Escala Crítica/Columna diaria
*Garrido y Carlos Madrazo, ejemplo de transformación
*Post petróleo: recuperar la antigua cultura del esfuerzo
*Pendiente, cumplimiento de la recomendación CNDH
Víctor M. Sámano Labastida
TABASCO tiene la oportunidad de dar un salto, cambiar un modelo obsoleto, costoso e ineficaz, hacia otro más justo, productivo y exitoso, expuso en una larga plática con PRESENTE el doctor Firdaus Jhabvala Marshall. Parte de la entrevista fue publicada en las páginas de este diario y me permitiría abundar sobre algunos aspectos de la exposición de un personaje que conoce muy bien la economía, la sociedad y la política en la entidad.
Jhabvala Marshall colaboró con varios gobiernos en Tabasco a quienes asesoró en materia financiera, administrativa y de planeación, e incluso aportó sus conocimientos en saneamiento de aguas. Quienes conocen la actividad de este economista, ahora radicado en Houston, Texas, destacan como uno de sus grandes logros la fórmula para que la Federación aportara recursos procedentes de la explotación del petróleo; una medida que tuvo un impacto positivo durante los gobiernos de Leandro Rovirosa y Enrique González Pedrero.
VENCER LA FLOJERA
EN LA ENTREVISTA referida, Jhabvala Marshall habló de la posibilidad y necesidad de “un cambio de modelo”. Hizo la diferencia entre un modelo imperial –actualmente en uso en México y en Tabasco- y un modelo democrático que es el dominante en la economía global exitosa. En síntesis podría decirse que son dos maneras de utilizar los recursos públicos: una de forma patrimonialista y arbitraria, sin rendir cuentas, y otra de forma transparente, eficaz y honesta. Por supuesto que las características de cada modelo son más complejas porque abarcan todos los aspectos de la vida, pero permítame la simplificación.
Ahora bien, le pregunté al doctor Firdaus Jhabvala si era posible cambiar localmente de modelo, porque dependemos de una estructura nacional. Ofrezco aquí su respuesta que ya no fue posible incluir en el texto de la entrevista. Dijo el economista:
“Creo que los cambios ocurren en todos los niveles, local, nacional, regional; el cúmulo del avance será mayor si todos van en el mismo sentido. Tabasco tiene ejemplos muy importantes de cambios de modelo localmente sin cambio nacional.
“Tomás Garrido cambia para hacer que las actividades del campo fueran premiadas, para que el estado tuviera más cohesión cultural y social. Ese fue un movimiento cualitativo del modelo. Pero todo pierde su gas en un momento dado y empieza a tener rendimientos decrecientes”.
Posteriormente –comentó Firdaus- Tabasco “tuvo una segunda cantidad de oxígeno con Carlos Madrazo. Consolidó y renovó el modelo al armar al sector agropecuario con industrias para procesar los productos y vender en el mercado nacional protegido de aquel tiempo. Elaboró una ley de colaboración con la ciudadanía que todavía está vigente. Entonces la ciudadanía cooperaba para la obra. Este modelo llevó al estado dos o tres décadas más adelante, hubo un desarrollo como no ocurrió en el país”.
DEMANDA, NO BERRINCHE
El mecanismo y cultura de cooperación fue desapareciendo paulatinamente. “Siguió un tiempo en que la ciudadanía en general y salvo excepciones se hizo floja. Se dejó toda la obra a la responsabilidad de los gobiernos. Se impuso luego el modelo del dinero federal que llega al estado. En un principio esto fue bueno porque con Leandro Rovirosa y González Pedrero permitió mucha infraestructura, se cuidó el ingreso, comenzaron a rescatarse algunas actividades, pero eso se agotó”.
En cambio -señala Firdaus- muchas actividades fueron subsidiadas y la economía local se derrumbó. “Recordemos que en el viejo modelo productivo, un tabasqueño llevaba su ganado a la Ciudad de México y ahí lo vendía, aunque no tenía carretera. Comparemos el esfuerzo que eso significaba, es una cultura. Ahora hay mil barreras, se amafiaron aquellos que tenían la tarea de velar por todos. Se impuso el modelo imperial”.
Es difícil cambiar, pero es posible. Cambios mínimos darán avances mínimos. Es una cuestión de escala. No es tarea sólo del gobierno, “se requiere una población en la que el ciudadano sea poderoso, para que la autoridad haga lo que es la voluntad popular, no el berrinche popular”.
El primer paso es la democratización de los recursos públicos, con una transparencia real, no fingida. Hay que evitar la simulación, los dobleces que el modelo te impone porque “finalmente la hipocresía es el tributo que la virtud saca del vicio. Como explicó un filósofo griego: la hipocresía pública nace por la privatización de los recursos públicos”.
JUSTICIA A TABASCO
LA ASOCIACIÓN Ecológica Santo Tomás pidió a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que “haga valer la recomendación 61/2011 (por los afectados en la inundación del 2010) y para que de seguimiento hasta las últimas consecuencias a las quejas y denuncias presentadas en las procuradurías General de la República y de Justicia del Estado”.
En un comunicado firmado por José Manuel Arias, de la agrupación ambientalista, se exige a la CNDH que se no queden en la impunidad las instituciones y personas que incurrieron en “graves violaciones de la seguridad, la vida y el patrimonio de los tabasqueños”.
La recomendación 61/2011 fue emitida en noviembre de 2011, como resultado de una denuncia de los afectados por las inundaciones. Otros procedimientos se mantienen en curso, como la demanda por daños patrimoniales en el 2007, acción interpuesta por el ahora senador Adán Augusto López Hernández.
En un seguimiento realizado por la agrupación Santo Tomás se llega a la conclusión que hay evidencias que en varios casos hubo inundaciones provocadas y la mayor afectación fue para las poblaciones pobres.
AL MARGEN
A PROPÓSITO del más reciente crimen en una escuela primaria de Connecticut, Estados Unidos, se reprodujo un artículo en la revista emeequis que el documentalista Michael Moore publicó en referencia al crimen en una sala de cine en julio de este año. Las explicaciones de este y otros crímenes, dice Moore, pueden encontrarse en que “los estadounidenses somos increíblemente buenos a la hora de matar; es nuestra forma actual de resolver todo lo que nos inspira miedo”.
También, dice en referencia a los poblados de Estados Unidos, “somos un pueblo que se asusta con facilidad y al que es fácil manipular a través del miedo”. La violencia, pues, es una forma de cultura. Atender las raíces de la violencia evitaría, o por lo menos disminuiría, los crímenes que se cometen en el mundo con las armas de EU y de otros países. (
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