Escala Crítica/Columna diaria
*Reacomodo normal en un partido que deja la oposición
*Anunciado respaldo de Ortega a la dupla Bonfil-Auldárico
*Los recortes en la burocracia; petróleo en zona indígena
Víctor M. Sámano Labastida
EL PARTIDO de la Revolución Democrática tiene, por lo menos, unas 14 corrientes internas “nacionales”. Reciben este nombre porque tienen su sede en la Ciudad de México, no necesariamente porque cuenten con representación en todo el país. Hay, junto a éstas, decenas de pequeños grupos con presencia regional o únicamente local. Hasta finales de la década de los noventa, en Tabasco el PRD era básicamente lopezobradorista.
Esto cambió con la participación de López Obrador en la lucha nacional por el poder y con la incorporación liderazgos procedentes de otros partidos.
Resulta normal que ahora, en el reacomodo de los grupos dentro del PRD por la renuncia de López Obrador a ese partido, las diversas corrientes busquen tener una mayor influencia en los comités estatales. Tabasco no es la excepción, pero además es una plaza estratégica por lo menos para Nueva Izquierda, Foro Sol, Izquierda Democrática Nacional y Alternativa Democrática Nacional, organizaciones con mayor influencia en el CEN solaztequista.
DIFÍCIL EQUILIBRIO
ES PLAZA estratégica, no sólo porque el PRD en Tabasco es una de las formaciones estatales con mayor consistencia electoral de las 32 que tiene es partido en el país –un 40 por ciento del voto promedio en los últimos diez años-, sino por otras dos razones: ganó la gubernatura y es una plaza en la que pelearán la hegemonía a López Obrador. Actualmente, sólo las gubernaturas de Guerrero (Ángel Aguirre) y Morelos (Graco Ramírez) pueden considerarse estrictamente perredistas y con influencia de alguna de las corrientes dominantes en el PRD, las de los Chuchos y de Marcelo Ebrad.
En el DF (Miguel Mancera) y Tabasco (Arturo Núñez) persiste la tensión entre el perredismo y el lopezobradorismo; en la capital del país el jefe de gobierno que asumirá en diciembre no es militante solaztequista y el próximo gobernador de esta entidad tiene una innegable cercanía con el ex candidato presidencial. Anotación aparte: Núñez tiene el desafío de mantenerse como un factor de equilibrio.
A principios de octubre, la ex gobernadora de Zacatecas Amalia García Medina, acudió a Villahermosa a darle posesión a Lydia Izquierdo y a los representantes de la corriente Foro Sol en la entidad. Antes, durante la contienda por la dirigencia estatal del PRD, los líderes de IDN Dolores Padierna y René Bejarano apoyaron a Gerardo Gaudiano.
Este fin de semana, Jesús Ortega en su calidad de líder nacional de la corriente Nueva Izquierda acudió a dar posesión como representante estatal de su corriente a Pablo Rodríguez Bonfil, grupo del que forman parte Auldárico Hernández y Alipio Ovando Magaña, entre otros. La reciente salida de los más conocidos representantes lopezobradoristas para fundar Morena le dieron nueva fuerza a Bonfil y Hernández en el reajuste del poder al interior de su partido.
Uno de los bloques más con mayores posiciones en el solaztequismo tabasqueño es la encabezada por Juan Manuel Fócil, a quien se identifica la Alternativa Democrática del mexiquense Héctor Bautista y que en el pasado proceso de selección de candidaturas federales hizo alianza con Los Chuchos.
Las corrientes en el PRD no siempre surgen de un debate y de diferencias programáticas o de la divergencia en las tácticas políticas, sino generalmente se estructuran a partir de un liderazgo, de personalidades o intereses en el mediano plazo. Crecen como expresiones locales, pero luego son cobijadas por grupos nacionales en la lucha por el control del partido. Es lo que está ocurriendo en Tabasco.
Por supuesto que ni siquiera Morena, el partido en formación, estará exento de la lucha de corrientes o –como son también denominadas- “expresiones partidistas”
DERECHOS Y PRIVILEGIOS
A LA VISTA de los próximos anuncios de austeridad en el gobierno federal –y con seguridad en los gobiernos estatales y municipales- se reaviva la propuesta de disminuir o cancelar las pensiones que tienen los ex presidente de la República. Según recuento de Roberto Garduño (La Jornada), los cuatro ex mandatarios vivos le cuestan a los mexicanos 290 millones de pesos al año.
Luis Echeverría Álvarez, Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León y Vicente Fox Quesada, y dentro de poco Felipe Calderón, se benefician también con el pago de seguridad, apoyo en alimentación, hospedaje, auxiliares.
Escribió Garduño: “Las prestaciones de que también gozan los ex presidentes suman un largo listado, entre las que destacan: seguro de gastos médicos (alrededor de 186 mil pesos anuales); ocupación de inmuebles que forman parte de las propiedades del Estado mexicano; agua gratuita; energía eléctrica también gratuita; transportes blindados; mínimo tres automóviles para sus escoltas, y a esto se suma el mantenimiento de las unidades de transporte, así como seguros, verificación y gasolina”.
A esto hay que sumar, entre otros servicios, el pago de transportación y el uso del servicio telefónico.
Por ahora, con la desaparición de la Secretaría de la Función Pública (SFP) serán eliminadas un mil 452 plazas. Esa dependencia tuvo este año un presupuesto de un mil 902 millones de pesos. Contaba con funcionarios que devengaban salarios de cien mil a 200 mil pesos mensuales en unas 120 plazas de alto nivel.
AL MARGEN
APENAS AYER le comenté en este espacio que las buenas noticias para Pemex o para la industria petrolera no necesariamente son buenas noticias para Tabasco. Así ha sucedido en Veracruz, Campeche, Tamaulipas, y otos estados con altas reservas de hidrocarburos. Escribí aquellas líneas antes de conocer el más reciente anuncio del presidente Felipe Calderón: que las poblaciones indígenas de Nacajuca están asentadas en un territorio que tiene –se dijo- uno de los yacimientos más grandes de petróleo descubierto en los últimos diez años.
De inmediato el futuro alcalde de Nacajuca, Pedro Landero; los senadores y diputados federales por Tabasco, los grupos ecologistas y organizaciones civiles expresaron sus temores de que se repita la experiencia de los auges petroleros: riqueza para unos, perjuicios para la mayoría. De confirmarse el futuro de una nueva etapa de bonanza petrolera, el reto para las autoridades tabasqueñas será diseñar un nuevo enfoque normativo y para el desarrollo. (
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
)
