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Home Escala Crítica LOS INDIGNADOS MEXICANOS, SUS OPCIONES; RESISTENCIA DEL SISTEMA A LOS CAMBIOS

LOS INDIGNADOS MEXICANOS, SUS OPCIONES; RESISTENCIA DEL SISTEMA A LOS CAMBIOS

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Una fuerza social enorme, pero dispersa y diversa en intereses
*Los extremos: participación electoral, voto nulo o revolución
*El sistema cerró los cauces para evitar las crecientes tensiones
Víctor M. Sámano Labastida
En México hay un poderoso movimiento social contestatario. La inconformidad parece tener un reclamo común: la justicia. Con un símbolo que reúne a manifestantes, activistas, defensores de los derechos humanos: la aparición con vida de los normalistas de Ayotzinapa secuestrados por la policía. Es lo visible. En el fondo hay muchas más razones para los indignados. Son una fuerza enorme, pero dispersa.
En varios tonos diversas voces interrogan sobre el desenlace de las actuales protestas.
Hay quienes, como Roger Bartra advierten que estaríamos ante un “carácter efímero” de esta masa crítica y recuerda lo sucedido con aquella “marcha blanca” contra la inseguridad, una de las mayores que se recuerdan en la capital del país. Otros, como John Ackerman sostienen que estamos ante el inicio del final del actual régimen. 
Personajes como Sergio Aguayo, Javier Sicilia y José Antonio Crespo sostienen que la fuerza del reclamo podría encaminarse o debería hacerlo hacia el voto nulo en el 2015 para impulsar una “agenda mínima” de los cambios urgentes.
 
DE LAS CALLES A LAS CALLES
HARÉ un repaso de algunas de tantas posibilidades que se han planteado desde los más diversos miradores, dando por descontado que el PRI y sus aliados expresan públicamente un respaldo absoluto al gobierno de Enrique Peña Nieto y para quienes las actuales protestas o son inducidas con el intento de desestabilizar o son sólo temporales . Pero, ¿qué cálculos hay entre los inconformes que llenan las calles?
En la perspectiva de la demanda y de la dinámica del actual movimiento –sin descuidar la exigencia de la presentación de los desaparecidos-, podríamos encontrar como posibilidades: 1.- La renuncia de Peña Nieto (prácticamente descartada); 2.- Una rebelión que deponga a los actuales gobernantes (por la vía pacífica o por la vía de las armas); 3.- La promoción del voto nulo y de la abstención para el 2015; 4.- La inducción del voto hacia algún nuevo partido, específicamente Morena; 5.- Que alguno de los partidos con registro (menos el PRI, PRD y PAN) ponga sus siglas a disposición del actual movimiento social;  6.- El registro de un nuevo partido; 7.- Una multiplicación de acciones locales con el objetivo de obtener la representación formal en los diversos órganos de gobierno.
Son algunas de las más visibles. Insisto, esto en la perspectiva del cambio desde la oposición. Otra sería la materia si al régimen se le ocurriese tomar la iniciativa transformadora.
Empecemos por el reclamo de un segmento de los manifestantes (en las calles y en las redes virtuales): la renuncia de Peña Nieto. En el caso remoto de que esto ocurriera –lo cual no pasa de ser una bandera en extremo-, habiendo transcurrido dos años del mandato lo procedente de manera legal sería su reemplazo por un interino…que provendría de la misma clase política.
IMAGINACIÓN O FANTASÍA
OTRA POSIBILIDAD, que incluso promueve un segmento radical, es la rebelión popular que deponga a los actuales gobernantes. Los manifestantes se pronuncian por una vía pacífica; más al extremo hay quienes favorecerían una revuelta armada.  Resulta obvio que los costos de esta última sería de incalculables consecuencias para el sector más pobre de la población.
Una franja de la intelectualidad comenzó a inclinarse por el voto nulo, acción que también suele tener como complemento la abstención. En el 2009, durante las también elecciones intermedias, hubo un fuerte movimiento por la nulidad del voto. Los votos inválidos llegaron a un histórico 10 por ciento y fue el PRI el partido más beneficiado por contar entonces con su llamado "voto duro".
Hay quienes proponen para evitar que las tensiones actuales deriven en violencia –de una y otra parte- conducir el descontento hacia una salida institucional, por la vía de la representación parlamentaria. Esto podría ocurrir ya sea que se indujera el voto hacia alguno de los nuevos partidos, en especial Morena de López Obrador. Sin embargo en la diversidad de grupos que componen el movimiento es difícil que este partido hallara el consenso.
Otra opción. Podría repetirse, con sus matices, la táctica de 1988: que alguno de los partidos existentes (o varios de ellos) entregara su registro para que los diversos grupos contestatarios los usaran de plataforma legal para registrar candidaturas. En 1981, como acción previa a lo sucedido en 1988 y 1989, el Partido Comunista Mexicano determinó disolverse y entregar su registro a una nueva coalición de las izquierdas y grupos de centro. El sacrificio comunista dio origen al PRD.
Una sexta posibilidad es que se abriera la posibilidad del registro de un nuevo partido, como sucedió en España donde una franja considerable de “los indignados” logró impulsar una nueva organización que a principios de año compitió exitosamente contra los partidos tradicionales, el PSOE de izquierda y el Popular,  de derechas. Sólo que en México, por decisión de la partidocracia, sólo será posible registrar un nuevo partido hasta el 2020.
Una más, que de hecho ya está sucediendo, es que cada grupo en la diversidad de las circunstancias, necesidades y posibilidades locales, estatales, regionales, emprenda acciones propias con miras a consolidar sus bases pero también obtener representaciones formales en las instituciones. 
Aunque se pensó que las candidaturas independientes podrían ser una válvula a las presiones políticas y sociales, lamentablemente se colocaron tantos candados y obstáculos que en la práctica hacen improbable la participación de quienes no estén cobijados por algún partido.
AL MARGEN
AYER comparecieron ante los diputados locales los titulares de Educación Pública, Rodolfo Lara, y de la Secretaría de Comunicaciones, José Antonio de la Vega. Los dos funcionarios han tenido que lidiar con intereses anquilosados en el sector. Precisamente un día antes de que De la Vega acudiera al Congreso, un grupo de personas impidió que los inspectores decomisaran unos vehículos “pirata”, usados como “pochimóviles”. Algo similar sucederá con los taxis “pirata” y las combis, si no se establece un protocolo en estas acciones.
EN MORENA comenzaron los jaloneos. Aún antes de que esa organización haga pública su convocatoria, la difusión de la lista de los presuntos seleccionados por las encuestas pone a prueba al nuevo partido. Lo mismo sucedió en el PRD. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
 
 

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