Escala Crítica/Columna diaria
*Simpatías fluctuantes, poder de las estructuras, candidatos
*Las clientelas del PRD y Morena; las del PRI y PVEM
*López Obrador: no hay ruptura con Núñez; presenta libro
Víctor M. Sámano Labastida
QUEDAN dos semanas de campañas electorales. Aunque de manera oficial la tarea de proselitismo concluye tres días antes de la jornada electoral del 7 de junio, se puede anticipar que desde el domingo 31 de mayo muchos partidos y candidatos culminarán sus recorridos en busca del voto para concentrarse en los últimos detalles para movilizar sus estructuras electorales. Como se ha dicho, en las elecciones intermedias casi todas las organizaciones le apuestan al llamado “voto duro” y al voto de la militancia.
Un interesante recuento publicado ayer en este diario (Presente, de Villahermosa, Tabasco) muestra cómo ocurre la caída en la participación en las urnas entre una elección general –que incluye el voto por el Presidente de la República o el del Gobernador-, y aquellos en los que sólo se dan las de diputados y alcaldes. La baja en la votación es mucho mayor cuando sólo se votaba por diputados federales.
En 2009 se llegó al extremo en las distritos IV y VI que corresponden a la capital tabasqueña que en las votaciones federales sólo fueron a las urnas 35 de cada cien empadronados. En las votaciones para alcaldes ese mismo año, mientras el promedio de los 16 municipios fue de 58 por ciento en ciento apenas acudieron a sufragar el 45 por ciento. Queda claro que el “gancho” electoral son la gubernatura y la presidencia federal.
BENEFICIADOS LOS FEDERALES
LOS EQUIPOS de campaña de los candidatos a los diversos cargos hacen sus estimaciones de cuántos votos requerirán para ganar las diputaciones y las alcaldías. Los pronósticos no son fáciles porque las circunstancias han cambiado radicalmente: desde el hecho mismo de que ya no esté el PRI en el gobierno del estado –lo que indudablemente daba ventajas al tricolor-, hasta el que ahora haya elecciones concurrentes estatales y federales.
Sin duda que los candidatos a las diputaciones federales se beneficiarán de un mayor porcentaje de participación a la que se registraba históricamente –como le decía, en promedio el 41 por ciento y hasta un 35 por ciento en Centro-, lo que desde otra perspectiva significa una mayor legitimidad en la representación de los ganadores. Aunque lamentablemente hay partidos y candidatos que le apuestan a un mayor abstencionismo para ganar sólo con su “voto duro”…aunque usted no lo crea.
En el 2009, la alcaldía de Centro la obtuvo el PRI con 95 mil votos; el segundo lugar fue para el PRD con 86 mil 154 sufragios. En las intermedias anteriores, en el 2003, para quedarse con la presidencia del ayuntamiento de la capital tabasqueña bastaron 66 mil 833 votos; en segundo sitio se ubicó quien obtuvo 53 mil 390 sufragios.
Como se ha dicho, sube la participación en las elecciones generales. Por eso no es dable comparar lo que requirió un candidato para ganar en el 2012, cuando el efecto de las campañas presidencial y para gobernador hicieron que el ganador de la alcaldía –por primera vez una coalición contraria al PRI- obtuviera casi 160 mil votos. El derrotado tricolor sumó, a pesar de su traspiés 134 mil sufragios.
¿Cuánto se requerirá para quedarse con la presidencia municipal de Centro? Es posible que menos de cien mil votos por una razón: ya no son sólo dos bloques hegemónicos, sino que ahora hay cuatro jugadores punteros, en el orden que usted quiera ahí están –los cito alfabéticamente- Morena, PRD, PRI y PVEM-Panal.
OTRO tema interesante en estos comicios es haca dónde se cargarán los votos.
En el caso del PRI, cuyos votos disidentes se fueron en el 2012 hacia la coalición encabezada por Arturo Núñez, ahora parece que se están inclinando hacia el Partido Verde. Lo cual no tendría nada de sorpresivo si consideramos que tradicionalmente el PRI y el PVEM son aliados, pero en Tabasco actualmente no sucede: estos dos partidos se disputan los mismos segmentos de votantes. El PRI básicamente se queda con su “voto duro”, aunque con la interrogante de cuánto habrá perdido al ya no tener los recursos del gobierno.
El PVEM busca allegarse las simpatías de una franja muy pequeña del PRD en donde militaba su actual candidata, pero le apuesta más al “voto ciudadano” que –supone- representa su abanderada. Al mismo tiempo mete en apuros al PAN cuyos votos podrían terminar siendo divididos en favor de los verdes.
El PRD y Morena compiten básicamente por un mismo sector: el voto histórico del perredismo y el que resulta del llamado “efecto López Obrador”. Los optimistas estiman que los sufragios en diputa son los 200 mil que logró el candidato presidencial de las izquierdas en el 2012, pero esos corresponden a una participación de más del 70 por ciento de los votantes.
Pero también el PRD busca beneficiarse de los segmentos del voto que antes tenía el PRI por la vía corporativa, mientras que Morena cifra sus esperanzas en la nueva afiliación que -rebasaría afirman- los 80 mil militantes.
Los solaztequistas se abrieron a un pacto electoral con Nueva Alianza en Centro. En algunos casos repartirán los votos con el partido magisterial.
También es una incógnita del porcentaje de sufragios que se lleven los antiguos aliados de la coalición de izquierdas, el PT y Movimiento Ciudadano, que también tienen candidatos propios.
En estos días se comenzará a hablar del llamado “voto útil”, para tratar de formar dos grandes bloques.
TRÓPICO Y PODER
ANDRÉS Manuel López Obrador presentó ayer en Villahermosa su libro “El poder en el trópico”, una obra de más de 800 páginas que refiere la historia de Tabasco. Los comentaristas del estudio fueron Carlos Pellicer López y Carlos Ruiz Abreu, el moderador fue el senador Adán López Hernández. Habrá oportunidad de comentar ampliamente este decimotercer libro del tabasqueño quien publicó su primera contribución editorial en 1986 con el título de “Los primeros pasos”.
Desde entonces ha escrito tanto de su experiencia como político en activo como en su calidad de investigador. Mencionemos sólo algunas obras de historia: Del esplendor a la sombra, la República restaurada, Tabasco 1867 1876 (1988); Entre la Historia y la Esperanza: corrupción y lucha democrática en Tabasco (1995); La gran tentación: el petróleo de México (2008) y Neoporfirismo: Hoy como ayer (2014).
Durante una reunión que tuvo por la mañana del lunes con la dirigencia de Morena y los candidatos del naciente partido afirmó que no existe rompimiento con el gobernador Arturo Núñez, a quien mencionó como su amigo. Sólo hay una diferencia en los enfoques de la política. El propio Núñez ha señalado que comprende perfectamente el papel de López Obrador como líder de un partido opositor. (
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