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Home Escala Crítica LOS MUNICIPIOS: ENTRE LA DEBILIDAD, INDEFENSIÓN Y FALTA DE RECURSOS

LOS MUNICIPIOS: ENTRE LA DEBILIDAD, INDEFENSIÓN Y FALTA DE RECURSOS

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 Escala Crítica/Columna diaria

 
* Célula básica: se critica y descalifica, pero no se apoya
* Arranca el año con debate sobre el futuro de los municipales
* Los recursos pasan por muchas manos y llegan rasurados
Por Víctor M. Sámano Labastida
ESTE AÑO será crucial para los municipios mexicanos. Los pobres y ricos ayuntamientos del país, donde hay de todo, no sólo están definidos como la “célula básica” del sistema federado, sino que desde la cúpula son señalados como el eslabón más débil. “Por ahí penetran el narco, la corrupción, y todas las enfermedades del sistema”, se insiste. Peña Nieto anunció una propuesta para dejarlos sin policías y relevar con agentes estatales.
Los presidentes municipales (hay de todo), se defienden: la corrupción grande comienza arriba.
Sobre los municipios no se escribe lo suficiente. De tan visibles en la vida cotidiana, son invisibles para la opinión pública y las políticas federales de corte centralista. El centro condiciona a las regiones y los municipios en prioridades y recursos. Si preguntáramos a los políticos sobre los municipios, ¿quiénes contestarían desde una experiencia significativa? 
López Obrador y su equipo más cercano recorrió dos veces los 2 mil 445 municipios mexicanos (INEGI), aunque hay fuentes que dan cifras de 2 mil 440 (portal municipios.mx) y 2 mil 435 (UNAM), tal vez por la confusión  poblado/villa/delegación, o por el año en que se realizó el conteo. Veamos esta historia sombría de la democracia mexicana.     
 
LAS CUENTAS QUE NO SUMAN, 
LAS ORDEÑAS SILENCIOSAS 
 
UNA REALIDAD inquietante: los recursos destinados no llegan en su totalidad a los municipios. En el largo y sinuoso camino entre la federación y el estado, la ordeña de recursos es casi otra fase del procedimiento administrativo. En una encuesta realizada a 400 alcaldes, por la firma Mitofsky (2012), este punto fue señalado como el principal problema operativo que enfrentan las arcas municipales. Pero, ¿de qué porcentajes estamos hablando exactamente? Cuando se trató de detallar, no se establecieron porcentajes concretos, lo cual da pie a la suspicacia. Quizás los alcaldes se quejan con parte de razón, pero también se curan en salud: los recursos desaparecen por la voracidad de los propios alcaldes.  Demasiadas manos, demasiados dientes.
Finalmente, son los ciudadanos quienes resienten la merma de recursos municipales, no los políticos. Esto lo podemos ver en los servicios. 
Ahora bien, hay que decir que la competencia política provoca que las administraciones municipales se preocupen cada vez más por aplicar programas que refrenden la confianza ciudadana con votos. Mientras tanto, desde el centro (reportes federales de aplicación de programas, 2012-2013) se dice que “los municipios no tienen disciplina presupuestal” y que “campea la improvisación en los programas de gobierno”. Otra vez: sea cual sea la verdad, finalmente los ciudadanos resultan perjudicados.
 
VILLAS Y MUNICIPIOS: 
¿EL LUGAR DEL CRIMEN?
 
LOS MUNICIPIOS tienen sobre sí la sombra del crimen organizado. En diversos estados del norte (Tamaulipas, Chihuahua, Durango, Sonora, Sinaloa, Nuevo León) los elementos de descomposición llevan décadas silenciosas. Cuando se estableció recientemente una medida federal para frenar la impunidad, se eligió al municipio como chivo expiatorio: la federación puede intervenir y declarar discrecionalmente, si fuese el caso, la desaparición de poderes. El temor a la arbitrariedad del centro no es la mejor medicina. 
Pero mientras tanto, ¿cómo frenar la actividad del crimen organizado en los municipios?, esa cuestión no tiene salida clara ni, por tanto, acción directa asumida. ¿O la desaparición de poderes garantiza la aparición automática de la seguridad? La experiencia indica que no.
Se antoja, por otra parte, voltear la cuestión. Si se miran los ínfimos recursos de las policías municipales, entonces, ¿cuál es la causa y cuál es el efecto? Los municipios no parecen causa, sino el efecto de una descomposición que surge desde el mismísimo centro del Estado Mexicano, por la deficiente aplicación de leyes y la corrupción/complicidad de altos mandos, que produce impunidad en todos los niveles. Ahora, con el mando policial que asumirían las 32 corporaciones estatales, ¿qué horizonte prevalecerá en los municipios? Y de nuevo: los ciudadanos de a pie son quienes resentirán cualquier equivocación de planteamiento.
Michoacán, Guerrero, Veracruz, Zacatecas, Coahuila, Estado de México, son otras entidades con desencuentros entre la ciudadanía (que ya se organiza como puede, para poner cierto orden que de otro modo no llega a las calles) y las autoridades (que bien a bien no saben qué hacer, excepto patrullar las calles con más efectivos). Pero la disuasión, como estrategia coherente no llega. De este modo, las nociones de ‘desarrollo’ y ‘seguridad’ parecen irreales, cuando la sobrevivencia es una aspiración.   
  
LOS ÚLTIMOS SON LOS DE ATRÁS;
PANORAMA A LA MITAD DEL PUENTE
 
LOS MUNICIPIOS son el comienzo de la democracia formal y el comienzo del bienestar, si lo hay. Pero están al final de las decisiones estratégicas del  gobierno federal, que sigue apostando por centralizar la supervisión de la seguridad, los programas de desarrollo y los presupuestos.
Sin embargo, en muchos municipios la sociedad se organiza y, al margen de filiaciones partidistas, la cosa pública funciona porque el conocimiento de las realidades cotidianas es el camino más corto para la solución de problemas a ras de suelo. Es una lección a considerar con seriedad: allá donde se parte de miradas cercanas a los problemas, la solución parece viable a corto plazo.
¿Podrá la clase política revertir sus soluciones?, ¿Habrá el coraje político para devolverle al municipio su autonomía y superar su indefensión?, ¿Es la visión centralista una solución real para ciudadanos que desde sus municipios se cansan de esperar y pasan, desesperados, al radicalismo o, hastiados de la política, a la indiferencia? Ciudadano, desde luego, es una palabra que viene de ciudad. El municipio es solución, a condición de que recupere su condición corresponsable para la estructuración de programas y acciones gubernamentales. ¿Será así? Desde el centro no parece muy probable. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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