Escala Crítica/Columna diaria
*El gobierno y su resultado en los bolsillos de la población
*La desconfianza nos sale muy cara: en 2015 más de 18mmdp
*¿En qué momento la política se volvió grilla en la URGT?
Víctor M. Sámano Labastida
PARA PROMOVER las presuntas bondades de las reformas en petróleo, gas y electricidad, el gobierno federal ha insistido en un discurso que desea escuchar la población. Aseguran que bajarán las tarifas eléctricas como resultado de la disminución de costos de producción y por la competencia de una mayor oferta. También dicen que “es posible” eliminar los “gasolinazos”…pero no se comprometen a una disminución de los precios.
Dejando a un lado el asunto de las gasolinas –al que no han querido comprometer su palabra los promotores de las reformas-, sigue sin ajustarse la lógica por la cual una mayor presencia privada y una virtual reducción de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pueda significar una rebaja en las tarifas. Es, en el mejor de los casos, una buena intención.
La cuestión de la electricidad y sus costos es de interés económico, político y social para Tabasco.
Le comento, por ejemplo, que un reporte del Bank Of America Merril Lynch. De esas firmas que sirven de referencia al gobierno mexicano, señaló que el subsidio a las tarifas eléctricas en nuestro país fue de 84 mil millones de pesos en el 2012. En 2013 aseguran que este rubro fue superior a los cien mil millones de pesos. Advierto que especialistas como José Luis Manzo dudan de que realmente estemos ante un caso de subsidios.
Con datos del propio gobierno, el Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC) estima que donde sí existen sobreprecios es en las empresas medianas y grandes. En el comercio se estaría pagando hasta un 11 por ciento más de los costos. Esto significa que sería en el sector empresarial donde podría eventualmente haber una rebaja o un “costo real” reflejado en las tarifas.
Importa señalar esto porque si fuera el caso que los subsidios a los hogares estuvieran en un promedio del 50 por ciento, la lógica indica que: a).- las empresas (sea CFE o las privadas) tendrían que disminuir sus costos en más de un 50 por ciento con un margen que les asegurara una ganancia, y b).- la CFE tendría que eliminar los subsidios porque sus competidores no aceptarían prácticas que favorecieran a la “empresa productiva del Estado”.
No es una ecuación fácil. Más todavía si consideramos que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), que también sirve de referencia al gobierno mexicano, considera que nuestro país tiene una de las tarifas más bajas al público en materia de electricidad.
OTRA DE COSTOS
EN MÉXICO seguimos sin encontrarle la cuadratura al creciente costo de las elecciones. Vea usted: en un reciente reporte de Georgina Saldierna (La Jornada, 31/VIII/2014) advierte que de aprobarse la solicitud del nuevo Instituto Nacional Electoral para que le autoricen un presupuesto de 18 mil 572.4 millones de pesos en 2015, el órgano electoral obtendrá ocho veces más recursos con lo que nació el Instituto Federal Electoral en 1996. Aquel nuevo IFE ejerció hace 19 años un total de 2 mil 167.4 millones de pesos.
Escribe Saldierna que aunque varían los presupuestos en relación a si hay o no elecciones generales o intermedias, la disposición de recursos tiene una tendencia creciente. Por ejemplo –señala- “en el año 2000 el presupuesto que ejerció su antecesor (IFE) fue de 8 mil 300.6 millones, pero en 2001 bajó a los 5 mil 294.2 millones”.
Sin embargo, “para los comicios intermedios de 2003, el IFE tuvo 10 mil 976.8 millones, pero esa cantidad se redujo en 2004 y 2005, para luego volver a subir en 2006, cuando tuvo 11 mil 801.4 millones de pesos, que sirvieron para organizar las controvertidas elecciones presidenciales de ese año”.
“En el más reciente proceso electoral intermedio (de 2009), el instituto ejerció 11 mil 981.4 millones, pero para los de 2015, pretende 18 mil 572 millones”, destaca la periodista con base en datos del propio INE.
La explicación para este último incremento es –como ya se ha dicho en otras ocasiones- que el nuevo organismo cuenta con 74 atribuciones más, al tiempo que también participará más directamente en los procesos estatales y municipales.
Se ha insistido en que el costo de las elecciones resulta de la desconfianza que se tienen los actores políticos, entre estos los partidos, y que los ciudadanos tienen respecto a las instituciones. Es una espiral viciosa: a más desconfianza, más costo y a más costo más descrédito.
¿También se subsidia a la democracia?
UN GANADERO GANADOR
SIN DUDA que han causado polémica las declaraciones del ex dirigente ganadero Arcadio León Estrada quien, entre muchas otras cosas habló de la corrupción e incapacidad de los dirigentes de la Unión Ganadera Regional de Tabasco para evitar la quiebra de esa agrupación. Es mejor dejarla morir para emprender una reorganización, dijo en referencia a los millonarios recursos que se han destinado para tratar de rescatar a la URGT y que seguramente tendrían el mismo destino.
León Estrada mencionó que uno de los graves daños que se ha hecho a la unión ganadera –y también diríamos que a la mayoría de las organizaciones de productores y empresarios-, fue su contaminación con ambiciones políticas. En efecto, se convirtieron más en instrumentos para captar votos que para producir.
Sabe de lo que habla. Fundador de la Unión Ganadera, fue dirigente de esa agrupación de 1976 a 1991. Ocupó diversos cargos como consejero y administrador de las empresas del sector.
Desde 1967 fue militante del PRI, partido en el que se desempeñó como secretario de acción electoral regional, asesor de la CNOP, secretario de gestión social y coordinador del CEPES. Todo esto en el lapso que va hasta 1985.
Fue diputado federal por la vía plurinominal en la LVII Legislatura (1997-2000), teniendo como suplente a Lorena Beaurregard de los Santos. Integró la Comisión de Ganadería y la de Bosques y Selvas del Congreso federal.
Fue senador de la República en las LV y LVI Legislatura. Suplente de Manuel Gurría Ordóñez, asumió el cargo cuando éste fue llamado a ser gobernador sustituto de Tabasco en 1992. Se mantuvo en esa encomienda de 1992 a 1997. Un político ganadero, o un ganadero político. (
Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
)
