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* Obras son amores, y 7 de 10: razones de la popularidad presidencial 

*Zepeda Paterson: análisis equilibrado, para comprender la realidad

* Tarea compleja: mantenerse ecuánimes ante el tsunami político

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

PUNTO DE PARTIDA para el debate sobre el gobierno federal y su imagen ante la ciudadanía: 7 de cada 10 mexicanos aprueban al Presidente Andrés Manuel López Obrador (compilado Oraculus 2023 de encuestas nacionales). Este dato, tendencia sin fisuras en 2023, provocó la siguiente reflexión de Rodrigo Galván, director de la firma De las Heras Demotecnia (agosto 2023): “cualquier candidato de oposición, el que sea, tendrá que rascar votos en una población que apenas abarca el 30 por ciento, aquella que desaprueba al Presidente López Obrador. Es decir: hay un 70 por ciento de la población mexicana que difícilmente cambiará su percepción y su preferencia política de aquí a junio de 2024. En este sentido, el candidato afín al gobierno de AMLO, quien sea, tiene allanado el camino”. 

               

Con astucia mediática, la oposición no reconoce el panorama sociopolítico de apoyo a AMLO y la 4T. Se comprende su reticencia en sentido político, que no lo reconozca ante la opinión pública, o que exprese: “la aprobación de AMLO no se traslada en automático a otros políticos de la 4T” (Enrique de la Madrid, asesor de Xóchitl Gálvez en mesas temáticas sobre problemas nacionales). 

Sin embargo, la oposición se equivoca si considera desde su cuarto de guerra que “el dato de la aprobación presidencial está cuchareado”. Hay evidencias sociales que permiten verificaciones: el aumento del salario mínimo en 220% durante el sexenio, cuando durante 35 años se depreció. Esto lo notan los trabajadores. No es demagogia. Las pensiones universales a personas de la tercera edad y las becas a jóvenes vía programas sociales impactan en el día a día. Otras verificaciones son encuestas que otorgan entre 20 y 50 puntos de ventaja a la morenista Claudia Sheinbaum sobre la frentista Xóchitl Gálvez. La distancia, en encuestas de firmas reconocidas, no baja de dos dígitos. Si la oposición no toma en cuentas estos datos y persiste en el autoengaño, no dará batalla en el 2024 electoral.

      

VISIÓN ZEPEDA

 

ES SALUDABLE PARA EL PAÍS contar con voces que por un lado intentan atenuar el choque social y, por otro, reconocen la urgencia de los cambios políticos. Es el caso de Jorge Zepeda Paterson y su visión del gobierno de AMLO y la 4T. Voz analítica y moderada que destaca en el mar público de estridencias y descalificaciones. “Puedo no estar de acuerdo con el tono y algunas o muchas decisiones de López Obrador, pero no tengo duda que el giro de timón se ha dado en la dirección correcta”. Ese giro de timón acercó al gobierno de la república con las mayorías empobrecidas del país.     

 

El autor de columnas en El País, Milenio y Sin Embargo –entre otros medios- plantea un dilema a la oposición que se asume progresista: por qué razones critican las siguientes acciones de AMLO y la 4T: derrama de 800 mil millones de pesos a los sectores empobrecidos; llevar internet o el banco a zonas que el mercado nunca atendería; mejorar el poder adquisitivo real de los salarios mínimos; obras de infraestructura (aeropuertos, trenes, refinerías) que abaten rezagos de décadas; inversiones fuertes en el sureste; buscar la salud universal y el abasto de medicinas en lucha contra farmacéuticas corruptas; fundar universidades en zonas atrasadas; hacer obligatorio el registro en el IMSS de los trabajadores domésticos; prohibir los escandalosos márgenes de evasión de impuestos del gran contribuyente. 

Rechazar estas acciones de gobierno es insostenible si de progreso social se trata. Esto va más allá de intereses político/partidistas. Reducir la brecha de desigualdad en México beneficiará a todos, aunque no todos lo creen así.

Podría decirse que el gran riesgo es que el dinero no alcance para sostener estos subsidios o apoyos; pero también que la estabilidad no alcance si continúa ampliándose la brecha de la desigualdad. 

                      

ESCUCHAR AL MÉXICO PROFUNDO

 

“AMLO REPRESENTA al México agraviado y mucho de lo que se dice y el modo de decirlo producen crujidos y estridencias”.  Para Zepeda Patterson López Obrador “está enzarzado en un proyecto de cambio con mucha responsabilidad en el tratamiento de las finanzas públicas, las libertades políticas, el respeto a la propiedad privada o a la riqueza acumulada”.  Los adversarios del morenista tienen, por supuesto, conclusiones opuestas.

El también novelista aclara lo que está en juego socialmente: “Mucho de lo que propone López Obrador, se dice, lo hace desde un pasado que habíamos dejado atrás. En realidad, lo que dejamos atrás fue a más de la mitad de población y a un buen pedazo de la geografía del país, que no encontraron sitio en el modelo seguido en los últimos 30 años”. 

Esta idea de JZP es fundamental para inyectar perspectiva ciudadana a la tarea periodística. Cuando se oculta el contexto del que proviene el estado actual de México, se comete una falacia por olvido estratégico. Y malintencionado. 

En la coyuntura electoral 2024, no se necesita más demagogia. Bastante se genera desde los partidos políticos. Se requiere investigación con veracidad y situarse como ciudadanos en la república inestable. No es el único camino posible del periodismo contemporáneo. Si parece, en cambio, el camino de mayores preocupaciones sociales y éticas en la arena pública. 

De todas formas, los partidos y los políticos opositores a AMLO tienen ya poco tiempo para ofrecer una alternativa. No de regreso al pasado, sino una que logre competir con las banderas obradoristas y convenza al electorado.

 

AL MARGEN

AGRADEZCO su paciencia y lectura durante el ciclo anual que concluye. Quienes escribimos nos debemos a ustedes; en las coincidencias y en las diferencias. En medio de esta vorágine tratamos de mantener un tono ecuánime y respetuoso. Lo mejor para todos en el 2024.

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