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*La resistencia civil y la resistencia energética, dos temas abiertos

*Banderas electorales para las campañas, junto a seguridad y empleo

*¿Reelección?: aseguran que Evaristo Hernández venció resistencias

Víctor M. Sámano Labastida

 

SE CUMPLEN los tiempos y muchos de los pronósticos. Tabasco entró de lleno en la ruleta electoral. Aunque las campañas de proselitismo son permanentes, es ahora cuando los partidos están formalmente en las llamadas precampañas internas para posteriormente entrar en la competencia oficial. Y así llegamos a estas fechas con dos expedientes abiertos: el de las movilizaciones contra o a favor de Pemex y el del “no pago” a la Comisión Federal de Electricidad.

Así como los partidos y candidatos de todos los colores no dejarán pasar la ocasión para utilizar estos dos asuntos sin resolver, es válido preguntarse si el gobierno federal caerá en la tentación de hacer un uso electoral. ¿O ya lo hace?

Observamos cómo un partido ya está sacando ventaja de los reclamos contra Pemex, aunque esto no había formado parte de su agenda en el pasado: el Partido Verde Ecologista atrajo a sus filas a la diputada Verónica Pérez, quien llegó al Congreso por la vía del PRD. Desde octubre del 2013, Pérez Rojas fue construyendo un liderazgo entre los delegados de las comunidades real o supuestamente afectadas.

De los diversos aspectos de la cuestión petrolera tratamos en una colaboración anterior: el reclamo contra la reforma energética (Morena) y su defensa (PRI-PAN); la exigencia de un mejor trato en el reparto de los recursos fiscales (PRD y gobierno), entre otros; la pospuesta oleada de inversiones. Hay un ingrediente más: el recorte en empleos anunciado por Pemex y el impacto indirecto en otros segmentos de la economía.

 

DE LA LUZ A LA OBSCURIDAD

CON ESTE frente observamos otro. El del servicio de electricidad con varios ángulos: 1.- Los adeudos de la resistencia civil y del “no pago”; 2.- El reclamo de una tarifa justa; 3.- La transformación de la Comisión Federal de Electricidad en Empresa Productiva del Estado; 4.- El deterioro del servicio por la falta de inversiones.

El gobierno estatal anunció hace unos meses que las conversaciones con el director de la CFE, Enrique Ochoa Reza, iban por buen camino. El funcionario federal “es un político sensible” y defenderá un buen acuerdo, dice una fuente a este columnista. El tema rebasa la buena voluntad y choca con la dura realidad.

Tiene ingredientes políticos, económicos y sociales. También ahora estrictamente empresariales. A finales de 1996, tras dos años del inicio de la resistencia civil, la CFE reportaba 124 mil deudores en Tabasco.  Ahora se habla de una cifra de más de 400 mil usuarios rezagados en el pago del servicio. Pero ahí entra de todo: desde aquellos que iniciaron la resistencia en 1995 hasta aquellos que adeudan dos o tres bimestres. Lo mismo que quienes no quieren pagar junto a los que no pueden pagar.

Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y ahora Enrique Peña Nieto han visto crecer el problema del “no pago”. Lo mismo que los gobernadores Roberto Madrazo, Víctor Barceló, Enrique Priego, Manuel Andrade, Andrés Granier y ahora Arturo Núñez.

En todo este tiempo se han atravesado varios hechos trascendentes que han cambiado los términos de cualquier convenio: la gran inundación del 2007 y un “acuerdo compensatorio” que obligó al gobierno estatal a comprometer el pago de un subsidio para mantener bajas las tarifas. Unas tarifas que la mayoría de la población sigue considerando altas, pero que para la CFE no compensan sus gastos de producción. 

Ahora se agregó un elemento determinante: la desaparición de la CFE como empresa paraestatal y su transformación en “empresa productiva del Estado” (EPE), lo que en términos llanos significa que se tendrá que guiar por la máxima ganancia y el mínimo costo. Se privilegiarán los criterios económicos y no los criterios sociales. 

Esto implica que las negociaciones por las nuevas tarifas y el “borrón y cuenta nueva” entran en un terreno distinto del que estaban al inicio de este gobierno.

Por eso no se extrañe que también el tema de los pagos a la CFE sean bandera electoral: el PRI va a exigir al gobierno –estatal, por supuesto- cumpla con el “borrón y cuenta nueva”; el PRD reclamará que el gobierno –federal, por supuesto-, cumpla con tarifas justas; en tanto que Morena reclamará las dos cosas…y hasta una indemnización de la CFE a Tabasco por los daños ocasionados en la generación de electricidad. Y por ahí se irán los otros partidos.

Esperando también que Peña Nieto cumpla con su oferta de campaña de bajar las tarifas de electricidad…y subir los salarios. Una misión casi imposible.

Por eso es de prever que en las campañas electorales veremos juntarse los reclamos y manifestaciones contra los cortes de luz y por las indemnizaciones de Pemex. ¿Quién sacará ventaja?, ¿cuál será la respuesta del electorado?

EVA…DE NUEVO

DESDE el domingo se daba como un hecho que el ex alcalde Evaristo Hernández Cruz sería el candidato del PRI a la presidencia municipal de Centro. Este político priista aspiró a la candidatura al gobierno del estado en 2012 y posteriormente buscó la dirigencia de su partido. En los dos casos le pasaron encima la aplanadora de los grupos opuestos a este polémico personaje. 

Para crear su propia corriente en el tricolor Hernández Cruz fundó la asociación Félix Fulgencio Palavicini de la que fue presidente el ex gobernador Víctor Manuel Barceló. Son circunstancias distintas pero habrá que recordar que cuando el actual gobernador Arturo Núñez fue marginado por la dirigencia del PRI –donde aspiró a la candidatura estatal-, también creó una asociación, la José María Pino Suárez.

AL MARGEN

 

EN ESTOS días prácticamente todos los partidos están en proceso de formalizar la designación de sus candidatos a las diputaciones locales y a las presidencias municipales. También la mayoría ha seleccionado a sus candidatos a las diputaciones federales.

Llama la atención que los partidos que tienen aspirantes desempeñando cargos públicos no hayan cumplido con su compromiso de establecer igualdad de oportunidades para todos. Evidentemente que quienes tienen cargos públicos o cargos de dirigencia, están en notable ventaja frente al resto de los militantes de cada partido.

Pero además caminan en la frágil frontera del uso no autorizado de recursos públicos. O, como decía el clásico: hacer cosas buenas que parezcan malas…( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )