Escala Crítica/Columna diaria
*Debe ser más que región de mano de obra barata y materias primas
*En 15 años pasa la cotización del dólar de nueve a más de 16 pesos
*No perderán su plaza aún si reprueban, dice Educación a maestros
Víctor M. Sámano Labastida
CON FRECUENCIA se ha dicho que los estados del sureste mexicano están abandonados por el gobierno de la federación. Se insiste en que los grandes proyectos de carreteras, transportes, infraestructura para el desarrollo e inversiones en general se destinan al centro y al norte. El sur sureste son vistos como aportadores de materias primas.. y mano de obra barata.
De los nueve estados de la región sur-sureste, sólo Yucatán tiene un notable crecimiento en su economía. Otro estado, Quintana Roo, tiene buenos indicadores pero sólo en una franja de la zona turística. Puebla, aunque está incluido en el corredor, es un caso distinto por su desarrollo manufacturero, de comercio y servicios.
Estados como Campeche y Tabasco, a pesar de sus enormes recursos petroleros, figuran con bajos índices de calidad de vida para su población. Otros estados como Oaxaca, Guerrero y Chiapas, aparecen entre los menos desarrollados. Y con el mayor porcentaje de pobres. Una alta marginación.
Ahora se afirma que hay una decisión por mejorar las condiciones de la región. Esta semana se anunciaron una serie de proyectos y planes para mejorar la infraestructura del sur-sureste.
Durante una reunión en Tlaxcala el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez dijo es factible que trece proyectos prioritarios, con una inversión cercana a los 20 mil millones de pesos, sean incorporados al presupuesto federal del 2016.
Entre los proyectos planes que requieren financiamiento están el desarrollo del transporte en ferrocarril, la modernización de varias carreteras, las áreas de puertos, entre muchos otros. Para Tabasco se habla del libramiento ferroviario y la modernización de 281 kilómetros en el tramo Villahermosa-Champotón (Campeche); la modernización de las carreteras federales Macuspana-Chetumal y Playas del Rosario-Teapa.
Se supone que el gobierno federal está comprometido a apoyar el financiamiento del desarrollo de esta región. Los estados del sur, sobre todo los de la frontera, tiene que dejar de ser la reserva de pobres en el país.
Habrá que recordar que cuando el presidente Enrique Peña Nieto anunció, en marzo de este año, el plan “Estrategia para el Desarrollo del Sur de México” para crear tres zonas económicas con un presupuesto de 450 millones de pesos, llamó la atención que sólo se incluyera a Oaxaca, Guerrero y Chiapas.
NO CULPEMOS A GRECIA
EL PESO mexicano ha tenido una pérdida notoria de su cotización frente al dólar. Aunque las autoridades califican esto como un ajuste, en realidad estamos ante una evidente devaluación.
Cuando inició el sexenio de Enrique Peña el dólar estaba a 12 pesos con 96 centavos. Este semana le dólar ya se cotizó por arriba de los 16 pesos con 15 centavos. Una pérdida de más de tres pesos en menos de tres años.
En diciembre del año pasado se decía que era la caída del precio del petróleo lo que estaba provocando la devaluación de la moneda mexicana. Recientemente se llegó a afirmar que era la crisis europea, en especial los acontecimientos de Grecia.
Sin embargo, uno de los motivos principales se encuentra en la debilidad de la economía mexicana. Porque nuestro país ha tenido varias oleadas de pérdidas del valor de nuestra moneda.
Una de las mayores devaluaciones recientes ocurrió durante el gobierno de Miguel de la Madrid cuando el dólar pasó de tres pesos cuarenta centavos a nueve pesos con 36 centavos en seis años. Este siglo el peso mexicano se cambiaba a poco más de nueve pesos al inicio del gobierno de Vicente Fox. Ahora estamos, como le decía arriba de los 16 pesos por dólar.
Para tratar de estabilizar el peso el Banco Central subastó más de mil millones de dólares en sólo un mes. Lamentablemente nuestra economía está sometida a la especulación y junto a la devaluación del peso hay una sangría de las reservas nacionales.
LA PRUEBA Y LA PLAZA
EN ESTOS días se han reiniciado las protestas contra la Reforma Educativa. Los conflictos se agravan por la confusión entre autoridades y profesores, pero también por la afectación de intereses de varios grupos. En lo que sí hay un acuerdo generalizado es en la necesidad de mejorar la educación pública en nuestro país; en la calidad de las instalaciones, en los contenidos y en los propios maestros.
Hay en México unos 26 millones alumnos de educación básica. Una enorme población que tiene que ser atendida por un poco más de un millón 200 mil profesores. Una tarea enorme y difícil en un país con graves carencias que se reflejan en la marginación, la desigualdad y la pobreza.
Ayer las autoridades aseguraron que contra lo que argumentan los opositores a la evaluación de los maestros de educación básica, incluso quienes reprueben los exámenes no perderán su plaza definitiva. Los derechos de los trabajadores de la educación que participen en la evaluación serán plenamente respetados, sostienen.
Usted se preguntará entonces para qué sirve la evaluación. Según los documentos oficiales los exámenes sólo afectarán la contratación de quienes no tengan plazas definitivas. Esto es, quienes se incorporaron al servicio a finales del 2013 cuando entraron en vigor las nuevas reglas.
Se afirma que quienes tengan plaza de profesor de educación básica con más antigüedad el examen les servirá para promoverse y tener incrementos salariales. Si es como aseguran las autoridades la dureza del conflicto en realidad no tendría sentido.
El subsecretario de Educación Básica, Antonio Solís Calvillo, expuso que en efecto es falso que quienes presenten el examen dicente perderán su plaza, como también –dijo en un debate virtual- resulta erróneo afirmar que con la Reforma Educativa “se privatiza la educación pública. La plaza –añadió- no la pierde el trabajador. Fulminan la educación quienes cierran las escuelas. O no les gusta llegar”.
También argumentó que “es un crimen echarle la culpa solo a los maestros (por la calidad de la educación). Pero la parte que nos corresponde en dicho esfuerzo es con los maestros y directivos que tenemos que hacer un esfuerzo de mejorar la escuela pública”. (
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