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*Siempre necesitamos alguien que tenga algo qué decir y compartir

*Emisora que surgió al calor de los primeros años de la Revolución

*Un modelo aplicado no sólo en Tabasco, sino en todo el país

 

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

ADVERTÍA Bertold Brecht: “es triste cuando se tiene algo que decir y se no se encuentran oyentes. Pero todavía es más triste cuando los oyentes no encuentran quien tenga algo qué decirles”.  Con esta frase nos acompañaba una radioemisora allá por principios de los años setenta al cierre de sus transmisiones. La voz femenina era suave, amable. Después supe que era Patricia Kelly quien rubricaba el final cotidiano de las transmisiones. Paty se convirtió en la identidad de la emisora, al igual que Emilio Ebergenyi. 

Me refiero a Radio Educación, la emisora de la Secretaría de Educación que ofrecía música variada, programas, noticias, comentarios, que no se encontraban en el cuadrante de la radiodifusión comercial. Su sede: la calle Ángel Urraza, en la Ciudad de México.

Recientemente visité las instalaciones de XEEP Radio Educación, en el 1060. Permítame decirle que fue muy grato recordar a mis compañeros de trabajo de finales de los setenta y principios de los ochenta; no digo ex compañeros porque eventualmente sigo colaborando con sus noticiarios. Ahí tuve oportunidad de conversar con mi estimada Felícitas Vázquez Nava, quien cumplirá ya 50 años de laborar en RE –toda una vida- y que hizo célebre con el programa “Panorama Folklórico” de rescate de la música y tradiciones mexicanas.

A UN AÑO DEL SIGLO

 

ESTA EMISORA cumplió en noviembre 99 años de su fundación. Si bien es cierto que no son 99 años ininterrumpidos, su aportación a la cultura supera con creces  el tiempo que tuvo que dejar de operar. Surgió en 1924 como CZE, de manera que el año próximo estará cumpliendo el siglo; en tiempos complejos, la visión del entonces secretario de Educación, José Vasconcelos (promotor de campañas alfabetizadoras), la convirtió en pionera del uso de este medio para tareas educativas y culturales que se había propuesto el régimen de la Revolución Mexicana. Su primera transmisión fue la toma de posesión del presidente Plutarco Elías Calles. Sólo cinco años logró mantenerse al aire, pues debió interrumpir en 1929.

Podemos imaginar, paciente lector, lo que nuestro país necesitaba para integrarse por su dispersión en los poblados y la ancha y accidentada geografía. Una de las herramientas fue por medio de la educación y la cultura, para esto la radiodifusión no comercial resultó importante. No ignoro, por supuesto, el papel fundamental de los maestros rurales.

Aquí me permito recordar que la primera transmisión de la primera emisora de radio en México fue el 9 de octubre de 1921, en Monterrey, Nuevo León. Cierto que antes hubo trabajos experimentales. Pero se puede afirmar también que CZE, lo que ahora es Radio Educación, estuvo entre las que iniciaron la batalla por el espacio radiofónico…y la más relevante en el plano cultural.  

Tras una temporada en suspenso la emisora de la SEP regresó al aire y estaba en funcionamiento durante la época histórica del gobierno de Lázaro Cárdenas, otro mandatario que le dio un papel estratégico a la educación. Curiosamente fue durante el gobierno del conservador Miguel Alemán Valdés que estuvo nuevamente interrumpida.

 

CONTRA VIENTO E INTERESES

 

SE LEE en la página de la emisora: “Después de superar diversos tropiezos derivados de sucesos políticos y administrativos, la radiodifusora inició un nuevo ciclo en 1968. La estación, ahora adscrita a la Dirección General de Educación Audiovisual de la SEP, retomó sus transmisiones con un precario equipo técnico a través de los 1060 kilohertz de amplitud modulada bajo las siglas XEEP”.

Fue hasta 1978, cuando la SEP definió a Radio Educación como un organismo desconcentrado de esa secretaría, en el mismo rango jurídico que el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Instituto Politécnico Nacional o el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Desde 2017 le autorizaron transmitir por frecuencia modulada. Ha tenido una presencia accidentada, porque siempre una propuesta alternativa es combativa por lo establecido.

Es posible que algunos de los lectores de esta columna recuerden las transmisiones de Radio Tabasco en los años ochenta. La emisora estatal, como parte del sistema de radio y televisión fundado por el gobierno de Enrique González Pedrero (Corat), surgió con el modelo de Radio Educación y logró la integración y formación de un público necesitado de una opción distinta. Por supuesto que provocó inquietud en los intereses creados, como sucedió también con “La Voz de los Chontales”, radio del Instituto Nacional Indigenista establecida por primera vez durante la dirección de Andrés Manuel López Obrador en la delegación del INI en Nacajuca.

Me parece que no sólo es la nostalgia la que me hace rememorar en apuntes rápidos la contribución de Radio Educación a la cultura, recreación y educación, sino la convicción de que aún en tiempos de las redes virtuales –o aprovechando estas redes- la radiodifusión de contenidos pensados, inteligentes, puede aún contribuir a un proyecto de nación con desarrollo e identidad. 

 

AL MARGEN

EN TIEMPOS de política hay quienes confunden veracidad con voracidad. Y, como escribió un colaborador en estas páginas: la mesura con la mensura. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )