Escala Crítica/Columna diaria
*Baja del precio del crudo debería servir de ensayo en austeridad
*Un terreno resbaloso: los conflictos con la CFE y con Pemex
*La política, permanente negociación y superación de conflictos
Víctor M. Sámano Labastida
SE HA INSISTIDO desde hace varios años que Tabasco debió tomar medidas ante la disminución de las reservas de petróleo. Quienes defienden los actuales ritmos de extracción de petróleo y que piden que se extraiga más argumentan que en el futuro este recurso ya no tendrá valor. Que era necesario aprovechar la demanda. Inclusive sostenían y siguen insistiendo que en el territorio hay hidrocarburos hasta para cien años. Pero…
Actualmente se vive una grave crisis en el mercado petrolero. Aquí le hemos comentado que de más de cien dólares el barril, el precio del crudo está a menos de la mitad. Se expende en menos de 50 dólares por barril. Y por supuesto, el bajo precio del petróleo afecta la economía de México y más aún de los estados que dependen de esto.
Podríamos decir que la actual caída en los precios del petróleo deberían servir de ensayo para los países que como México dependen de los ingresos petroleros. Resulta lógico suponer que si los estados y los países padecen por recibir menos dinero del que esperaban, cuando ya no reciban nada por el petróleo –porque ya no haya nada qué vender- la situación será mucho más complicada.
Pensar que el petróleo es eterno, y que los precios del petróleo siempre serán altos, queda desmentido por la actual caída en el mercado. Pero además, recordemos que en una época de auge en la extracción, de Tabasco se obtuvieron diariamente casi un millón de barriles de crudo por día. La “producción” ha llegado a 450 mil barriles por día. Entrecomillo eso de la “producción” de petróleo y de gas porque encierra una trampa: en realidad no se “produce” el hidrocarburo sino que se extrae. Tener conciencia de esto significa que comprendamos que se trata de un recurso no renovable.
Dentro de poco tiempo también veremos los efectos que sobre las finanzas del país tendrá el hecho de que México ya no recibirá directamente los beneficios de la explotación petrolera. Cuidar y aprovechar bien el petróleo es algo que al parecer no hemos aprendido en más de un siglo.
Allá por los años cincuenta en Venezuela el escritor Arturo Uslar Pietri recomendó “sembrar el petróleo”. Esto es, usarlo para impulsar la púnica economía sustentable, al agrícola. En lugar en eso, todos estos años nos hemos guiado por el desacierto de José López Portillo quien decía que era más redituable vender petróleo para comprar maíz que producir la gramínea. El error se volvió política pública.
UNA PLAZA ESTRATÉGICA
TODO INDICA que en Tabasco se reforzará el movimiento de resistencia civil en demanda de nuevas tarifas eléctricas y contra el cobro de los adeudos por parte de la Comisión Federal de Electricidad. Este movimiento, iniciado en 1995 al calor de la contienda por la gubernatura, recibe un nuevo impulso por dos factores: la tardanza del gobierno federal para dar una respuesta y el llamado que hizo Andrés Manuel López Obrador.
En efecto, en su actual visita a Tabasco el ex candidato presidencial llamó a los presidentes municipales no pagar la luz e inclusive recomendó reconectarse en caso de que les sea suspendido el servicio. Sugirió que sea el propio gobierno estatal surgido de las izquierdas quien apoye en el restablecimiento de la electricidad donde sea interrumpido.
Como se sabe, los 17 ayuntamientos tabasqueños tienen adeudos con la empresa de electricidad, aunque en montos variables. Se calcula que el total de los atrasos en las alcaldías y las dependencias del gobierno estatal pueden llegar a mil millones. Además de los otros 800 millones que reclama la CFE por aquel acuerdo compensatorio firmado durante la administración de Andrés Granier.
Ayer se informó que fue suspendido el servicio a los ayuntamientos de Cárdenas, Nacajuca y Paraíso. Entre los particulares se estima que más de 400 mil usuarios en todo el estado tienen adeudos con la empresa. En el país, Tabasco está entre los tres estados que más atrasos tienen en sus pagos.
El gobierno tabasqueño anunció que está en vías de firmarse un acuerdo con la Comisión de Electricidad. Sin embargo los partidos de la Revolución Democrática y Movimiento de Regeneración Nacional –que técnicamente formaron la coalición que llevó al poder a Arturo Núñez, junto a otros grupos de oposición al PRI-, reclaman no sólo el borrón y cuenta nueva para todos los deudores, sino también tarifas justas.
Podría ser que la exigencia de estas organizaciones complique las negociaciones con el gobierno federal. Pero también podría ser una oportunidad para que el gobierno tabasqueño aproveche la fuerza de esta resistencia y de esta manera lograr un rápido acuerdo. Recordemos aquella frase que dice que “lo que resiste apoya”.
Como lo advertimos en otro comentario: existe el riesgo para el gobierno federal que los reclamos por la electricidad se junten con la resistencia a la reforma en el petróleo. Y prácticamente ya estamos en época de campaña política.
LO POSIBLE Y DESEABLE
CONVERSAR con Enrique González Pedrero es sin duda una experiencia aleccionadora. El ex gobernador de Tabasco y ex director de la Escuela Nacional de Ciencias Políticas, que elevó al rango de facultad, reúne la cualidad del intelectual y del político en activo (aunque ahora retirado formalmente de este último quehacer), lo que le permite intercalar la reflexión teórica con ejemplos prácticas de la labor pública.
Ayer junto a otros amigos y conocidos, este columnista tuvo oportunidad de compartir una amena charla con el también autor de una decena de libros y de los tres tomos de un extenso estudio del México bajo el autoritarismo de Antonio López de Santa Anna (fue presidente de México once veces de 1833 a 1847), además de entusiasta simpatizante de Benito Juárez y Lázaro Cárdenas.
Entre muchas otras lecciones que le han dejado sus lecturas y su labor en la práctica política, según comentaba, es el acierto de Nicolás Maquiavelo para quien el gobernante debe poseer cabeza, corazón y carácter. Pero también, señaló, el político debe tener una gran disposición para el diálogo, sin confundir negociación con transa. La negociación permite avanzar en lo posible y necesario frente a lo deseable.
AL MARGEN
POR LO MENOS desde hace unos siete años México vive un explosivo problema de inseguridad pública. En estos días, se advierten crecientes señales de inseguridad financiera. Técnicamente existe ya una devaluación del peso.
El dólar ya se cotiza en 15 pesos por unidad, cuando al inicio del sexenio de Enrique Peña Nieto se cotizaba en 13 pesos por unidad. Hace diez años el peso mexicano estaba en 10 pesos por unidad.
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