www.ventanasur.com

Víctor M. Sámano Labastida

 

* A 60 días de la tragedia: para documentar la memoria 

* Lo que no se hizo: una suma fatal sin casualidades  

* Omisiones políticas, judiciales, gubernamentales y otras  

 

SE CUMPLIERON dos meses de la tragedia de Iguala, Guerrero. Una tragedia nacional. Hoy la Presidencia prevé anunciar una “reforma profunda” en materia de fortalecimiento del Estado de Derecho, seguridad pública y combate a la corrupción. Se requiere aún más: la reconstrucción del Estado Mexicano. El ataque, asesinato y secuestro masivo en Ayotzinapa sacó a flote graves carencias, preocupantes complicidades.

En este tiempo y como resultado de esos crímenes fue destituido y arrestado un alcalde; un gobernador se obligó a renunciar. Como efecto colateral, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) perdió a su “líder moral”. En el país y en varias ciudades del planeta suceden manifestaciones, protestas, exigencias. Los partidos políticos fueron exhibidos en sus complicidades y cortedad de miras. El gobierno federal se enredó en un caso que primero quiso limitar a “asunto local”. 

En ciencias sociales hay un dicho recurrente: “Mejor ser historiador y no profeta”. A toro pasado, la lógica de los hechos se vuelve comprensible. Pero antes del viernes 26 de septiembre, ningún politólogo imaginaba hechos trágicos de la magnitud como los que sacuden a México y conmocionan al mundo, aunque los signos de inseguridad, indiferencia e impunidad ya estaban ahí. A 60 días de la desaparición forzada de 43 normalistas (más 6 muertos –entre estos tres estudiantes- y 25 heridos) repasemos brevemente algunas omisiones que, de haber sido acciones, quizás pudieron evitar la tragedia.       

Antes este columnista anota que duda de que un edil en un poblado de poco más de cien mil habitantes pueda tener la fuerza como para poner en crisis de gobernablidad a un partido, el PRI, que regresó con sus viejas glorias a Los Pinos. Hay mucho más.

   

 ALGUNOS HECHOS  

1) LA TRAYECTORIA DE ABARCA Y SU PRIMERA DAMA. Tiene razón el legislador Pablo Gómez: la cuestión principal, que exige una autocrítica solaztequista, es cómo y por qué llegó José Luis Abarca desde las siglas del PRD a la alcaldía de Iguala, si la familia en primer grado de su esposa María de los Ángeles Pineda (padre, madre, 3 hermanos) tenía nexos comprobados con el narcotráfico y purgan condenas por ello (“Familia Pineda Villa, relación con grupos delictivos”, revista Proceso, diciembre de 2009 y octubre de 2014). Esta delicada circunstancia, por decir lo menos, obligaba a una revisión de la trayectoria social y política de Abarca, quien fue palomeado sin mayores investigaciones. O lo peor: tal vez Abarca fue investigado ¡y aprobado! con todo y los tentáculos familiares de su esposa, que apuntaban al crimen organizado. Esa omisión incluiría una carpeta sobre Abarca, supuestamente entregada en 2012 al entonces candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, por el diputado guerrerense Oscar Díaz Bello según declaraciones públicas De cualquier modo, más allá de ese señalamiento, lo cierto es que ni a nivel estatal (en su junta de Consejo para depurar listas de aspirantes) ni a nivel federal (desde su Comité Nacional, para el palomeo final) el PRD detuvo la candidatura de Abarca, hoy indiciado junto con su mujer como los autores intelectuales de la desaparición, presunta muerte e incineración de los 43 normalistas de Ayotzinapa. 

Aunque la Procuraduría admitió que sigue buscando a los secuestrados.

 

INEXPLICABLE PARÁLISIS

2) LA INACCIÓN DEL EJÉRCITO: Diversos reportes periodísticos apuntan que el viernes 26 de septiembre el ataque contra los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa duró 3 horas, de las 9 a las l2 de la noche. ¿La omisión? La refriega sucedió a menos de 3 kilómetros de las instalaciones militares. Ubique el lector la entrada de un reportaje de Proceso sobre el particular (9/11/2014, página 23): “Inacción militar que olió a complicidad. Diversos hechos y testimonios apuntan a que la inacción del 27 Batallón de Infantería, con sede en Iguala, los pasados 26 y 27 de septiembre, no fue casual. Los jefes castrenses tenían una excelente relación con el exalcalde José Luis Abarca y con su esposa, y el día del ataque a los normalistas no hubo presencia militar sino hasta mucho después del tiroteo, cuando las víctimas buscaban ayuda médica, la cual prometieron y no dieron”. La omisión corrió a cargo del Coronel de caballería Diplomado de Estado Mayor de la 27 Zona Militar, Juvenal Mariano García, quien aparece en una fotografía justo el viernes 26 de septiembre, poco antes de la tragedia, en el Informe del DIF que daba esa tarde/noche (con fiesta incluida) la señora de Abarca. Se ignora si existe una investigación castrense al respecto. El procurador Jesús Murillo Karam, cuestionado sobre el comportamiento del 27 Batallón, soltó algo peor que su famosa frase “ya me cansé”. Dijo: “¡Qué bueno que no salió!”

EL QUE MUCHO ABARCA  

Se ha insistido que la impunidad crece cuando hay incentivos para el delito y omisión de las autoridades. Esto nos lleva al punto siguiente: 

3) EXPEDIENTES EN LA PGR, previos a la tragedia. La Procuraduría General tuvo información oficial que denunciaba abusos, desapariciones y homicidios cortesía de Abarca, su esposa y jefes policiales de Iguala. Se pedía la ampliación de las investigaciones a la PGR, desde la Subprocuraduría Regional en Guerrero, la primera vez en expediente del 12 de junio de 2013; la segunda, el 18 de marzo de 2014. Algunas perlas de esos expedientes se publicaron en Reforma, La Jornada y Proceso, como declaraciones de testigos que (no se explica cómo) sobrevivieron a los abusos del clan Abarca vía delincuencia organizada en el grupo autodenominado Guerreros Unidos. Se precisa que la PGR desde mayo conocía las narcofosas situadas en Iguala, que después excavó quizás como maniobras distractoras ante la opinión pública, en los primeros días de las investigaciones sobre los 43 desaparecidos, cuando el silencio oficial era mayúsculo. Se entiende el cansancio de Murillo Karam. Pero es mayor el cansancio de la población. ¿Habrá hoy respuestas inteligentes?

AL MARGEN

ASEGURÓ Cuauhtémoc Cárdenas que se mantendrá fuera de los partidos después de su renuncia al PRD. La decisión del michoacano sacudió al solaztequismo y beneficiará a Morena. La dirigencia perredista inició un análisis interno para evitar o asimilar las próximas defecciones. También el PRI sigue con interés los efectos del cardenazo. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )