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Home Escala Crítica ESTAMPAS DE LA ALTERNANCIA; CAMBIO CIUDADANO, UN DESAFÍO

ESTAMPAS DE LA ALTERNANCIA; CAMBIO CIUDADANO, UN DESAFÍO

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Escala Crítica/Columna diaria
*Comienza el conteo final para los relevos estatales
*De la dictadura perfecta a la ruptura, los matices
*Oportunidad para construir una propuesta alternativa

Víctor M. Sámano Labastida

ESCRIBIÓ el disidente priísta e ideólogo socialdemócrata Manuel Moreno Sánchez allá por los años setentas que la derrota del PRI sólo sería posible por una ruptura interna de un partido que aparecía como invencible. No resulta casual que en 1990 el ahora Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, haya dicho que aquel México gobernado por el PRI era “la dictadura perfecta”. Tiempo después, en 1988, Moreno Sánchez tuvo oportunidad de participar en un movimiento que rompía internamente con el tricolor: la Corriente Democrática, encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo.

Sostuvo Enrique González Pedrero un argumento que comparto: si bien es cierto que el PRI con sus abuelos y padres PNR y PRM nació en el poder desde 1929, las siete décadas no interrumpidas que tuvo la Presidencia no fue el mismo partido. Lo mismo puede afirmarse en el caso de Tabasco: los 83 años de priísmo en el poder gubernamental registraron diferencias notorias. Basta referir, por ejemplo, los gobiernos de Tomás Garrido, Carlos Madrazo y los tres más recientes de Roberto Madrazo, Manuel Andrade y Andrés Granier. 
Octavio Paz sostenía que el cambio en México sería posible con una democratización del partido en el poder; Vargas Llosa planteaba una transformación que viniera de la sociedad. El PRI construyó instituciones para hacer posibles los derechos sociales establecidos en la Constitución y en el proyecto de la Revolución Mexicana; pero también creó obstáculos para el desarrollo de una sociedad abierta.  

CRECIENTE PRESENCIA

APOYADO en la marea de la unidad opositora y como resultado de circunstancias internas –cambio demográfico, incremento de la desigualdad, ruptura de las bases económicas, etcétera-, surgió en Tabasco en 1988 un movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador. Un PRI que concentraba históricamente más del 95 por ciento de los votos válidos hasta comenzó a ver disminuida su hegemonía: bajó a 70 por ciento en 1988; a 56 por ciento en 1994;  seis años después cayó al 43.31 y una inusitada recuperación para llegar al 51.77 por ciento en el 2006.
Sin embargo ese año, 2006, en los comicios federales Tabasco había vivido un asomo de la alternancia: todos los candidatos a diputados y senadores del PRD lograron la mayoría, derrotando al tricolor.
Mucho antes, en 1991 el PRI tuvo que ceder su control casi absoluto y se instalaron los primeros consejos municipales en Tabasco; en 1994 tuvo la oposición sus primeras alcaldías. Fue la alternancia a nivel municipal. También tiempo de las primeras diputaciones para el PRD: por la vía plurinominal entraron Alberto Pérez Mendoza, Darvin González, René Brondo, Rubén Priego y Minerva Pérez.
El triunfo que llevará a la oposición a ser gobierno a partir del martes próximo no fue de generación espontánea. Así como el PRI registró una disminución de sus porcentajes, el PRD mantuvo un crecimiento constante. De menos del 5 por ciento de los votos que tenía antes de la ruptura cardenista, Andrés Manuel López Obrador y el Frente Democrático consiguió la histórica franja del 21 por ciento; en 1994 esta cosecha opositora de izquierda subió a 37.75 por ciento, seis años después al 43.22 por ciento, ocasión en la que por irregularidades diversas las elecciones fueron anuladas. Es convicción del PRD que entonces, con su candidato Raúl Ojeda, les fue arrebatado el triunfo. En 2006, los solaztequistas sostuvieron sus altos registros contando entonces con más del 42 por ciento del total.
El camino a la alternancia partidista estaba desbrozado y una serie de factores adicionales de los que ya hemos comentado en esta columna desembocaron en una votación del 50.34 por ciento para la coalición encabezada por el PRD y Arturo Núñez.
La alternancia puede limitarse a un cambio de partido, lo cual resultaría frustrante para la sociedad. Puede también existir un cambio de modelo –un proceso alternativo-, sin relevo de partido. Lo que se espera en Tabasco es precisamente poder construir sobre la base de una alternancia (PRI-Movimiento Progresista) una alternativa (modelo cerrado-modelo abierto).
El paso de un partido por otro crea las condiciones del cambio, pero no es en sí mismo el cambio. Pero también la alternancia no puede limitarse a esperar lo que haga el nuevo grupo gobernante. Un elemento fundamental de las transformaciones profundas sería lo que podríamos denominar la “alternancia ciudadana”, pasar del habitante a secas a ser un verdadero ciudadano. 
Es un lugar común pero no menos cierto citar como advertencia de lo que no debe ocurrir aquella expresión del personaje Tancredi en la obra El Gatopardo de Giuseppe Lampedusa: “Si queremos que todo siga como está, necesitamos que algo cambie”. El problema, como sabemos, es que en ciertas circunstancias dejar las cosas como están es apostarle a que empeoren. Tal situación no debe darse en Tabasco.

LISTO EL GABINETE

ANUNCIÓ Arturo Núñez que mañana domingo será anunciada la integración de su gabinete legal por parte de la Coordinación de Comunicación Social. Se da prácticamente como un hecho que al frente de la responsabilidad de la imagen y la difusión del mensaje del nuevo gobierno estará la ex senadora Dolores Gutiérrez Zurita.
Otra designación que se da por hecho y que posiblemente encabezaría el anuncio dominical es la de César Raúl Ojeda Zubieta en la Secretaría de Gobierno. El tres veces candidato al gobierno del estado –una en comicios extraordinarios-, también ex senador, ex diputado local y ex legislador federal, fue públicamente encargado de los preparativos de la toma de posesión, participó activamente en la campaña reciente.
Entre los colaboradores cercanos –aparte de los que llamaríamos “históricos”, como Amet Ramos y Fermín Pérez Montes-, destaca el doctor Ezequiel Toledo Ocampo, quien ha laborado en el sector salud de Tabasco desde la época de Mario Trujillo cuando tuvo a su cargo la importante coordinación de la Campaña para la Erradicación del Paludismo. Fue también un personaje muy cercano a la doctora Julieta Campos.

AL MARGEN

ETAPA de intensa construcción de infraestructura en Tabasco fue la época en que gobernó Leandro Rovirosa Wade (1977-1982), al igual que sucedió con Enrique González Pedrero. El ingeniero Rovirosa recibió un homenaje de los constructores cuya organización (CMIC) se creó en Tabasco durante aquella administración.
PASAR de la oposición al gobierno tiene costos partidistas para el PRD. En enero deberá designar nuevos encargados de las diversas carteras que se quedarán sin titular porque han preferido aceptar el llamado a los cargos públicos. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 

 

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