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*El pacto de doce países del Pacífico, del optimismo a la realidad 

*En Edomex, roban un auto cada diez minutos; 131 por día

*La era virtual: corte de internet, parálisis económica y laboral

   

Víctor M. Sámano Labastida

México firmó un acuerdo comercial. Dijo el Presidente: “el Tratado significa más empleo y mejor pagado para los mexicanos. Esto es lo fundamental; y es así, porque vendrán más capitales, más inversión, que quiere decir más oportunidades de empleo aquí, en nuestro país, para nuestros compatriotas. En palabras sencillas, podremos crecer más rápido y entonces concentrar mejor nuestra atención para beneficiar a quienes menos tienen”.

Esto, que podría haberse dicho el lunes, cuando el gobierno mexicano concluyó las negociaciones del Acuerdo Trans Pacífico (ATP), fue expresado por Carlos Salinas en agosto de 1992 cuando informó sobre la puesta en vigor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos-Canadá.

Lo que ocurrió después lo conocen de sobra los trabajadores y los empresarios mexicanos, las asociaciones de productores y los consumidores.

Esta vez (2015), el ATP involucra a 12 países: Estados Unidos (por supuesto), Canadá, México, Chile, Perú, Australia, Nueva Zelanda, Japón, Brunei, Malasia, Singapur y Vietnam. Anunció el presidente Peña Nieto:  que el ATP “se traducirá en mayores oportunidades de inversión y empleo bien remunerado para los mexicanos”.

Escribió Enrique Galván en La Jornada (06/X/2015): “demás del TLC, el gobierno mexicano ha firmado a lo largo de los años acuerdos comerciales con 48 países y convenios de inversiones (Appris) con 33. Deberían ser suficientes, tendría que buscarse cómo hacer que rindieran frutos, porque son escasos sus resultados”. 

Según Arnulfo R. Gómez, catedrático de la Universidad Anáhuac, citado por Galván a países tan lejanos y con tan bajo nivel de vida “no vamos a poder venderles ni tornillos”.

Por el contrario, la versión oficial es de un excesivo optimismo: a decir del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, con el nuevo tratado los empresarios mexicanos accederán a una oferta exportable de más de 150,000 millones de dólares en los sectores automotriz, eléctrico, electrónico, agroindustrial, químico, acerero, perfumería y cosméticos.

Joseph E. Stiglitz, premio Nobel de Economía, y Adam S. Hersh, el gobierno mexicano se apresuró al firmar un acuerdo que dejará el futuro económico del país “en manos de inversionistas multinacionales”. ¿Qué futuro le espera a Tabasco? Tenemos la experiencia del TLC.

ROBOS A LA CARTA

TABASCO se ubica entre los estados donde la gente reporta una mayor percepción de inseguridad. Sin embargo, aunque existe un incremento de los delitos y de la difusión de los delitos, no es de los estados con mayor porcentaje de actos de violencia. Oficialmente se afirma que en Tabasco han logrado limitar la acción de la delincuencia organizada relacionada con el narcotráfico, así como los homicidios.

Recientemente se han tenido actos impactantes para la opinión pública. Crímenes que deben atender con mayor eficacia las autoridades.

Sin embargo, contra la percepción declarada hay otros estados que se colocan entre las ocho o diez entidades con mayor registro de delitos. Tomemos por caso el robo de vehículos, que hasta el primer trimestre de este año tenía altos registros en Tabasco.

Actualmente es el Estado de México la entidad que ocupa el primer lugar nacional en robo de automotores. Allí desaparece cada día un promedio de 131 automóviles. Más de cinco automóviles robados cada hora. Casi uno cada diez minutos.

Desde el año pasado, Edomex encabeza la lista de los lugares más inseguros para los automovilistas. Le siguen Tamaulipas, Sinaloa, Morelos y Distrito Federal. También se cuentan en situación crítica Jalisco, Veracruz, Nuevo León y Guerrero.  

A finales del año pasado la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) consideró que en varios municipios mexiquenses como Ecatepec, Netzahualcóyotl y Tlalnepantla, los delincuentes ofrecían “robos a la carta”; esto es, sobre pedido.

BLOQUEO VIRTUAL

AYER, durante más de seis horas, diversas actividades quedaron paralizadas por la interrupción del servicio de internet y telefonía en cuatro estados del sureste, incluyendo Tabasco. La empresa Teléfonos de México informó que esto fue resultado de dos de su fibra óptica provocados por terceros en las rutas Coatzacoalcos-Villahermosa y Villahermosa-Tuxtla Gutiérrez. Durante este tiempo fue imposible establecer no sólo comunicaciones telefónicas sino también transacciones bancarias y comerciales. 

En julio pasado una seria de fallas informáticas afectaron en Estados Unidos a empresas como United Airlines, la bolsa de Nueva York y el periódico The Wall Street Journal. Lo sucedido entonces, publicó la agencia AP, fue un “brusco recordatorio de la creciente dependencia de redes interconectadas en el día a día”.

Anotó el reporte: un efecto dominó tecnológico “incrementará la complejidad de los sistemas y elevará el riesgo de crisis masivas, ya sea a través de un fallo involuntario o de un ataque malicioso”.

Observando las caras de angustia, la parálisis obligada por la ausencia de la tecnología –o por la omnipresencia inútil- llevó la columnista a releer un excelente texto del escritor Enrique Serna publicado en la revista Letras Libres (“La comunicación superflua”, junio de 2011) donde entre otras interesantes reflexiones y observaciones anota: 

“El ideal de vida del hombre contemporáneo consiste en aprovechar todas las posibilidades comunicativas a su alcance para escapar de sí mismo. Lo de menos es el contenido de los mensajes: la futilidad mejora su efecto narcótico. La gente que no suelta el celular un segundo, ni siquiera en mitad de una fiesta, comete una grave descortesía, pues los interlocutores lejanos le interesan mucho más que los próximos (su cercanía los devalúa automáticamente). Pero en vez de repudiar a esos triunfadores, la sociedad los admira. El ausentismo espiritual goza de enorme prestigio entre los jóvenes porque les sirve para darse importancia frente a la vieja guardia de la comunicación directa. El Facebook ya sustituyó a los bares de ligue, la mayor urgencia de un viajero que apenas está descubriendo una ciudad es buscar un café con wifi para revisar su correo, y los chavos recurren a complejos malabarismos para abrazar a la novia sin soltar el Blackberry”. Anoto: alguna de las tecnologías citadas ya fueron declaradas obsoletas…como la comunicación cara a cara. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )