Escala Crítica/Columna diaria
* Nuestros desaparecidos; imagen de gobierno maltrecha y erosionada.
* Del “ya supérenlo”, a “los buscaremos uno por uno”; retorno al inicio
* Van por AMLO, también Mancera y El Bronco en carril “independiente”
Víctor M. Sámano Labastida
EN MÉXICO se reconoce el registro de más de 25 mil “desaparecidos”. Son personas cuyo paradero se ignora. La lista real es una incógnita, por las mismas características del suceso. El Comité Cerezo, una organización dedicada a documentar las desapariciones forzadas estima que la cifra rebasa los 30 mil. El gobierno mexicano prefiere utilizar el concepto “personas no localizadas”.
Hoy se cumple un año de aquella fatídica noche de Iguala, cuando fueron agredidos con armas de fuego decenas de estudiantes procedentes de la normal de Ayotzinapa. Oficialmente se reportó el dato de cinco muertos, 43 desparecidos y 22 heridos. El informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (internacional) sostiene que el número de víctimas fue mucho mayor: 180 entre muertos, desaparecidos, heridos y perseguidos.
LENTITUD COMO ESCUDO
HA PASADO un año y el principal caso judicial de México sigue envuelto en omisiones, contradicciones y enigmas. No hemos sido capaces como sociedad de dar una respuesta satisfactoria y creíble a esta herida nacional. No es buena señal para la democracia mexicana que camina encorvada, con la mirada internacional a cuestas.
La incomodidad del gobierno federal no surge por la ausencia de un caso sólido en términos jurídicos, porque eso sucedió desde que trabajó en Ayotzinapa 15 días después de ocurridos los hechos (argumento: es caso estatal). Podría lamentar el gobierno federal su lentitud e ineficacia investigadora. Pero la autocrítica parece impensable desde el poder.
La incomodidad federal proviene de 1) las críticas externas a su pretendida imagen de eficacia y 2) la merma interna de su credibilidad institucional para impartir justicia con un grado razonable de veracidad.
El presidente Peña dijo en febrero de este año, aludiendo a los familiares afectados y al país agitado: “Ya supérenlo”. Hace unos días, declaró: “Los buscaremos uno por uno”. Un vals de la contradicción. Ahora una nueva fiscalía.
OMISIONES DE LA VERDAD
EL GOBIERNO federal –siguiendo la investigación/narrativa de Jesús Murillo Karam en la PGR- se adhirió a “la verdad histórica” de Ayotzinapa, difundida en conferencia de prensa el 28 de enero del año en curso: “los 43 estudiantes normalistas fueron secuestrados, asesinados e incinerados en el basurero de Cocula, por este móvil: la banda Guerreros Unidos los confundió con miembros de una banda rival, Los Rojos”. Investigadores de la UNAM –antes que el grupo de expertos de la CIDH- señalaron como “altamente improbable” el fuego para quemar 43 cuerpos en el basurero de Cocula, situado en una cuesta abajo/hondonada (hoyo natural). Manejaron un dato significativo: 33 toneladas de madera o su equivalente en combustión. Hasta donde señala la versión de la PGR, los ejecutores utilizaron llantas, bolsas de plástico y diésel, en un lapso de 15 horas.
Lamentablemente en nuestro país hemos tenidos episodios que son una afrenta al Estado de Derecho, a la obligación que tienen los gobiernos para garantizar la vida y la integridad de las personas. Para no referir sucesos como el de Tlatelolco en 1968, en fechas recientes se ha reportado la existencia de decenas de fosas comunes clandestinas.
Sin embargo, los hechos de Iguala colocaron al gobierno mexicano en el registro mundial de las desapariciones forzadas. Aunque antes hubo un episodio de enorme gravedad como el secuestro y asesinato de migrantes indocumentados hallados en fosas clandestinas de San Fernando, Tamaulipas. El país es un túnel.
PESADILLA TABASQUEÑA
ADELANTADA la sucesión en la carrera por la Presidencia de la República en el 2018 los aspirantes no están dispuestos a dejar que Andrés Manuel López Obrador se mantenga en la delantera. Varios ejercicios demoscópicos –con le llaman a las encuestas- colocan al fundador de Morena como el mejor colocado. Ayer le mencioné que un grupo de personajes está tratando de construir una candidatura independiente que haga sombra al tabasqueño.
Claro que si analizamos la composición de ese grupo veremos que así como hay políticos abiertamente anti AMLO, también hay quienes –como Juan Ramón de la Fuente- tienen otra visión de la contienda. El ex rector de la UNAM fue propuesto por López Obrador como integrante de un eventual gabinete de izquierda. Incluso llegó a presentar sus propuestas en un foro “Diálogo Progresista”.
Es posible, por otra parte, que Manuel Clouhtier hijo –actualmente diputado independiente- termine inclinándose por la corriente lopezobradorista. Hay, me comentan, varias coincidencias.
La carrera está tan adelantada que hasta los recientes nombramientos de Enrique Peña Nieto en varias secretarías fueron vistas como una avanzada de los posibles aspirantes del PRI.
Desde la designación de Manlio Fabio Beltrones en la dirigencia del PRI hasta el nombramiento de Aurelio Nuño en la secretaría de Educación y José Antonio Meade en la secretaría de desarrollo social, forman parte del espectro especulativo.
Aparte de la versión que ayer le comentaba en la que Diego Fernández, Héctor Aguilar Camín y sobre todo Jorge Castañeda se proponen impulsar una “candidatura independiente”,
Pero también el jefe de gobierno Miguel Mancera y el actual gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco” no descartan cobijarse en la figura de los candidatos sin partido. No hay que perder de vista que Rodríguez comenzó una campaña a nivel nacional para impulsar la asociación “México Libre y Bronco”, que a decir de su presidente Alfonso Jiménez Pérez, tiene como objetivo instalarse en por lo menos 20 estados.
Esta agrupación tiene una Escuela de Candidatos Independientes, “gratuita y con asesoría en línea”, ofrecen. Hay quienes ven en esto un remedo de partido político.
De acuerdo a las actuales leyes electorales, quien busque ser candidato independiente deberá reunir algo así como 800 mil firmas en un plazo máximo de cuatro meses (el uno por ciento del padrón electoral).
En cambio, quien busque ser candidato por un partido, bastará con que cumpla los requisitos de ese partido para ser seleccionado. Aunque los partidos deben contar con un tres por ciento de la votación para conservar su registro.
Lo que sucede a nivel de la batalla por la Presidencia se replicará en las gubernaturas. Lo veremos en las 12 elecciones del año próximo. (
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