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Home Escala Crítica LECCIONES DE MANUEL CAMACHO: HACER EL CAMBIO CON LOS OTROS

LECCIONES DE MANUEL CAMACHO: HACER EL CAMBIO CON LOS OTROS

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Los intereses conservadores en México son muy poderosos
*Fox traicionó la democracia; necesario, acuerdo de reformadores
*Reconocer el triunfo de Obrador hubiera legitimado las instituciones
 
Por Víctor M. Sámano Labastida 
DIJO Manuel Camacho que en México los radicales no tienen futuro en la lucha por el poder, terminan por ser aislados y arrojados al ostracismo; que es necesario comprender que una acción transformadora no es posible sin tomar en cuenta que las fuerzas conservadoras están muy arraigadas. Un nuevo orden no es posible por la violencia. Esta convicción explicaría la labor negociadora, de construcción de puentes, que caracterizó al político y académico.
A Camacho Solís me referí en esta columna en ocasión de su reciente fallecimiento. En estos días, el periódico Presente (Villahermosa, Tabasco), retoma una amplia y sustanciosa conversación que el filósofo Ismael Carvallo Robledo tuvo con el ex funcionario y ex legislador.
Publicada originalmente en la revista madrileña El Catoplebas en el 2008, varias son las ideas expuestas por Camacho Solís que me parece importante retomar. Cito entre otras.
 
DRAMA MEXICANO
PARA CAMACHO Solís es fundamental que México tenga un Estado fuerte, que proteja el interés público, con una sociedad de menos desigualdades. Contrariamente a la idea de Carlos Salinas para desmantelar al Estado. Pero esto sólo se puede hacer por la vía de centro izquierda. 
Reflexionaba: “el drama es que una persona moderada en México choca con la realidad; o sea, los radicales simplemente no existen. Por qué, porque están tan lejos del país que fácilmente son aislados y de nuevo arrojados al ostracismo.”
De esta manera, “para hacer el tránsito hacia algo diferente, no lo puedes hacer a partir de una facción o de un partido; lo tienes que hacer a partir de tomar en cuenta a los otros. Porque mi tesis desde hace mucho tiempo ha sido que a lo mejor en otras partes sí existen las condiciones, pero en México no existen las condiciones para que una fuerza reformadora se imponga sobre las demás. Las fuerzas conservadoras son más poderosas, tienen muchos recursos, y por lo tanto pretender que se puede establecer un orden sin ellas es una utopía”.
 
UN MOMENTO FALLIDO
UNA OPORTUNIDAD para la transformación del país ocurrió en el 2000 -afirmó Camacho-, con la alternancia y la llegada de un partido distinto del PRI al poder. ¿Qué sucedió?
“…ese era el momento en donde la alternancia que (se) había logrado debió haber tomado profundidad y haber llevado a un cambio institucional y a nuevos acuerdos; las condiciones eran óptimas, pero desafortunadamente un hombre (Vicente Fox), no sólo sin talento y sin conocimiento, sino que también un hombre que traiciona a la democracia, interfiere todo el proceso y lo arruina, y arruina también a la economía mexicana, con el enorme dispendio petrolero que tuvimos en esos años”.
Era necesario entonces, en la primera alternancia, “un acuerdo entre los reformadores de uno y otro lado, para sacar adelante un proceso de otro género. Pero –pues– esta circunstancia desafortunada, de un hombre que se alía con los peores intereses, que se corrompe (…) echa a perder esta oportunidad histórica del país”.
A pesar de aquel fracaso, Camacho siguió insistiendo en un acuerdo nacional para la reforma. Lo hizo en el 2006 y lo intentó en los días previos a las elecciones del 2012. Le comentó a Ismael Carvallo que un cambio de ese tipo “va a ser más difícil, pero de todas maneras se va a tener que hacer”. Planteaba que para las nuevas condiciones y ante la necesidad había que inventar una manera práctica. Sin embargo –advertía- “espero que no sea después de un descalabro mayúsculo, que podamos tener en los próximos meses o en los próximos años”. 
Para Manuel Camacho, en México seguimos teniendo el problema que teníamos en los años 70: “un Estado que en esa época parecía muy poderoso pero que no lo era tanto por la presencia de los feudos políticos, y ahora se ha recrudecido, porque el fortalecimiento de los feudos es aún mayor, tenemos feudos regionales, cacicazgos regionales, feudos corporativos, feudos de intereses económicos, feudos de los medios de comunicación”. 
Estudioso del sistema mexicano dijo a su interlocutor que lo que veía como el gran problema de los años 70 ahora es mucho mayor, pero –agregó optimista- con una compensación “que entonces el nivel de consciencia y organización de la sociedad era menor que ahora; que la parte del peso de la opinión internacional era menor. Pero sobre todo el primer factor, es decir, el peso de la sociedad”.
OPONERSE AL CAMBIO, COMPLICA
Estudioso del italiano Antonio Gramsci, el ex regente del DF practicaba “el optimismo de la voluntad ante el pesimismo de la inteligencia”. De ahí que –expresó a Carvallo en la entrevista referida- “siempre guardo el espacio de la voluntad política. Pero lo que todo esto te dice, en vistas de lo que después pasó, es que el orden establecido en México cometió un gran error histórico al haber echado a perder la posibilidad de un cambio progresista por una vía pacífica. O sea, la presidencia de López Obrador, con todos sus defectos, que no los desconozco, hubiera legitimado enormemente a las instituciones políticas del país, hubiera fortalecido al Estado, y eso hubiera sido bueno para los empresarios, y hubiera sido bueno para el orden internacional”. Tratar de frenar las cosas –apuntó- nos ha metido en una situación más complicada.  
Otra reflexión. En una parte de la entrevista, Camacho Solís se refiere a Felipe Calderón durante aquel intento de imponer una reforma del petróleo, pero aplicable a otros casos: “el seguir insistiendo en imponer las cosas sin tomar en cuenta a la gente, el seguir queriendo hacer todo por la vía de la publicidad, de los spots, ya ni siquiera informando al Congreso, con la prensa corrupta, amenazante, que lo que hace es tratar de engañar y de distorsionar la realidad, pues son formas de gobierno ya muy agotadas. Siempre son útiles. ¿Por qué? Pues porque siempre, cuando tú repartes dinero, algo vas a lograr. Cuando tú amenazas algo vas a lograr. Pero ya con rendimientos claramente decrecientes, además de ser inmorales”.
Al exponer su labor en el impulso de la consulta energética del 2008, Camacho Solís destacó: “en los lugares donde había los pleitos mayores, pusimos de acuerdo a las partes, le dimos a cada quién su lugar”. Esto, dicen, es la política cuando hay objetivos claros.
Por supuesto que Camacho tiene sus detractores. Hay quienes se quedan en la descalificación personal. La entrevista de Carvallo Robledo invita a reflexionar respecto a las ideas. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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