Escala Crítica/Columna diaria
*Más de la mitad ignora que México luchó por independizarse de España
*Una sociedad sin mayoría de edad; asumir derechos y responsabilidades
*Cincuenta organizaciones consideran urgente frenar la desigualdad
Víctor M. Sámano Labastida
UN TEMA sin duda obligado en estos días es el aniversario de llamado inicio de la Independencia de México. Más aún si tomamos en cuenta que una reciente encuesta de Parametría indica que más de la mitad de los mexicanos desconocen contra qué país fue la rebelión del movimiento de independencia. También porque más de 50 organizaciones, investigadores e intelectuales decidieron relanzar la iniciativa “Acción Ciudadana contra la Pobreza”, a la vista de los saldos a más de 200 años del movimiento de 1810 y más de 100 años de la revolución de 1910.
Precisamente ayer fuimos convocados Emilio de Ygartua, Héctor Valencia y este columnista para participar en un foro transmitido por Radio Fórmula Tabasco sobre “Derechos y libertades. Situación actual del pueblo de México”. Fue ocasión para coincidir en la necesidad de recuperar el sentido profundo de la lucha por la independencia, la construcción de una conciencia histórica y atender urgentemente los desafíos de la injusticia.
IGNORANCIA INDUCIDA
LE COMENTO, alarma saber que sólo un 32 por ciento de los encuestados por la firma Parametría saben que el movimiento independentista encabezado por Hidalgo y Morelos fue contra la corona española. Un 13 por ciento cree que la rebelión de 1810 fue frente a los Estados Unidos.
Destaca el reporte periodístico de Newsweek en español que Parametría expone: “un dato importante es que este año se registró el porcentaje más bajo de ciudadanos que indican correctamente el país del cual se independizó México. Cuando preguntamos sobre el tema por primera vez en 2009, el 46 por ciento señaló correctamente que nos emancipamos de España. Para abril de 2010, este porcentaje creció a 53 por ciento, no obstante cinco años después descendió 21 por ciento”.
Esto es motivo de reflexión si tomamos en cuenta que –anota el despacho- “en el año 2010, derivado de la celebración del bicentenario de la independencia de México, el gobierno realizó un importante número de actividades encaminadas a conmemorar esta fecha, hecho que puede explicar el comportamiento de esta variable”. Apenas cinco años después a la mayoría ya se le olvidó un dato básico de aquella revuelta.
En algunos países lo que se conmemora es la llamada consumación de la independencia. Esto es cuando un país logra expulsar a los colonizadores y consigue establecer un gobierno propio. En México celebramos el inicio del movimiento independentista. Lo mismo sucede con la revolución de 1910. Propuse una hipótesis de interpretación: quizá esto sucede porque tanto la Independencia como la Revolución fueron procesos interrumpidos. Esto explica a que a más de 200 años no hayan conseguid el objetivo declarado: un eficaz combate a la pobreza y la desigualdad.
Por demás está decir que respecto a los protagonistas de aquel movimiento de 1810 una mayoría desconoce los nombres de los personajes que encabezaron la revuelta. Si se ignora esto, con más razón se desconoce el significado de la independencia.
Desde mi punto de vista los mexicanos no hemos llegado a la mayoría de edad. La independencia significa asumir responsabilidades, no sólo derechos sino también deberes. Pero esta especie de infancia social es inducida, porque tenemos una clase empresarial dependiente, una clase gobernante históricamente autoritaria y paternalista y una clase baja empobrecida altamente dependiente. Es la clave del sistema.
Hablar de independencia es tener en cuenta conceptos como nación, soberanía, autonomía, libertad, responsabilidad.
MOVILIZAR A LA SOCIEDAD
LE DECÍA líneas arriba que unas 50 organizaciones y decenas de investigadores e intelectuales retomaron una iniciativa lanzada en mayo pasado. La acción ciudadana contra la pobreza. Porque se considera urgente frenar el incremento de la miseria y de la desigualdad en México.
La propuesta subraya que no es posible que a más de 200 años de la independencia y a más de cien años de la revolución 52 de cada cien mexicanos vivan sin acceso a lo indispensable para una vida digna. Promueven lo que denominan una economía incluyente y el ejercicio efectivo a los derecho sociales, iniciando por el acceso a la salud.
Especialistas como Rogelio Gómez Hermosillo, Enrique Cárdenas y Ricardo Raphael sostienen que el verdadero sentido de la economía debe ser generar empleos, incrementar los ingresos, desarrollar la capacidad productiva de las personas en pobreza.
Entre las medidas que impulsan está la vigilancia ciudadana en el acceso efectivo a la salud. Para esto la población deberá organizarse para poder exigir. Lo mismo en otros rubros como ofrecer seguridad, educación y otros servicios.
Una reflexión importante de este grupo de mexicanos es que en nuestro país vivimos el drama de que se generan empleos pero empleos que producen más pobreza, en lugar de ser fuente de riqueza.
Edna Jaime, de México Evalúa, explicó en su colaboración para el diario Excelsior (16/05/2015) que en la Acción Ciudadana contra la Pobreza “conviven organizaciones dedicadas al análisis, con otras que llevan años trabajando, desde la base, en tareas de mitigación de la pobreza. El objetivo es encontrar las fórmulas para derrumbar las barreras que mantienen al país y su economía escindidos y, a la vez, motivar la participación ciudadana en la exigencia de derechos sociales que, hoy, no son plenamente ejercidos”.
De acuerdo a Jaime, la Acción “es un proyecto de largo aliento, pero tiene metas y campañas planteadas para corto plazo. En la coyuntura, busca incidir en la formulación de un presupuesto sólido en materia social, que parta de la evidencia existente sobre lo que funciona y lo que no. Un presupuesto que no dé espacio al desperdicio ni a la corrupción, por eso su nombre: #PresupuestoSinMoches. Simultáneamente se plantea la campaña #CeroListasdeEspera, un mecanismo de exigibilidad y denuncia ciudadana cuando los servicios de salud se nieguen o posterguen”.
¿Es posible atender los rezagos y reclamos que se planteaban desde que José María Morelos dictó los Sentimientos de la Nación? Me parece que sí. Sólo falta decisión y sinceridad en los propósitos.
AL MARGEN
El programa en el que estuvimos Emilio de Ygartua, Héctor Valencia y este columnista fue conducido por Ileana Pineda y Gabriel Aysa. Volveré sobre la iniciativa ciudadana y su evaluación.
