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Home Escala Crítica RECONCILIACIÓN, DOS CARAS; EVITAR CONFLICTO DESTRUCTOR

RECONCILIACIÓN, DOS CARAS; EVITAR CONFLICTO DESTRUCTOR

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Escala Crítica/Columna diaria
*Peña Nieto y Núñez, ganar tiempo para sus reformas
*La policía de mando único; los enfoques opuestos
*Justicia para las víctimas del abuso contra niños

Víctor M. Sámano Labastida

TANTO a nivel nacional como estatal se presentan los dos pactos firmados como instrumentos con propósito de reconciliación. Para Enrique Peña Nieto el Pacto por México tendría como objetivo mandar un mensaje de reconciliación que le permita enfrentar el reto más inmediato: disminuir los índices de criminalidad. Para Arturo Núñez  la Agenda del Acuerdo Político por Tabasco estaría destinada a la reconciliación, pero más dirigida hacia las fuerzas e intereses en torno al PRI para poder emprender los cambios estructurales prometidos. En los dos casos se trata de conseguir una tregua.

La “reconciliación” se define como “el restablecimiento de la amistad y la concordia entre dos o más partes enemistadas”. En algunos casos se puede entender como la vuelta a la situación previa al conflicto, lo cual no sería deseable para el caso de Tabasco si seguimos el argumento público de que “el conflicto”, “la discordia”, “la separación”, surgió a finales de los ochenta, más específicamente en 1988. Esto es, precisamente en las fechas en las que por primera vez hubo una oposición competitiva en Tabasco.
De manera interesada algunos actores políticos no sólo le ponen fecha al surgimiento de “la discordia”, sino inclusive le dan un nombre: Andrés Manuel López Obrador. Esto, por supuesto, no sólo es inexacto sino injusto.
Volver a la situación previa a 1988 sólo significaría regresar a los tiempos en los que el PRI obtenía más del 95 por ciento de las votaciones. Eso resulta inviable y poco recomendable. Retornar a ese punto sería apostar por circunstancias que harían mucho más grave “el conflicto”.
Para este columnista, como ya lo he expresado en otras colaboraciones, “el conflicto” tiene raíces económicas y expresiones sociales. Se refleja en la desigualdad y la marginación de unos sectores o actores por otros.
Por esto me parece que la “reconciliación” en el caso tabasqueño –y también en el nacional- se tendría que ver como el proceso para el establecimiento de condiciones que disminuyeran o eliminaran las causas del conflicto.
La discordia se puede expresar en una violencia extrema. Varios autores han señalad que en una sociedad no existe violencia mayor que la llamada “violencia estructural”. Es una organización social que tiene como víctimas a los pobres y como proceso el empobrecimiento, la expoliación.
Deseo que tal sea el sentido del Pacto por Tabasco. Aunque algunos quisieran que sólo fuese una puesta en escena.
Claro que hay otra reconciliación pendiente: la de las fuerzas de izquierda. El PRI tiene este reto más fácil, cuenta con la Presidencia como elemento de orden y control.

MANUEL ANDRADE

PRIMERO se corrió la versión de que el ex gobernador tabasqueño Manuel Andrade iría como delegado del CEN del PRI “con funciones de presidente” a la sección tricolor en Oaxaca. Se dijo que sustituiría a Salvador Sánchez. Las reacciones de los priístas oaxaqueños no se hicieron esperar y hubo quienes, como los integrantes del Frente Renovador de ese partido, se quejaron del “madracismo” de Andrade y consideraron que llevaba “la marca personal” de Ulises Ruiz.
Trascendió que Andrade puso como condición para aceptar la encomienda que los ex gobernadores oaxaqueños se pusieran de acuerdo. ¿Colocar en un mismo proyecto a Ulises Ruiz, José Murat y Heladio Ramírez? Difícil si no es que imposible luego de que los ex gobernadores Diódoro Carrasco y  Jesús Martínez abandonaron al tricolor por las pugnas grupales; el primero se fue al PAN y el segundo a Convergencia. El PRI perdió en 2010 la gubernatura de Oaxaca a manos de otros ex priísta que se pasó a Convergencia, Gabino Cué.
Finalmente se hizo oficial que Manuel Andrade se quedará como delegado general en el Distrito Federal, plaza que perdió el tricolor desde 1997 y que se ha convertido en bastión de la izquierda solaztequista y lopezobradorista. Mientras en Oaxaca los priístas tienen que medirse con la oposición en julio de este año en elecciones intermedias, en el DF la próxima contienda será en el 2015.

NÚÑEZ Y BERTRUY

EN DOS rutas distintas parecen caminar el gobernador Arturo Núñez y el presidente municipal de Centro Humberto de los Santos Bertruy en el tema de la seguridad. Mientras el mandatario estatal favorece la creación de un “mando único” en la policía –que incluiría la desaparición de la policía municipal-, el edil de la capital considera necesaria una fuerza policiaca local. El tema será abordado por la Conferencia Nacional de Gobernadores el 18 de este mes. 
La vistió no es fácil. Quienes están a favor del mando único argumentan el ahorro de recursos y una mayor eficiencia policiaca en el combate a las bandas criminales; los que reclaman la permanencia y el fortalecimiento de las policías locales sostienen que se puede mejorar la seguridad sin sacrificar la autonomía municipal. Oficialmente se estima que hay un mil 647 corporaciones policiacas en el país, grandes, pequeñas, menores. Algunas de menos de diez elementos.
Cuando el PAN tenía en sus manos la Presidencia de la República, apoyaba la sustitución de la policía municipal por una fuera única, mientras que las dos agrupaciones de alcaldes el PRI y del PRD, se manifestaron en contra. Ahora su sitio en el poder cambió. Lo que no cambia sino para empeorar es la creciente violencia criminal.

RENUNCIA Y DENUNCIA

ANTE el anuncio de la renuncia de Joseph Ratzinger para seguir ejerciendo como Papa Benedicto XVI, la organización Red de Sobrevivientes del Abuso de Sacerdotes -con sede en Estados Unidos-, pidió al líder religioso usar “su inmenso poder” para castigar a los empleados de El Vaticano responsables de pederastia antes de dejar el cargo. Correspondió a Ratzinger aplicar sanciones a Marcial Maciel en 2006.
Tuvieron consecuencias directas para México señaló el diario La Jornada “las beatificaciones del 20 de noviembre de 2005 de sacerdotes y laicos participantes en la guerra de los cristeros contra el Estado mexicano, a causa de los esfuerzos del presidente Plutarco Elías Calles por secularizar la educación. Entre ellos están José Trinidad Rangel, Andrés Solá, Leonardo Pérez Larios y Ángel Darío Acosta Zurita”.
Antes de Ratzinger sólo se encuentra un antecedente de renuncia al papado hace siete siglos cuando Celestino V abandonó voluntariamente el cargo, en 1294. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 

 

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