasta con 25 ó 30 puntos de ventaja. A Vázquez Mota en segundo sitio y a López Obrador en tercero. Pero las cosas han cambiado en las mismas encuestas.
Aunque sigue habiendo diferencias en los números, por lo general colocan a Enrique Peña en primero, pero ahora a López Obrador en segundo y a Vázquez Mota en tercero.
La sorpresa más reciente es la encuesta del diario Reforma. Coloca a Peña con sólo cuatro puntos de ventaja frente a Obrador. Habrá elogios y descalificaciones. Los números se irán ajustando conforme se acerque el uno de julio. Lo que cuenta, por supuesto, son las boletas en las urnas.
AYER TOCÓ el turno a Arturo Núñez dialogar con los universitarios en la UJAT. “Rebasó nuestras expectativas”, dijo el abanderado del Movimiento Progresista. (
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