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*Se abre el abanico de los competidores en el 2018; alianzas y resistencias 

*Nueve estados aún sin alternancia; las definiciones de López Obrador

*Núñez: la inseguridad como prioridad en la agenda; combate a la impunidad

Víctor M. Sámano Labastida

 

LE COMENTABA ayer que los comicios del 2015 fueron la confirmación de que el PRI dejó de ser hegemónico en Tabasco. Hace tres años, la entidad dejó la lista de los estados en donde aún no existía alternancia política a nivel de la gubernatura. No es poca cosa, porque hay nueve entidades que siguen formando parte del bloque aparentemente inexpugnable del tricolor, entre estas el Estado de México, el del mayor número de empadronados en el país.

Otros estados sin alternancia a nivel de gubernatura hasta la fecha son Campeche y Colima, donde hubo elecciones este año; además de Coahuila, Durango, Hidalgo, Tamaulipas, Veracruz y Quintana Roo. En esta última plaza se sabe que hay en curso una alianza PRI-PVEM para postular en el 2016 como candidato nada menos que a Jorge Emilio González, el llamado “Niño Verde” (que no es ni lo uno, ni lo otro).

Para el año próximo están igualmente previstas votaciones para gobernador en Aguascalientes, Zacatecas, Sinaloa, Tlaxcala, Puebla, Chihuahua, Oaxaca, Hidalgo, Veracruz, Tamaulipas y Durango. Entre 2015 y 2016 se habrán renovado los gobiernos de 21 entidades, lo que para los partidos y aspirantes a la Presidencia serán una base para la contienda del 2018.

 

UNA APUESTA ARRIESGADA

PARA esa batalla se han perfilado varios aspirantes. El más visible es Andrés Manuel López Obrador quien tiene una apuesta arriesgada pero dentro de su lógica. Ayer reiteró que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) decidió que no harán alianzas con ninguno de los partidos existentes  y que sólo irán con un gran frente ciudadano a las elecciones del 2018.

Como le decía, la oposición consiguió desmantelar el sistema de partido único cuando sus líderes decidieron unirse en un frente de centro izquierdas primero en 1988 y luego en 1991 para formar un solo partido. Es cierto que no fue el cardenismo y sus aliados los que ganaron los comicios del 2000, pero seis años antes habían abierto un enorme boquete a la muralla del PRI.

Después de las experiencias electorales de 2006 y 2012, López Obrador decidió formar su propio partido y considera que logrará una mayoría de votos en el 2018, pero además que se les reconozca. Reseñé aquí la argumentación de Manuel Camacho respecto al poder del conservadurismo en el país y cómo resultaba difícil que una sola fuerza –mucho menos una radical de izquierda- lograra conquistar la mayoría suficiente para realizar cambios profundos. Andrés Manuel considera que sí.

Las condiciones político-electorales son muy distintas a las de 1988. Sin embargo, las votaciones recientes mostraron que Morena tiene que superar muchos obstáculos en sólo tres años. Son impedimentos externos, pero también limitaciones internas. Me parece que son estas últimas las que con mayor urgencia y firmeza tiene que atender el nuevo partido. Tiene que evitar el aislamiento. Recordemos que una de las deficiencias que más pesaron en la organización lopezobradorista en 2006 –sin descartar el alegado fraude electoral-, fue su cobertura en las casillas en todo el territorio nacional.

Si algo nos indican los números del 2015 –es la referencia “dura” y oficial con que se cuenta para el análisis-, es que aún Morena no tiene una presencia territorial nacional, a pesar de haber superado al PRD en 18 de los 32 estados.  Algo similar sucede en Tabasco si vamos a los datos de la votación válida emitida.

Recientemente cuando Dante Delgado propuso a López Obrador una coalición con miras al 2018, el tabasqueño respondió: “Yo creo que son ya proyectos distintos, Movimiento Ciudadano está más en la idea de conseguir espacios y cargos, nosotros estamos más en la idea de transformar, yo creo que ese es el fondo de nuestras diferencias: vemos el proceso electoral como un medio, no como un fin”.

López Obrador anunció que después de participar en la campaña en Chiapas, donde habrá elecciones el 19 de julio, acudirá a Tabasco para recorrer todo el estado. Se desmarcó del gobierno de Arturo Núñez y afirmó que los militantes de Morena que participan en la administración estatal lo hacen a título individual. En una conversación telefónica con Jesús Sibilla en Tele-reportaje, el fundador de Morena reiteró que en las elecciones del 2015 “quisieron avasallarnos” –dijo-, pero evaluó que en términos generales a Morena “le fue bien en todo el país”, al tiempo que logró los votos más económicos porque no dispuso de recursos públicos para la campaña. En efecto, hay que recordar que los tres partidos con nuevo registro sólo tuvieron acceso a las prerrogativas ordinarias y no al presupuesto para campañas que ya hemos desglosado en esta columna.

 

CRIMEN CON CASTIGO

EN TABASCO se vive una crisis en la seguridad pública, han reconocido las autoridades y lo han señalado también diversas organizaciones. El gobernador Arturo Núñez afirmó que son varias las causas profundas de la inseguridad y el incremento de la delincuencia.

Se refirió a problemas como la pobreza, el desempleo y marginación, como factores que influyen en la incidencia delictiva. Es cierto que Tabasco tiene altos niveles de desempleo, porque se ubica en los primeros lugares de desocupación en el sureste. Es una situación que tiende a agravarse por los recortes en la industria petrolera y por el control que de esta actividad tendrán las empresas extranjeras. Es evidente que el desempleo contribuye a la pobreza y a la marginación.

Pero también es necesario reconocer que no son sólo las condiciones sociales. Estamos ante un problema cultural, donde predomina la búsqueda del dinero y la ganancia fácil.

Hay circunstancias más inmediatas que tienen que ser atendidas y resueltas para mejorar la percepción y la seguridad de la población. Se trata de combatir la impunidad y hacer más eficiente la labor policiaca. 

 

AL MARGEN

LA VIEJA costumbre de que los gobiernos arrancaban el año, o la administración, con un presupuesto histórico y un porcentaje adicional por la inflación o cuestiones de ese tipo, se asegura que llegó a su final. Afirman las fuentes oficiales que a partir del año próximo se tendrá que comenzar con un “presupuesto base cero”.

Hay quienes lo ven como un presupuesto de “borrón y cuenta nueva”, esto es que se inicia de cero; otros señalan que se tiene que considerar que hay gasto etiquetado. A reserva de ampliar sobre el tema, le comento que Instituto de Administración Pública de Tabasco ofrece desde ayer a los funcionarios de la administración estatal un seminario taller sobre la cuestión. La capacitación está a cargo del Dr. José Manuel Flores Ramos. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )