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Home Escala Crítica MANUEL CAMACHO, EL DIÁLOGO Y LAS ELECCIONES DOMINICALES

MANUEL CAMACHO, EL DIÁLOGO Y LAS ELECCIONES DOMINICALES

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Falleció un negociador por excelencia; polémico, pero hábil
*El terremoto del 85, la revuelta del 94, los éxodos del 91
*Después de las votaciones, la oportunidad para los cambios 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
  
ES HORA de bajar un poco el tono. Concluyeron las campañas electorales y los ciudadanos tienen ahora la posibilidad de decidir qué candidato y qué partido obtendrá una alcaldía, una diputación, y hasta la mayoría como fuerza política. Es necesario pasar ahora del discurso beligerante al receso para la construcción de las nuevas alianzas. El lunes será otro día pero no cualquiera, será el día posterior a las votaciones. Se acaba la especulación y se suman los votos.
Precisamente conversaba con uno de los amables lectores de esta columna sobre la importancia de las condiciones para la convivencia pacífica, y hasta para la competencia electoral que tiene sus ingredientes de confrontación, cuando nos enteramos de la muerte de Manuel Camacho Solís. Era senador de la República en un encargo que terminaría en el 2018. No pudo llegar al final del periodo. Tenía varios meses convaleciendo por un cáncer cerebral.
 
POLÍTICA Y DIÁLOGO
Camacho Solís entendía la política como negociación, me dijo su ex compañero en el Partido de Centro Democrático, José Eduardo Beltrán Hernández. Para Enrique González Pedrero, el ex regente del Distrito Federal era un conciliador por definición. En los mismos términos lo había definido Arturo Núñez, quien lo trató tanto en el PRI como fuera de ese instituto. 
“Un servidor público eficiente y un político conciliador”, lo calificó Andrés Manuel López Obrador. Hubo coincidencia entre sus afectos y desafectos sobre la principal característica del político centrista.
En su reporte sobre el fallecimiento de Camacho Solís CNN-México tituló: “Un negociador que quiso ser presidente de México”. Ocupó los más diversos cargos.
En efecto, en la gama de actividades que ofrece el poder público en nuestro país, a Manuel Camacho sólo le faltó ser presidente de la República: fue regente del DF (el equivalente ahora a Jefe de Gobierno), titular de las secretarías de Desarrollo Urbano y de Relaciones Exteriores; diputado federal y senador. Hasta llegó a ser candidato a la Presidencia en el 2000 por el PCD que él mismo fundó.
Quizá su actividad más importante se desarrolló en el ámbito de la negociación: con las organizaciones sociales después del sismo de 1985; con Cuauhtémoc Cárdenas después de la “caída del sistema” en 1988; con el EZLN tras la revuelta armada en 1994.
Ya fuera del PRI, su vocación negociadora lo llevó a intervenir en los días del desafuero contra López Obrador y después intentar el Frente Amplio Progresista en 2007 y el Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA) en 2009. Buscaba a toda costa mantener la alianza de las izquierdas.
Como decía se le reconocen sus diversas intervenciones para evitar las confrontaciones, intervenir para la negociación política. Así sucedió, por ejemplo, en aquel éxodo por la democracia que realizó López Obrador hacia el Distrito Federal, cuando Manuel Camacho era regente de la capital del país.
Pero también se le recuerda porque fue quien encabezó el equipo negociador durante la crisis política de 1988, cuando la oposición encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas desconoció los resultados electorales. Lo mismo negoció con Diego Fernández, del PAN.
Es posible que muchos no hayan estado de acuerdo con Camacho Solís, pero se puede afirmar que es de los pocos personajes que en la política mexicana se dedican a construir acuerdos. Los acuerdos que serán necesarios, por ejemplo, después de las elecciones de domingo próximo.
 
ORGANIZARSE, NO CONFRONTARSE
Y COMO le decía, el lunes será otro día. Las elecciones pondrán a prueba a los partidos, autoridades y ciudadanos. Recordemos que numerosos partidos han surgido y desaparecido. Como en el 2000 que tuvimos hasta once candidatos al gobierno del estado, con igual número de partidos. Pero a la siguiente elección por lo menos cinco organizaciones ya estaban en liquidación. 
Lo que debe disminuirse es el riesgo de la violencia y en esto mucho pueden contribuir partidos y autoridades. Es necesario construir un discurso de la paz ya terminadas las campañas. Como bien se dice: no hay que calentar el ambiente. Ya demasiado cargado está con la violencia criminal y delictiva. 
Seguramente en el balance de los resultados del lunes y con miras a los próximos tres años de la administración estatal, deberá hacerse un relanzamiento de la política y hasta sería la oportunidad para algunos cambios o ajustes en el gabinete. Como dicen: la política es tiempo y circunstancia.
De hecho, el resultado de las elecciones por sí mismas ya significarán un cambio. Modifican la correlación de fuerzas de los distintos actores. Son en parte un plebiscito, pero también un termómetro del estado de ánimo social.   
 
AL MARGEN
CON MOTIVO de las elecciones este domingo Grupo Presente Multimedios realizará una cobertura especial. Este columnista ha sido invitado a participar en la transmisión de apertura de la jornada electoral, de 8:00 a 10:00 de la mañana y al cierre en una mesa de análisis de 21:00 a 22:00 horas. Fórmula Tabasco y Presente TV transmitirán conjuntamente con Visión Cablecom, por el Canal 10 de TV.
RESULTA indispensable que las autoridades estén pendientes para atender las denuncias respecto a presuntas violaciones a las leyes electorales. Debe cuidarse que la pasión de los militantes no lleve a situaciones de riesgo. Recordemos que uno puede ser el mensaje que emiten los líderes y otro muy distinto el que puede interpretarse en la base de su militancia. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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