Escala Crítica/Columna diaria
*Insiste gobernador tabasqueño en el sentido social de la inversión
*Resolver contradicción entre más petróleo y diversificación económica
*No llegó Basave del PRD; AMLO se prepara a asumir CEN de Morena
Víctor M. Sámano Labastida
COMO SE ESTILA desde hace casi dos décadas, el informe anual de la administración estatal fue enviado al Congreso local y el gobernador Arturo Núñez dirigió un mensaje a sus invitados especiales y –por cadena de radio y televisión- a la población. Este último no es o no debe ser en sentido estricto un informe, sino la explicación, el sustento político y social de las acciones. Siendo prácticamente la mitad del camino, más que anuncios espectaculares, lo que hubo fue una ratificación de compromisos. El informe como tal lo entregó se secretario de Gobierno Raúl Ojeda a los diputados locales.
Le había adelantado que por el programa y los votos que llevaron a la alternancia en el 2012 la característica que subrayaría Núñez sería la inversión y acciones en materia social. Podría decirse que, como ocurre en estos actos, hizo falta el ingrediente de la autocrítica; aunque la contraparte alega también que esta autocrítica podría ser utilizada para promover el desaliento y la inmovilidad.
El caso es que las cifras y recuento de hechos ofrecidos por Núñez tendrán que contrastarse con la realidad, pero también ser juzgados como parte de una serie de “cambios progresivos”. A decir del mandatario, “si generamos cambios progresivos en las áreas cruciales para la calidad de vida del pueblo tabasqueño, recuperaremos para la política el prestigio que merece y la credibilidad que ha perdido”.
No dejó de referirse a la “retórica improductiva” en que se convierte la crítica “cuando renuncia a los matices” y promueve la parálisis y el desencanto; como también se planteó la necesidad de “neutralizar los efectos adversos de las falacias propias de la demagogia de la antipolítica”.
¿A qué le estaría apostando este gobierno entonces? Podría decirse que a perseverar en “cambios institucionales” y “transformaciones culturales” cuyo objetivo para un gobierno de izquierdas tiene que ser “la promoción de la equidad y el cierre de las enormes brechas de desigualdad generadas históricamente”.
Quizá el dato más significativo en su contexto, aunque pudiera parecer mínimo en términos porcentuales, es haber logrado que Tabasco sea uno de los tres estados en los que la franja de pobres no creció sino por el contrario disminuyó. Para quienes conocen la vida de las comunidades más pobres esto tiene un profundo sentido humano.
Los pendientes: combatir eficazmente la inseguridad, lograr una mejor promoción del empleo y una dignificación de los ingresos; superar la contradicción entre una mayor explotación petrolera y la necesidad de “despetrolizar” la economía. Ah, por supuesto, lograr comunicar el sentido del cambio, que la población lo adopte como suyo, lo exija y lo practique.
Habrá que decir que Núñez ha estado en estos tres años ante la necesidad de mantener una relación institucional productiva con la federación; en su balance logró ser positiva, en el de sus críticos faltaría mayor firmeza frente al centro.
BASAVE Y ANDRÉS MANUEL
AUNQUE tenía previsto estar en Tabasco para el informe de Núñez, y con esto cumplir con su primera representación oficial, el nuevo presidente nacional del PRD, Agustín Basave no pudo llegar porque sus compromisos de atender a los medios de comunicación se lo impidieron, como se justificó su ausencia.
Quien si llegó a Villahermosa fue el dirigente saliente, Carlos Navarrete, vinculado públicamente a Nueva Izquierda (conocida como Los Chuchos). En ese partido están tratando de ofrecer señales de una presunta renovación del PRD sin la tutela de Jesús Ortega y Jesús Zambrano, como una medida para aminorar el choque con Andrés Manuel López Obrador. Buscan evitar que se ahonde la brecha y mantener los puentes para el 2018. Aunque su acercamiento con el PAN tampoco les ayuda en ese propósito.
Basave, quien llegó “planchadito” a la dirigencia perredista, obtuvo 295 de los 304 votos. Dijo: “Nos aguardan tiempos difíciles. Tenemos que prepararnos para contender en los procesos electorales de 2016, en los cuales estarán en juego 12 gubernaturas, mil 401 presidencias municipales y 416 diputados locales”. Pero más importante es una “transformación profunda del partido”.
El 21 de noviembre, un día después de que Morena determine el futuro de López Obrador –o que AMLO determine el futuro de Morena-, el PRD designará a los integrantes de cada una de las carteras de ese partido tradicionalmente repartidas por cuotas.
ES CASI un hecho que el dirigente nacional de Morena será Andrés Manuel López Obrador, actual presidente del Consejo Político de ese partido. Pasará de una función a otra. Entraría en relevo de Martí Batres Guadarrama, quien ahora encabezará a los morenistas en el Distrito Federal. Aunque los estatutos del nuevo partido lopezobradorista prohíben la reelección, esto sólo se aplica al mismo cargo pero pueden aspirar a otro puesto directivo.
Pasada la elección de sus dirigentes estatales y con los consejeros surgidos de sus asambleas en los 300 distritos –entre estos seis de Tabasco-, los morenistas formalizarán el 20 de noviembre la designación de su liderazgo nacional. Las razones por las que sería el propio López Obrador quien asumiera oficialmente la dirigencia son varias pero destaco básicamente dos: la necesidad de organizar a ese partido a nivel nacional y la posibilidad de que esa función le permita recorrer nuevamente todo el país con miras a la contienda del 2018.
AL MARGEN
EL SÁBADO pasado este columnista tuvo la oportunidad de una amplia conversación con el ex gobernador Enrique González Pedrero y varios personajes entre los que se contaron Ignacio Cobo González y Humberto Mayans Canabal. A propósito de su monumental obra en tres tomos en torno a Antonio López de Santa Anna y su tiempo le comenté al también historiador y profesor universitario que podíamos observar a través de varias épocas que intermitentemente un individuo dominó o intentó dominar la escena política. Respondió: “Un país sin ciudadanos es un país de un solo hombre. Mientras los ciudadanos no ejerzan sus derechos, así será.”
HOY entregarán el “Premio Nacional Malinalli 2015, para la promoción de las artes, los derechos humanos y la diversidad cultural”, que otorga a Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT). Recibirán esta presea Kathleen Kennedy Townsend, José Narro Robles, Lilia Aragón, Ignacio Cobo González, Perla Estrada, Francisco Martín Moreno y Humberto Veras Godoy. La ceremonia será encabezada por el rector José Manuel Piña Gutiérrez, a las 19:00 en el auditorio del CIVE, en la Zona de la Cultura Universitaria. (
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