Escala Crítica/Columna diaria
*En diciembre reajustes en el equipo; se van los aspirantes
*Evaluación del desempeño, remoción estratégica y renuncia
Víctor M. Sámano Labastida
DECIR que habrá cambios en el gabinete de Arturo Núñez ya no es noticia. Pasó de la especulación a la hipótesis y de ahí a la confirmación. Cuando Núñez designó a su primer gabinete se dijo que estaban reflejadas las cuotas derivadas de las alianzas y de las campañas, los explicables compromisos personales y políticos, la presencia de operadores del proyecto de cambio, la valoración del prospectos de la administración pública, entre otros.
Cada posición sería ajustada como resultado de la evaluación y del término del compromiso de arranque. Sometidos a la prueba del servicio, varios funcionarios tendrían que ser relevados, fue la coincidencia de diversas observaciones.
Aún esas primeras designaciones no dieron gusto a todos los que aspiraban o creían merecer el cargo. Hubo quienes no quedaron donde querían; otros simplemente no quedaron. También como era obvio, la oposición –ahora tricolor- enfocó sus baterías contra varios personajes para romper las alianzas de su adversario y confrontarlo.
PRESIONES POLÍTICAS
SIN DUDA que la novatez, la curva del aprendizaje, las mismas carencias con las que se enfrentaron los funcionarios, las enormes expectativas del cambio, explicaron también las críticas justificadas. Hubo otras, como es natural, simplemente interesadas.
La primera andanada de las especulaciones se concentró cumplidos los seis meses de la toma de posesión. El plazo fatal era la presentación del Plan Estatal de Desarrollo.
Elaborado un traje a la medida del proyecto nuñista, llegaba el tiempo de ver si a los nombrados el cargo les ajustaba o les quedaba grande, se pensó. Todos fueron ratificados.
Tuvieron que transcurrir otros seis meses para que en diciembre del 2013, Núñez anunciara una ronda de relevos. Algunos como Eloísa Ocampo salieron de la administración, otros como Amet Ramos y Juan Filigrana fueron trasladados a un cargo distinto. Un personaje respetado, el doctor Ezequiel Toledo, pasó de una secretaría a una dirección. Este, por cierto, fue uno de los colaboradores de Núñez más atacado por los adversarios del régimen. Como lo han sido Rodolfo Lara y Audomaro Martínez. Una razón entre otras: se les identifica con Morena, el partido de López Obrador.
Los cambios ocurrieron, se explicó, a partir de una evaluación y de las necesidades propias de la nueva etapa que comenzaría en 2014. Se concede que fue una decisión que dependió exclusivamente del mandatario, salvo factores como la enfermedad o cansancio de alguno de los renunciantes o relevados.
LO PERSONAL Y COLECTIVO
EN ESTE TERRENO, el 2014 ha transcurrido bajo los reflectores de una permanente especulación . los nombres de Raúl Ojeda, Audomaro Martínez, Manuel Ordóñez, Rodolfo Lara, José Antonio de la Vega, por diversas razones han estado en el cálculo periodístico (y del PRI) para los reemplazos. En algunos casos alimentado por los propios involucrados como Raúl Ojeda, quien anunció públicamente su próximo retiro. Hubo renuncias explicables - Manuel Rodríguez, aspirante a un cargo de elección-, y sorpresivas - Mónica Fernández, quien argumentó motivos personales-. En su momento, me ocupé del estilo y las circunstancias de estos hechos.
En Escala Crítica propuse tomar nota de las llamadas “renuncias protocolarias”. Aquellas que se dan en ciertos países cuando todo el gabinete pone a disposición del Ejecutivo su remoción o ratificación. Esto, entre otras cosas, ahorra al Ejecutivo tener que pedir las renuncias a quienes ya cumplieron su ciclo.
Durante una entrevista con Emanuel Sibilla, en agosto pasado en Tele-reportaje, el comunicador me preguntó si consideraba que los cambios en el gabinete serían antes del informe. Argumenté que serían después por dos razones: una, para no quitar los reflectores al mensaje gubernamental y, otra, porque iniciado el proceso electoral varios de sus colaboradores irían a buscar cargos de elección.
Confirmado por Núñez que los reemplazos y enroques será a finales de año, podríamos establecer que tres serían los criterios para estos movimientos. Ninguno, considero, por presión opositora: la evaluación del desempeño (que incluye el finiquito del compromiso); remoción estratégica y renuncia por proyectos personales.
L evaluación del desempeño no sólo tiene que ver con los resultados y la conducta del funcionario en turno, sino también porque se afirma que inicia una nueva etapa de las tres en las que Núñez dividió su sexenio.
La remoción estratégica supone el hecho de que el gobernador y su coalición consideran que algún funcionario(a) reúne el perfil para otras tareas, legislativas por ejemplo.
La renuncia por proyectos personales, es la circunstancia menos deseable. Es siempre mejor que el funcionario o servidor público asuma institucionalmente su compromiso. Ahora, sólo es cuestión de unas cuantas semanas para los relevos que se irán perfilando desde ahora.
LLOVIÓ COMO NUNCA
NUEVAMENTE, las lluvias intensas pusieron a prueba la capacidad de reacción en Tabasco frente a estos fenómenos. Los cárcamos de Villahermosa resultaron insuficientes. Los cuerpos de agua, las lagunas, con una capacidad cada vez más reducida por los rellenos, se desbordaron. La basura obstruyó el drenaje. Las clases tuvieron que suspenderse durante dos días en todo el estado.
Quien haya recorrido las calles de la ciudad la noche del lunes, pudo observar que el llamado buen fin también dejó también las calles inundadas de basura.
Se dirá, como en ocasiones anteriores, que llovió como nunca. Así será en el futuro: tendremos periodos de aparente calma y otros en los que se concentrará la lluvia en tiempos muy cortos. Hace falta una acción integral.
En el caso de la capital tabasqueña, el alcalde Humberto de los Santos reconoció hace unos meses –cuando también la ciudad colapsó- que el drenaje es obsoleto y que se requería cambiarlo por completo. Cuesta un dineral, dijo.
Es cierto que la ciudad requiere mejoras para ser una urbe atractiva, pero hay prioridades. Usted recordará que en el trienio pasado se destinaron más de cien millones de pesos en un puente que hoy luce abandonado. En enero de 2010 el entonces alcalde Jesús Alí presentó un proyecto para invertir 750 millones de pesos en el embellecimiento de la ciudad. Pero la lluvia nos recuerda nuestras carencias.
AL MARGEN.- Familiares y amigos de los estudiantes de Ayotzinapa secuestrados en Iguala marchan desde diversos puntos del país a la Ciudad de México. Realizarán ahí un mitin el 20 de noviembre. (
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