Escala Crítica/Columna diaria
*Oportunidad para limpiar la organización de comicios
*Sin reversa, el conflicto en el IEPCT, ¿y los diputados?
*En el PRD y Morena, que decidan con quién se irán
Víctor M. Sámano Labastida
NO ES LA DEMOCRACIA la que nos cuesta tanto, sino la desconfianza. Es una de las respuestas a las cifras que muestran que la organización y realización de las elecciones en México son las más costosas de América Latina y una de las más onerosas del mundo. Si seguimos este argumento y vemos los datos de Marco Mena (CIDE) sobre el sistema mexicano llegaremos a la conclusión de que los árbitros electorales de Tabasco, su estructura y los comicios en la entidad son los más caros del continente.
Un nuevo incidente entre los consejeros del Instituto Electoral (IEPCT) y conflictos con la estructura interna abrió la posibilidad de tener una explicación respecto a la carestía del órgano electoral y su quehacer. Gustavo Rodríguez renunció a la presidencia interina más no al consejo, pero antes cesó en sus funciones a Armando Maldonado, secretario ejecutivo.
Es de conocimiento público el enredo y desaseo en la disposición de unos 40 millones de pesos para la compra a sobreprecio de un edificio y su presunta remodelación. Ahora acusaciones mutuas refieren la posible irregularidad en compras y contrataciones, el derroche de recursos, tráfico de influencias, alteración de avalúos, cobro de los famosos “diezmos”.
Se llegó a tal extremo que el ahora cesado funcionario, Armando Maldonado, amenaza con acudir a otras instancias legales porque se dice amenazado y para esclarecer las denuncias en su contra. Por su parte el consejero Gustavo Rodríguez afirma que seguirá en el instituto arbitral donde interinamente asumió la presidencia Rosendo Gómez Piedra.
No es la primera vez que los integrantes del órgano electoral se ven envueltos en este tipo de escándalos. De hecho no ha habido grupo de representantes arbitrales que se haya salvado de señalamientos desde que surgió como órgano “ciudadanizado” –aunque nunca lo fue en sentido estricto.
Las circunstancias ahora abren la posibilidad de una investigación a fondo y pondrán a prueba la voluntad de los legisladores para frenar derroches y malos manejos. No hay que olvidar que en el denominado Pacto por México, firmado por los dirigentes de los partidos y avalado por los gobernadores, se establece la posibilidad de la integración de un Instituto Nacional de Elecciones –propuesta ya promovida en el 2007-, para sustituir a los institutos electorales locales y para desaparecer al actual IFE. Dice el punto 5.3 del acuerdo: “crear una autoridad electoral de carácter nacional y una legislación única, que se encargue tanto de las elecciones federales, como de las estatales y municipales”.
Lo relevante por ahora es aclarar por qué cuestan tanto las elecciones en Tabasco. El conflicto interno en el IEPCT abrió una rendija para hacerlo, sospechamos que los lectores ya conocen la respuesta.
AQUÍ O ALLÁ
LA INDEFINICIÓN podría significar la derrota del movimiento democrático de Tabasco en las elecciones para diputados y presidentes municipales en el 2015 y la pérdida de la gubernatura en el 2018, advirtió el dirigente estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Roberto Romero del Valle, quien sostuvo que “llegó el momento acabar con la confusión: quienes quieran mantenerse en el PRD que lo digan y quienes prefieran irse a Morena que lo hagan ya, no podemos seguir en este desgaste”.
Recordó Romero del Valle que el Instituto Federal Electoral prohibió la doble militancia, pero también un mínimo de sentido común indica que si el PRD y Morena se enfrentan en las elecciones dentro de tres años, “en las actuales condiciones de estar en uno y otro partido”, el ganador será el PRI.
Según el dirigente solaztequista la presencia de Morena y del PRD en Tabasco tiene un impacto distinto a lo que sucede en el resto del país. “En donde el PRD tiene poca presencia, como en el norte, Morena puede atraer a militantes sin partido al movimiento democrático, pero aquí lo que gana uno lo pierde el otro”.
Anteriormente Javier May, dirigente de Morena en Tabasco –y ex presidente del PRD-, había rechazado que la presencia de estas dos organizaciones de izquierda pudiese dividir el voto: “vamos a actuar con mucha responsabilidad, no estamos diciendo que todos los militantes del PRD se venga a Morena o que vamos a competir con ese partido”.
Aunque señaló que de lo que se trata es de integrar una nueva propuesta, sólo se evitaría una competencia de amarillos y morenos si alguno de estos partidos no se presentara a las elecciones locales del 2015 o si lograran un pacto para dividirse el territorio para impulsar candidatos propios. En el 2018 podrían ir aliados formalmente, pero no dentro de tres años.
Sin contar con que se complica por el hecho de que las elecciones federales y estatales serán el mismo día. Lo que en el 2012 fue favorable para las izquierdas en el futuro puede ser un factor en contra.
Habrá que seguir de cerca este proceso en el cual las dos partes requerirán de una cuidadosa estrategia.
PARA GOBERNAR
EL POLITÓLOGO Pedro Lara fue designado vocero del Tribunal Superior de Justicia; el también periodista Fernando Vázquez es ahora responsable de comunicación del Poder Legislativo en tanto que, como ya es conocido, la ex senadora y comunicadora Dolores Gutiérrez asumió desde el uno de enero como Coordinadora de Comunicación Social del Poder Ejecutivo tabasqueño; en la Dirección de Información la acompaña el periodista Julio Pretelín.
Poco a poco se van integrando los equipos en la fundamental tarea de la información pública. Así, en el Ayuntamiento de Centro despacha ahora en comunicación social Miguel Rueda de León, apoyado en las tareas de información por Javier Gaytán Farah.
Sostiene Javier Brown, investigador, que si bien la teoría clásica establecía que “gobernar es dirigir”, actualmente “gobernar es ante todo comunicar, de ahí que el gobierno se caracterice más por ser un vínculo y enlace que una entidad ejecutiva; de operador, el gobierno está comenzando a ser rector y facilitador”.
Es posible que esta perspectiva tenga detractores, pero lo que resulta cada vez más evidente es la necesidad de un vínculo permanente entre el gobernante y sus gobernados, entre quienes representan a las instituciones y aquellos a quienes deben servir. Una eficaz comunicación debe permitir involucrar a la población en las tareas de gobierno. (
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