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Home Escala Crítica PEÑA NIETO Y NÚÑEZ: TABASCO, CRISIS Y PROMESAS

PEÑA NIETO Y NÚÑEZ: TABASCO, CRISIS Y PROMESAS

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Escala Crítica/Columna diaria
*Requiere Tabasco “seguridad territorial” y buen gobierno
*No sólo el manejo del agua, gestión integral del estado
*La construcción: ganar las elecciones no es ganar el poder

Víctor M. Sámano Labastida

HOY SE HABLARÁ en Tabasco del manejo integral del agua. El encuentro de Enrique Peña Nieto y Arturo Núñez será ocasión para ello. Así como la seguridad pública es tema central en la agenda nacional y federal, para los pobladores de esta región es fundamental lo que podría denominarse como seguridad territorial; la certidumbre de que lugar donde uno habita, invierte, produce, disfruta, vive, está a salvo de las catástrofes que se pueden prevenir. La grave inundación del 2007 entra en esta categoría.

Pero no se trata sólo del manejo integral del agua, se requiere de una gestión integral del territorio colocando en el centro el bienestar de los habitantes de Tabasco. Menos lucro y especulación, más gobierno y sociedad. Menos paternalismo, mayor madurez del pueblo y los gobernantes.

PLANES, MÁS PLANES

HOY SABREMOS en qué consiste el Programa Nacional de Contingencias Hidráulicas. Aquí se anunciaron antes el Plan Integral Contra Inundaciones (2003) y el Plan Hidráulico Integral de Tabasco (2008). Los proyectos contra los desastres por las crecientes y para el aprovechamiento de las tierras fértiles de la zona se remontan a décadas atrás. Una de las acciones más ambiciosas fue la creación de la Comisión del Río Grijalva en 1951, durante el gobierno de Miguel Alemán.
El diseño de obras para el uso y manejo del agua, así como para su aprovechamiento en la producción agrícola tiene una gran tradición en México y en lo que ahora es América. Se remonta a la época prehispánica. Las grandes civilizaciones nos dejaron testimonio arqueológico de pozos, cisternas, acueductos.
Hasta antes de la irrupción avasalladora de las ambiciones del mercado, la prioridad fue el ser humano. Roto el precario equilibrio entre el hombre y la naturaleza, decir que –por ejemplo- Tabasco tiene la tercera parte de las reservas de agua dulce en el país no sólo es paradójico, es también trágico. La abundancia de un recurso puede llevar a la ambición, el desperdicio, el descuido o la negligencia. De esto hemos hablado con los investigadores José Luis Lezama, Carlos Gay, Mario Govea, Rodolfo Uribe, Firdaus Jahvbala, entre otros en conversaciones publicadas en este diario.
Una versión oficial es que las grandes obras de embalse en el Alto Grijalva, en territorio chiapaneco, permitieron disminuir el impacto de las crecientes en Tabasco. Especialistas en mecánica de suelos como Emmanuel Balvanera han explicado cómo la intervención humana en el libre curso de los ríos y en la depredación del territorio modificó peligrosamente las condiciones de este delta del Golfo.
Al comentar sobre la visita de Peña Nieto, el primer gobernador surgido de una coalición opositora en Tabasco, Arturo Núñez, sostuvo que “si no controlamos las aguas no vamos a recuperar el campo, no vamos a poder promover inversiones para que lleguen empresas que generen empleos”. Habrá que controlar el sistema de control de las aguas. Lo vimos ya con la necesidad de una supervisión rigurosa en el manejo de las presas y en la generación de energía.
En octubre de 2011, cuando había nuevas amenazas de inundaciones en Tabasco, el maestro Iván Restrepo escribió respecto a la tragedia tabasqueña: En lo que no reparan los funcionarios “es en la necesidad de establecer un modelo de manejo racional del agua en el sureste y el país. Urgente en Tabasco, pues lo que ahora ocurre allí es fruto, entre otras cosas, de la destrucción de más de un millón de hectáreas de selvas, del manejo erróneo de las cuencas hidrográficas (deforestadas en extremo), de la corrupción y los abusos cometidos contra la naturaleza en aras de un falso progreso”.
Cabe recordar que a Restrepo los adversarios de Núñez lo culparon de impedir la construcción de un polémico canal Samaria-Golfo, acción en la que –decían- también fue “utilizado” el periodista Manuel Buendía. El tiempo mostró que se requieren acciones integrales y no sólo obras hidráulicas milagrosas, o derroche de recursos.

RIQUEZA QUE PESA

EL MANEJO del agua tiene que estar estrechamente vinculado a la producción de alimentos y al consumo, sostiene la Confederación Nacional Agronómica que agrupa a más de 120 mil agrónomos del país y que preside Lino Morales. Su vicepresidente en Tabasco es el ingeniero Abenamar de la Fuente. Por cierto, el padre del actual gobernador Aturo Núñez, don Enrique Núñez fue ingeniero agrónomo egresado de la Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar, con sede en Chihuahua.
Aunque Tabasco es más tierra que agua según declaraba el poeta Carlos Pellicer, los agrónomos nos recuerdan que de las dos millones y media de hectáreas por lo menos dos millones son “tierra de primera calidad, muy buena para la agricultura y ganadería tecnificada, con asistencia técnica adecuada, nuevas tecnologías, organización social para hacer a los campesinos sujetos de crédito”. Sujetos de crédito y no de manipulación partidista. Acabar con las mafias que controlan el mercado y las cadenas productivas.
Petróleo, gas, agua, biodiversidad, producción agropecuaria y posición estratégica en la cintura centroamericana son algunos de los aspectos que le podrían dar ventaja a Tabasco. Un estado que cierto padeció graves pérdidas por catástrofes en 2007, 2008, 2009 y 2010, pero que tuvo un presupuesto sexenal total por unos 200 mil millones de pesos.
La riqueza también despierta la ambición.

AL MARGEN

GANAR el gobierno no es ganar el poder, dijo Arturo Núñez ante los integrantes de la agrupación Pino Suárez, aquella que fundó cuando quienes controlaban el PRI le cerraron las puertas. Agregaríamos aquí que ganar las elecciones no es ganar el gobierno, como tampoco asegura ganar el poder. Son etapas en las que se requieren distintas estrategias.
En la integración de su gabinete, en el armado de la estructura que lo acompañará seis años, Núñez enfrenta presiones, resistencias, críticas objetivas y pataleos interesados; hay aplausos y hay gritos de desaprobación.
Dijo Núñez Jiménez (12/I/2013) que hay estructuras que han penetrado al poder y que lo tienen cautivo. Explicó: “lo primero que estoy haciendo es reclamando en plenitud de respeto a todos el reconocimiento de sus derechos, pero también estoy siendo un celoso guardián de mis facultades como gobernador y voy a recuperar para Tabasco la designación hasta el último funcionario sin injerencia de ningún otro factor”.
Hay inercias, costumbres, intereses, poderes llamados fácticos. Separar el griterío de intereses particulares para distinguirlo de la crítica es también un acto de buen gobierno. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 

Última actualización el Lunes, 14 de Enero de 2013 23:22  

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