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*Uso de la Inteligencia Artificial en política: ¿genera veracidad? 

*Oposición con proyecto y raíz social, necesidad democrática

*Cercanía virtual, lejanía ciudadana; falta estructura competitiva

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

¿POR MI ALIANZA hablará la inteligencia artificial? Pregunta pertinente, pues la precandidata opositora Xóchitl Gálvez anunció (18/12/2023) que una de sus voceras será ella misma vía Inteligencia Artificial (IA). Este uso de la IA contiene un reto formidable de veracidad. 

¿Puede la IA generar veracidad y confianza social alrededor de una opción política? Sumar a la IA/Xóchitl en funciones propagandísticas es considerada por sus críticos como inseguridad de los políticos sobre sus habilidades. La decisión de Xóchitl se antoja equivocada, aunque su vocera artificial “pronuncia bien la letra erre”. El futuro político incluye innovaciones que deben meditarse con cuidado. Lo que quizás no debe hacerse es migrar a nuevas tecnologías para tratar de apantallar con petate artificial. Quien debe levantar el vuelo es Xóchitl de carne y hueso.

 

URGENCIA REPUBLICANA  

 

MÉXICO NECESITA una oposición política fuerte y conectada a la ciudadanía, rumbo al 2024 electoral. Democracia significa –también- que los argumentos de adversarios representan la oportunidad de mejorar los argumentos propios. Lo que por lógica incluye un riesgo: que la ausencia de ideas y proyectos adversarios debilite el desarrollo de mejores argumentos y proyectos propios. La convivencia social, en términos republicanos, no tiene unanimidad como meta. Se trata de coexistir pacíficamente en medio de afinidades y diferencias que se traducen en disensos y consensos razonables. A nivel político, no es viable que una sola organización (hegemónica, omnipresente) represente a todos. Con ello se cae en la complacencia o el autoritarismo. Etimología significativa: ‘Partido’ viene de ‘Parte’.

En este sexenio la oposición va a remolque. Pasa el tiempo. Se cuestiona una oposición sin ideas claras, sin trabajo de cara a la ciudadanía, sin agencia (capacidad para actuar de forma responsable), reaccionando de forma disparatada a estrategias y políticas del gobierno federal.          

 

DE LO PERDIDO ¿LO QUE APAREZCA?   

 

VARIOS ANALISTAS (Julio Hernández Astillero, Lorenzo Meyer, Blanca Heredia, Viridiana Ríos cercanos a la izquierda) vislumbraron una paradoja democrática: ‘López Obrador, como gobernante, necesita desde la oposición a otro López Obrador. Como lo fue él ante el régimen neoliberal’. Luego de la avalancha de votos por la izquierda en 2018, la oposición política quedó noqueada. Así vimos organizaciones huérfanas de figuras relevantes que articularan otra opción discursiva y de proyecto frente a AMLO y la 4T. 

 

En 2023, Xóchitl Gálvez se proyectó como la esperanza discursiva del resurgir opositor frente a la fortaleza de AMLO y la 4T. Hubo circunstancias, con fallos jurídicos por derecho de réplica (abril/mayo), que aparentemente jugaron a favor de la política hidalguense. En primera instancia, Xóchitl pensaba en contender por la alcaldía de la Ciudad de México (así lo declaró). En las encuestas Cdmx estaba bien posicionada. Las circunstancias (y quizás la astucia presidencial) llevaron a Xóchitl a enfrascarse en disputas verbales con AMLO que la proyectaron a nivel nacional. Importante subrayarlo: proyección virtual y mediática, no proyección social. ¿Forma sin fondo? 

 

El 90% de los ciudadanos no conocía el nombre de Xóchitl Gálvez en mayo de 2023. Todavía hoy, la precandidata del Frente Fuerza y Corazón es desconocida por el 43% de la ciudadanía. Xóchitl dice que ésa es una ventaja, porque puede crecer en la medida en que la reconozcan todos. Los estrategas de marketing político plantean la doble dificultad de a) una carrera contra reloj, pues faltan 4 meses de campaña efectiva para la elección presidencial; y b) no tener programados suficientes ‘actos de campaña por tierra’.  

 

El 14 de julio de 2023, vía recurso legal interpuesto por Xóchitl, el Tribunal Electoral de la Federación prohibió al Presidente López Obrador mencionarla por su nombre. Esta victoria jurídica se convirtió en una derrota política: al bajar la intensidad y frecuencia de las menciones de AMLO a Xóchitl, se estancó la tendencia en las preferencias electorales registradas en encuestas. En promedio, Xóchitl comenzó con 23% (y recordemos, 90% de desconocimiento del nombre) y ahora anda en 20% (con 57% de reconocimiento de nombre). 

 

Bajo este panorama, no parece casual una información que en México circuló vía Radio Fórmula (31/12/2023): “Enrique Peña Nieto, reaparecido en España, pide votar por Morena en 2024 y enfatiza que la ciudadanía lo tiene claro desde 2018”. Más allá de la declaración sorprendente, hay que advertir la jiribilla de las repercusiones: ¿una manzana envenenada vestida de elogios a Morena, AMLO y Claudia Sheinbaum? El desprestigio público de Peña es notorio y no debe descartarse la intención de tiznar al “reconocer la preferencia del pueblo de México”. 

 

PREGUNTAS 2024

 

INSISTAMOS: la presencia de la oposición es indispensable en cualquier régimen democrático. Preguntas urgentes: ¿Cómo remontar el desgaste de los partidos que cobijan a Xóchitl?, ¿cómo acercarse a la ciudadanía sin una estructura territorial?, en el afán de la presencia mediática y virtual, lo que catapultó en principio a Xóchitl, la oposición olvidó la democracia social.              ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )