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Home Escala Crítica EL FUTURO ENERGÉTICO: EL PETRÓLEO EN UN TOBOGÁN; UN GOLPE A TABASCO

EL FUTURO ENERGÉTICO: EL PETRÓLEO EN UN TOBOGÁN; UN GOLPE A TABASCO

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 Escala Crítica/Columna diaria

                
* El centro de la cuestión: la guerra por los recursos en el mundo      
* Choque de civilizaciones: occidente y oriente, y también de proyectos        
* Consumidores y vendedores de petróleo; abandono de la producción      
Víctor M. Sámano Labastida
 
CONCLUYE el año y los sueños de una inmediata bonanza petrolera se esfumaron. Resulta difícil pronosticar hasta dónde caerá la cotización del precio del barril. De los 115 dólares de junio pasado este combustible ronda la cotización por debajo de los 50 dólares. Comentamos el fin de semana que el precio en el mercado se acerca peligrosamente al costo de producción máxima promedio en algunas zonas del país. Aunque exista un pequeño “colchón” entre precios y costos, este es un asunto que encendió las señales de alerta en Tabasco. Y, claro, también a nivel nacional. Menos ingreso, menos reparto.
¿Qué pasa con el petróleo?
Un artículo de Asociated Press (AP, diciembre 26), traducido por Jorge Arrambide, desnuda la geopolítica oculta en la historia del ‘sube y baja’ del petróleo: “El desplome del precio del crudo sacudió el orden económico y político mundial, un giro en la rueda de la fortuna que fortaleció los intereses de Estados Unidos y llevó al borde de la crisis financiera a varios grandes países exportadores de petróleo, en especial a los hostiles a Occidente, como Rusia, Irán y Venezuela”. Consecuencia bien diagnosticada. Lo que no cuadra es la frase “un giro en la rueda de la fortuna”. En política las cosas no suceden sólo por fortuna. Exploremos el futuro energético más allá de esa hipotética rueda de la fortuna o de la llamada “mano invisible”.
 
LA TERCERA GUERRA: LOS RECURSOS
DESPUÉS de la segunda guerra mundial, Estados Unidos define una política energética que marcó el siglo XX: cuidar reservas petroleros y convertirse en comprador líder. En diferentes regiones del planeta la prioridad productiva fue dictada por la demanda yanqui del oro negro. Comenzaba una guerra fría que catapultó los recursos energéticos como partida ganadora. Los precios del petróleo se elevaron desde 1948 hasta la crisis energética de 1973, cuando surgió la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Se buscó frenar el desorden del libre mercado de hidrocarburos, para consensuar un precio internacional fijo. México eligió exportar crudo como palanca de desarrollo y en parte acertó: tuvo 6% anual de crecimiento en la fase de jauja petrolera. Pero faltó la autosuficiencia alimentaria, diversificar industrias y activar el campo. Por supuesto que aquí se requiere matizar, pero para tener una perspectiva general permítame esta simplificación. Además, claro, una losa fue el derroche de los ingresos para una clase política insaciable.          
Como el petróleo es recurso no renovable, la clave es qué países se guardan sus hidrocarburos. A largo plazo, serán más fuertes los países con energéticos en su territorio. Aunque la propaganda del corto plazo diga lo contrario. 
Otra cuestión importante: los derivados del petróleo asociados a la petroquímica. El crudo es barato. Su procesamiento y  uso en diferentes industrias le otorgan un valor agregado. La energía del siglo XX fue petrolera, pero el siglo XXI trajo un cambio: de lo tangible a lo intangible. Del hardware (lo físico) al software (lo virtual). Las sociedades de la información combinan la energía en bruto (materia prima, recursos renovables y no renovables) con lo intangible del software. En esa transición, una crisis energética define prioridades geopolíticas que conducen a un choque cultural: occidente y oriente. La guerra por los recursos está en marcha y revela culturas que se mezclan, a la vez que se repelen y compiten.                 
 
IDENTIDAD CULTURAL, ESCENARIO ECONÓMICO
 
FUE EL NORTEAMERICANO Samuel Huntington quien acuñó el término “choque de civilizaciones”, para ubicar el escenario cultural dominante del siglo XXI. Con el derrumbe de las torres gemelas en Nueva York (2001), este escenario fue mediático. El escenario es también económico, con jaloneos por los precios internacionales del petróleo. En el artículo de AP ya citado, las carambolas geopolíticas son varias:   
-Rusia, Irán y Venezuela, países líderes en exportaciones petroleras, han sido sacudidos por el desplome del precio del crudo: 60% acumulado desde junio. El barril costaba 115 dólares y hoy ronda los 50 dólares, y más abajo. 
-Los Petroestados de Medio Oriente tendrán que revisar su rol de administradores del suministro mundial de crudo. Un precio barato no conviene a los jeques árabes y sus asociados.  
-El precio barato del crudo, de mantenerse así, podría impulsar la economía de los grandes consumidores de petróleo, como Estados Unidos y China. En silencio, con perfil discreto, China aparece en el lado ganador a últimas fechas y luchará por la supremacía económica y energética.  
-Podría decirse que esta caída de precios fue el empujón para que Cuba decidiera su acercamiento a Estados Unidos y no con Rusia, su anterior aliado ideológico. Además, Estados Unidos quería cobrarle la cuenta de Ucrania (anexionada por Rusia) a Vladimir Putin, gobernante que soportó tranquilamente las sanciones de Occidente por ese hecho, pero que sí resiente el golpe de oro negro barato. 
-En Irán el golpe es tan duro que el gobierno, para cubrir el agujero  presupuestal, ofreció a los jóvenes iraníes la opción de pagar para ser exceptuados del servicio militar obligatorio de dos años que rige en el país.  
-Venezuela, que tiene las reservas estimadas de petróleo más grandes del mundo, no podrá solventar planes sociales y una política exterior cuya base es la holgura petrolera, incluidas las remesas de petróleo a precio reducido que enviaba a Cuba y a otros países. La inflación en Venezuela está por encima del 60% y hay escasez de muchos productos básicos. 
-Países antiestadounidenses han señalado que Washington, con su aliado Arabia Saudita, fue la mano negra. Esa visión domina en Rusia, donde ex agentes de la KGB cercanos a Putin creen que Washington planeó la caída de la otrora Unión Soviética haciendo que Arabia Saudita incrementara su producción petrolera, hundiendo así los precios y asfixiando los ingresos de Moscú.
Una intuición: los bloques que se formarán por la guerra energética no serán independientes de ciertas definiciones culturales e ideológicas. Es la lucha de identidades como lucha económica. Claro, para México y para Tabasco en particular, esta crisis tienen dos vertientes: el impacto a corto plazo con un desequilibrio en las finanzas, y a largo plazo sin un proyecto de desarrollo que prescinda de la dependencia petrolera.
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