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*El (mal) ejemplo del Partido Socialdemócrata en Morelos; un viejo estilo

*La enfermedad del nepotismo cruza de izquierda a derecha, nadie se salva

*En Campeche, derrotan al zar antisecuestros; pone PRI candidato de unidad

  

Víctor M. Sámano Labastida

TRES SON los nuevos partidos que competirán este año: Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Partido Humanista (PH) y Encuentro Social (PES). Existe el fundado temor que estos dos últimos se diluyan como sucedió después de las elecciones de años 2000 cuando también tuvimos un exceso de partidos. Once en total. Ahora son diez. Uno de aquellos partidos que perdió su registro es el Social Demócrata. Se mantuvo hasta el 2009 como instituto nacional, pero luego quedó como una especie de franquicia estatal.

De esta organización se vuelve a hablar ahora por la poco seria postulación del futbolista Cuauhtémoc Blanco para la alcaldía de Cuernavaca, Morelos. Apenas en diciembre pasado el similar del PSD en Yucatán desapareció como partido político estatal dejando un adeudo por unos casi 400 mil pesos de multas no pagadas. Sin contar con los recursos de que dispuso durante su efímera vida en aquella entidad.

 

RECETAS PARA SOBREVIVIR 

DENTRO DEL PRESUPUESTO

En Chiapas, el PSD logró ser registrado estatalmente ahora con el nombre de Orgullo Chiapas (POCh). En 2010, antes de desaparecer hizo alianza parcial con el PAN. En su renacimiento como POCh los socialdemócratas chiapanecos tuvieron como dirigente a la esposa del ex gobernador Juan Sabines, la señora Isabel Aguilera. Quien antes había estado a cargo de un programa de solidaridad al estilo de Carlos Salinas. Los pobres como garantía de voto cautivo.

Algunos rescoldos del PSD nacional, que en fechas de su casi extinción cambió a Partido Alianza Socialdemócrata, se pueden encontrar en el Partido Humanista. Antes, versiones periodísticas indican que René Arce, ex jefe de una corriente o tribu dentro del PRD, vendió por diez millones al PSD la ilusión de conservar el registro: a cambio de varias candidaturas le ofreció a Jorge Carlos Díaz Cuervo, dueño de la franquicia pesedista, ochenta mil votos que al final se tradujeron en sólo 15 mil. Los comicios del 2009 sellaron la suerte del partido de la mano extendida.

Perdió el registro pero se reprodujo en los estados. En Morelos, donde busca impulsar como candidato a la capital del estado al futbolisto Cuauhtémoc Blanco, según reporta el diario Reforma (24/I/2015), el PSD está convertido en negocio de la familia del ex regidor Roberto Yáñez Vázquez y administrado por Eduardo Bordonave.

Ese instituto podría ser un ejemplo de los huecos legales por donde se cuelan los abusivos: en 2012 el hijo de Roberto Yáñez, Julio Yáñez Moreno, fie candidato a la gubernatura; el otro heredero también de nombre Roberto Yáñez, logró una diputación plurinominal. 

Durante el 2014 el PSD morelense recibió unos siete millones de pesos en recursos públicos. Este año obtendrá otros 4 millones 424 mil pesos para gastos ordinarios y un millón 300 mil para campañas. Anota Héctor González en Reforma: ante el reclamo de la autoridad electoral por el manejo irregular re recursos “el PSD intentó justificar 90 mil pesos con notas de supermercado, bajo el argumento de que preparaban comida en sus oficinas”.  Otros 30 los gastó en cigarrillos y alcohol.

Otra más: “También pretendió justifica el financiamiento de un curso de inglés a una militante”.

En l982, el Partido Socialista de los Trabajadores, después Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, buscó afirmar su registro con la candidatura a una diputación del boxeador Rubén Olivares. Otro boxeador millonario, Jorge Kahwagi, fue diputado federal por el Partido Verde Ecologista, y posteriormente pasó al Partido Nueva Alianza del que fue secretario general. 

Otros partidos que entraron al negocio de la política postulando gente de la farándula o familiares y compadres son los desaparecidos Sociedad Nacionalista y Alianza Social. Algunos de sus viejos promotores, empresarios de saliva al fin, pretenden regresar en otros minipartidos. ¿En realidad los ciudadanos califican?

LOS AMARRES “DEMOCRÁTICOS”

PARTIDISTAS; GRILLA CAMPECHANA

EL ZAR Antisecuestros, Renato Sales Heredia, fue superado en la carrera por la candidatura del PRI al gobierno de Campeche. La dirigencia nacional del tricolor se decidió por el dos veces diputado federal plurinominal Alejandro Moreno Cárdenas y ex senador. A este último parece que le valió estar en el CEN priista con secretario de Operación Política.  

Sales Heredia había sido procurador de Campeche y en enero de 2014 fue designado por el presidente Enrique Peña Nieto como titular de la Coordinación Nacional Antisecuestros. 

Moreno Cárdenas buscará mantener a Campeche entre los nueve estados de la República en los que no ha habido alternancia. Los otros con un PRI invicto son Coahuila, Colima, Durango, Hidalgo, Edomex, Quintana Roo, Taaulipas y Veracruz.   

En las elecciones estatales del 2009, fue el PAN el que dio batalla al PRI cuando obtuvo el 43 por ciento de los votos contra el 51 por ciento de la alianza que el tricolor realizó con el Panal para impulsar a Fernando Ortega Barnés. Para los comicios del 2015 los panistas postularán a Jorge Rosiñol Abreu, ex alcalde de El Carmen.

El Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) llevará a Layda Sansores, quien ya fue candidata al mismo cargo. La hija del ex gobernador priista Carlos Sansores (El Negro), como abanderada del PRD estuvo en 1997 a un paso de la gubernatura cuando el representante tricolor Antonio González Kuri le sacó una ventaja de sólo 15 mil 351 votos. Los solaztequistas se beneficiaron del voto de castigo contra el PRI.

En los comicios del 2003 subió el PAN en votación y se colocó a sólo cinco mil votos del tricolor; en cambio el PRD con Álvaro Arceo cayó hasta obtener menos del dos por ciento de los votos.  Esta tendencia se mantuvo en el 2009 cuando nuevamente el PAN se colocó en segundo sitio y los solaztequistas con Francisco Brown quedaron por debajo del uno por ciento. Se podría anticipar que la batalla será esta vez entre el priista  Alejandro Moreno y la morenista Layda.

 

AL MARGEN

DE LA LECTURA de Julio Scherer rescato este párrafo: “Fui reportero de Excélsior y me casé con Susana. Como periodista me sentí trastornado cuando vi publicada mi primera nota en el diario. Me soñé cazador de especies inauditas, las exclusivas desplegadas a ocho columnas. El día que contraje nupcias con Susana, torpe como he sido desde mi nacimiento, extravié el anillo de casado. Susana lloró y tiró su argolla. Ella me preguntó si la pérdida no sería un mal augurio. Le dije que no, que anunciaba nuestra libertad”. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )