Escala Crítica/Columna diaria
*Una fuerza social enorme, pero dispersa y diversa en intereses
*Los extremos: participación electoral, voto nulo o revolución
*El sistema cerró los cauces para evitar las crecientes tensiones
Víctor M. Sámano Labastida
En México hay un poderoso movimiento social contestatario. La inconformidad parece tener un reclamo común: la justicia. Con un símbolo que reúne a manifestantes, activistas, defensores de los derechos humanos: la aparición con vida de los normalistas de Ayotzinapa secuestrados por la policía. Es lo visible. En el fondo hay muchas más razones para los indignados. Son una fuerza enorme, pero dispersa.
En varios tonos diversas voces interrogan sobre el desenlace de las actuales protestas.
SIGUE MÉXICO LÍDER EN CORRUPCIÓN; EL DRAMÁTICO SILENCIO DE LOS JUECES
Jueves, 04 de Diciembre de 2014 00:52
Editor
Escala Crítica/Columna diaria
*Confirma Transparencia Internacional el abono de la desconfianza
*Necesario comenzar una limpia; las candidaturas, una oportunidad
*Dos polos: Derecho a la manifestación contra derecho a la movilidad
Víctor M. Sámano Labastida
PREOCUPA el silencio de la Suprema Corte -como institución-, ante la crisis de credibilidad agudizada entre las autoridades responsables de administrar las leyes y combatir el delito en el país. Los defensores de las víctimas han tenido que acudir a instancias internacionales. Organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos han tenido una respuesta mucho más eficiente y comprometida. Se tiene que asumir que uno de los problemas mayores es la falta de confianza. Cuestan demasiado los magistrados para sólo interpretar la Constitución.