Escala Crítica/Columna diaria
*Hay convocatorias de aspirantes del tricolor, PAN, PRD y Morena
*Candidaturas por convención de delegados, 127; comparten con PVEM
*Ahorradores defraudados, reclaman un Fobaproa para pobres
Víctor M. Sámano Labastida
LOS PARTIDOS Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y de la Revolución Democrática (PRD) publicaron a principios de este mes sus bases para elegir a candidatos a diputados federales por los principios de mayoría relativa y de representación proporcional. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) también dio a conocer, pero este fin de semana, la convocatoria para 127 de las 300 candidaturas por mayoría relativa.
También el PAN detallé el 17 de diciembre los requisitos y tiempos para la selección de sus pretendientes a las diputaciones federales tanto de mayoría relativa como plurinominales.
De entre los partidos citados, sólo el PRI irá en alianza –aunque parcial- con el Partido Verde. Los demás irán con candidatos propios.
EL DESAFÍO TRICOLOR
DEBIDO a la alianza con el PVEM, el PRI decidió someter a dos mecanismos las 244 diputaciones que le corresponden en los próximos comicios. Un total de 127 serán definidas mediante la convención de delegados y 117 lugares serán asignados por una Comisión de Postulación. Este último caso, aclaró César Camacho, dirigente nacional tricolor, será para garantizar la paridad de género. Esta paridad es obligada por la ley y la deben cumplir todos los partidos.
Los 56 distritos restantes –para cubrir los 300 del país- le corresponderán al PVEM. Y a la inversa, los pevemistas tendrán abanderados propios en los otros 244 lugares donde no irán con el tricolor.
Aunque en 2013 todo apuntaba a que el PRI tendría una relativa ventaja en los comicios intermedios, hay factores que le plantearon otros desafíos. Por un lado la crisis política y de seguridad expresada en el secuestro y desaparición de los estudiantes en Guerrero –un suceso que golpeó su credibilidad a nivel internacional- y el contexto nacional e internacional en materia financiera.
Por otro lado la aparición del Movimiento de Regeneración Nacional como actor competitivo y no sólo para restarle votos a las izquierdas.
En un principio todo indicaba que la apuesta del PRI era impulsar al PRD como un adversario que sustituyera la caída electoral de Acción Nacional con sus conflictos internos y una serie de escándalos de corrupción, los sucesos de Iguala, Guerrero, golpearon por igual a los solaztequistas y al tricolor. El partido amarillo sufrió un terremoto del cual aún no terminan las réplicas: la renuncia de Cuauhtémoc Cárdenas todavía arrastrará a otros segmentos de ese partido.
Otro elemento que golpeó la credibilidad o por lo menos la percepción de autonomía de PAN y PRD fue el Pacto por México. Aunque inicialmente aportó a la confianza en un sector que rechaza el radicalismo, al final las consecuencias fueron tales que los panistas buscan deslindarse de las reformas hacendarias y los perredistas de las reformas en materia de energéticos.
El balance de la dirigencia tricolor aunque en público es optimista, en privado no deja de haber preocupación. “Estamos seguros que de esta saldremos bien librados y hay una serie de reformas por concretarse necesitamos que se extienda la reforma educativa, que la reforma en telecomunicaciones le dé al usuario servicios y comunicación y la telefonía mejores condiciones y a mejores precios y necesitamos un país en prosperidad y respeto a la ley”, sostiene César Camacho.
El mes pasado, el diario El Universal y la firma Buendía Laredo publicaron una encuesta en la que le otorgaban al PRI el 30% de las intenciones del voto, en tanto que el PAN obtenía sólo un 16% y el PRD el 10%. A Morena lo ubicaban en un lejano quinto lugar. Sin embargo esa misma encuesta indicaba que el 43% no se identificaban con ningún partido. Podría decirse que es la reserva por la que irían los candidatos.
Pero también hay otras señales. Una encuesta publicada por el diario Reforma (17 de diciembre) reportó que el partido de López Obrador, Morena, tenía ya el 26% de la intención del voto en el Distrito Federal, contra 22% del PRD y 18% del PRI. Un buen motivo para que ninguno de los partidos considere ganada la contienda del 2015.
CUIDADO CON LOS FRAUDES
EN EL AÑO de 1990 se estableció un millonario programa para rescatar a los bancos mexicanos, el llamado Fobaproa. Aquel programa fue presentado como necesario para salvar al sistema bancario del país.
Ahora no son los banqueros sino los ahorradores quienes piden un Fobaproa para las personas comunes y corrientes. En México miles de pequeños ahorradores han sido víctimas del fraude por algunas cajas de ahorro, microfinancieras y una serie de empresas fantasma.
El más grave recientemente es el de Ficrea que defraudó con más de 7 mil 500 millones de pesos a cientos de clientes. Aunque otras versiones indican que el desfalco fue de 2 mil 700 millones de pesos. Pero lejos de ser el único caso, en estos días también la empresa Acremex enfrenta una demanda por fraude de unos 259 millones a la firma que se hizo pasar por una caja popular. Unos 33 mil socios resultaron afectados en este caso.
Es un tema que debe revisarse a fondo. Por lo pronto los ahorradores deben cuidarse de aquellos esquemas que ofrecen créditos baratos, ganancias extraordinarias y que simplemente son fachada para robar.
AL MARGEN
VARIOS SON los diputados locales que buscarán una diputación federal o una alcaldía, en tanto que los legisladores federales pretenden pasar al Congreso local o también a un ayuntamiento. La perspectiva de la reelección en el 2018 es atractiva. Por lo pronto, en el PRD se registraron como aspirantes a las candidaturas federales los diputados Ana Karen Mollinedo, Verónica Pérez Rojas, Leticia Taracena Gordillo, Ana Bertha Vidal Fócil, Araceli Madrigal Sánchez y Rafael Abner Balboa.
En el caso de Verónica Pérez llama la atención porque su nombre aparecía más cercana a Morena. Entre los diputados solaztequistas federales que buscarán estar en las boletas locales se cuentan Juan Manuel Fócil y Gerardo Gaudiano, para Centro, y Marcos Rosendo Medina.
EN TABASCO hay más de 4 mil instalaciones de Petróleos Mexicanos que pueden considerarse de alto riesgo. Así lo informó el Centro Estatal de Operaciones de Protección Civil.
Aunque el alto riesgo de las instalaciones de Pemex se había señalado desde hace varios años, el peligro no sólo crece sino debe preocupar aún más ahora que Pemex deja de ser una empresa paraestatal y debe competir en el mercado. No pocas veces el rendimiento se coloca por encima de la seguridad. (
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