Escala Crítica/Columna diaria
*Asegura el gobierno que se repone y supera el déficit fiscal
*Aboga corriente del PRD por alianzas con el PAN; hay oposición
*López Obrador niega ruptura con ANJ, pero exige mayor firmeza
Víctor M. Sámano Labastida
LA NOTICIA es que el presupuesto para Tabasco en el ejercicio fiscal de 2015 será superior a los 43 mil millones de pesos. En 2013 fue de 36 mil 566 millones. En la rueda de prensa en la que el gobernador Arturo Núñez y los diputados federales dieron a conocer esta cifra, el mandatario sostuvo que los recursos adicionales obtenidos son superiores a los ingresos que el estado dejará de percibir por la tendencia negativa en las transferencias del Fondo General de Participaciones y la eliminación del Impuesto Estatal Vehicular.
De acuerdo a las estimaciones oficiales durante 2015 habrá mayor gasto de inversión en obras lo que fortalecerá la generación de empleos. Núñez no dudó en señalar que será “un año alentador y con mejores condiciones presupuestarias”.
El propio secretario de Finanzas, Víctor Lamoyi había adelantado que estaba superada la etapa de emergencia en materia presupuestal. Aunque, claro, no debe relajarse la disciplina y por el contrario tendrán reforzarse los mecanismos de transparencia y rendición de cuentas.
Desde la perspectiva gubernamental aparte de los 43 mil millones de pesos habrá inversiones por más de 19 mil millones de pesos considerados en el sector energético.
Por cierto que Andrés Manuel López Obrador continuó su recorrido por Tabasco y aclaró que no existe rompimiento con el gobernador Arturo Núñez aunque sí consideró que debería ser más exigente con el gobierno federal. Sin embargo también dijo que los tabasqueños no se deben equivocar pensando que la mejor opción es el regreso del PRI. No debe volver “nunca más”, apuntó.
En Morena se debaten dos puntos de vista: aquellas que consideran que este nuevo partido no requiere de alianza alguna más que con los ciudadanos, y otro segmente que aboga por un acuerdo estratégico con la corriente representada por Núñez.
LOS CHUCHOS Y EL PAN
VIVEN las izquierdas un proceso de definiciones. En el Partido de la Revolución Democrática se confrontarán dos posiciones: los que son favorables a las alianzas con el Partido Acción Nacional (PAN), proceso que ahondó la división en el 2010, y quienes insisten en que los solaztequistas sólo pueden ir junto a sus antiguos aliados: Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano. Estos mismos quieren mantener la posibilidad abierta de un acercamiento con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
El jueves pasado los dirigentes estatales del PRD discutieron en la capital del país la posibilidad de acudir en coalición con el PAN. La dirigencia nacional de ese partido, controlada por Nueva Izquierda y Alternativa Democrática Nacional argumentaron a favor de las alianzas con el panismo por los resultados favorables que obtuvieron en Oaxaca, Puebla y Sinaloa en el 2010. Aunque finalmente los gobiernos en esas entidades no fueron para el PRD.
Las llamadas “alianzas estratégicas” son buscadas por los grupos dominantes solaztequistas para las gubernaturas en Baja California Sur, Nuevo León, Jalisco, Guerrero, Colima, Sonora y Querétaro. Otra expectativa de coaliciones se abre en Michoacán.
Las corrientes que se oponen a la mezcla con el PAN son Izquierda Democrática Nacional y Democracia Social, mismas que apoyaron la propuesta de Cuauhtémoc Cárdenas para que renuncie la actual directiva. Alejandro Encinas, identificado con el lopezobradorismo advirtió que ir con candidatos comunes con el PAN resultaría un grave error “después de la reforma energética y de todas esas modificaciones estructurales que son contrarias a la línea política y a los principios del partido”.
Cárdenas Solórzano también es contrario a las coaliciones con el PAN. Y precisamente el michoacano será factor de otras decisiones a fondo en el PRD la semana próxima. Se tiene previsto el martes un “diálogo público” entre el fundador del Frente Democrático Nacional y el nuevo presidente perredista Carlos Navarrete.
De realizarse este diálogo-debate, resultará interesante observar qué sigue después. Cárdenas como se sabe reclamó la renuncia de Navarrete y de todo el comité nacional para evitar que el PRD desaparezca o quede “como simple franquicia político-electoral, subordinada a intereses ajenos a los de una amplia base partidista”.
Podría considerarse que la exigencia de renuncia de la dirigencia nacional perredista coloca a Cárdenas en una situación sin marcha atrás. Lo mismo que a los grupos de René Bejarano, Dolores Padierna y Marcelo Ebrard. Las opciones son reducidas: 1.- Se mantienen en el PRD con una alianza coyuntural negociando candidaturas; 2.- Se van a una coalición con Morena; 3.- Deciden por la vía de las candidaturas independientes.
ABRIR OPCIONES
EN MÉXICO existe un “desencanto con nuestros mecanismos democrático”, advirtió el presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova Vianello. Este desencanto lo único que puede generar –indicó- “es un riesgo a la convivencia pacífica, que es la condición sine qua non para que una democracia se recree (…) la lógica de ´que se vayan todos´ puede, paradójicamente, acabar por relajar todavía más los mecanismos de control del poder”.
La consigna “que se vayan todos”, fue levantada en Argentina en 2001 por las movilizaciones populares en contra de los causantes de la grave crisis económica y política. Las protestas lograron la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa. Hubo saqueos en los supermercados y disturbios violentos.
En México se mantienen las movilizaciones en una de las protestas más grandes desde el movimiento estudiantil de 1968. Comentábamos en una entrega anterior la preocupación para evitar que la inconformidad sea llevada hacia la violencia, porque entonces se perdería el sentido de los reclamos.
En tal sentido vale el señalamiento de Córdova Vianello sobre el momento delicado que vive nuestro país. La refería que no faltan quienes buscan o proponen cambiar el gobierno o el sistema mediante acciones drásticas; como también quienes buscan sostener al gobierno y al sistema mediante la violencia.
Podríamos señalar que en estas circunstancias México necesita un sistema electoral más flexible que permita la participación electoral de quienes no se identifican con ninguno de los partidos existentes. O quizá una iniciativa arriesgada y valiente como la que en 1988 constituyó el Frente Democrático Nacional (FDN). Pero hay desconfianza y también sectores a los que les resulta útil alimentar esa desconfianza. (
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