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Home Escala Crítica EL FINAL DE LOS GOBIERNOS DE PARTIDO ÚNICO; EN LA RUTA DE LAS COALICIONES

EL FINAL DE LOS GOBIERNOS DE PARTIDO ÚNICO; EN LA RUTA DE LAS COALICIONES

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Quien gane la Presidencia en 2018 puede formar gabinetes compartidos
*¿Podría Tabasco tener un gobierno bipartidista?, tema de un nuevo foro 
*En Chiapas, Manuel Velasco repone la tenencia y ahora la busca eliminar
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
HASTA hace unos 35 ó 40 años resultaba impensable para muchos el que en Tabasco pudiese haber un gobierno de un partido distinto al PRI. Más aún, no fue sino hasta el año 2000 cuando se hizo realidad que en la Presidencia de la República hubiera alternancia en el poder. Más allá de los resultados de ese relevo, lo cierto es que no existe más un partido hegemónico. Hemos tenido gobiernos divididos en los que la mayoría en el Congreso no es necesariamente del partido en el gobierno. Pero, ¿es posible un gobierno de coalición en la Federación?
La reforma constitucional publicada en el Diario Oficial de la Federación en febrero pasado establece que el Presidente de la República está facultado para formar “un gobierno de coalición” con partidos políticos diferentes al suyo. Esta norma legal entrará en vigor en el 2018. ¿Puede haber en Tabasco una figura similar?
 
PACTOS PÚBLICOS Y PRIVADOS
MUCHO se ha escrito sobre qué se entiende por un gobierno de coalición. Podría decirse que no es novedad que el Presidente de la República de un partido invite a militantes de otro partido a integrarse a su gabinete. Esa fue noticia cuando en 1994 Ernesto Zedillo (PRI) nombró Procurador General de la República a Antonio Lozano Gracia (PAN). Después sucedió en mayor o menor medida pero sin consecuencias. 
De manera muy simplificada diremos que un gobierno de coalición sería aquel en el que el Jefe del Ejecutivo (presidente o gobernador) integra un gabinete con militantes de otro partido o sin partido, pero cuya integración tendría que ser ratificada por el Congreso. Aquí está la clave: para que el gabinete sea avalado por los diputados y senadores antes habría un acuerdo partidista.
Es posible que en esa vía también ahora se está hablando con insistencia en la posibilidad de una segunda vuelta en las elecciones presidenciales para el 2018. Pero aún sin la reforma para una segunda vuelta, la posibilidad de un gobierno federal de coalición abrió las puertas de nuevos acuerdos con la segunda o tercera fuerza política. ¿Se imagina usted en Tabasco un gabinete que tuviera que ser aprobado por los diputados?
Bien, pues este tema será motivo de análisis y debate los días jueves y viernes en Villahermosa con la realización de un foro sobre los gobiernos de coalición (“Diálogos Constitucionales Comparados: Descentralización Constitucional y organización local en Iberoamérica”). 
UN LABORATORIO TROPICAL
LOS ORGANIZADORES sostienen que tras la reforma constitucional de febrero pasado ahora se presentó una propuesta para reformar el artículo 116 de la Constitución Federal, que obligaría a los estados a reformar sus normas locales a considerar este tipo de organización. 
Según expuso en una conferencia el constitucionalista Diego Valadés: “Es diferente un gobierno plural (donde se incluyen militantes de diversos partidos) que un gobierno de coalición; gobiernos plurales sí hemos tenido, pero de coalición en pacto a un programa de gobierno no”.  Esto es que se votaría en el Congreso tanto el gabinete como un programa de gobierno. Hemos tenidos coaliciones electorales polémicas en los estados como las realizadas por el PAN y PRD en Oaxaca, Sinaloa, Puebla, pero que no se han transformado en programas pactados. Estos mismos partidos plantean ahora sí hacerlo para los comicios del 2016. En eso están. 
Será precisamente Valadés quien abrirá con una conferencia magistral los dos días de análisis y reflexión en Tabasco respecto a los gobiernos que no sean ya de un solo partido. La inauguración será a las 11:00 del jueves en uno de los salones del Palacio de Gobierno, seguramente a cargo del gobernador Arturo Núñez.
Está programada el jueves la presentación de Daniel Barceló Rojas, Luis Mendoza Cruz, Mario Kölling (España); Diana Chebenova (Canadá); Fernando López Ramón (España), Paula Ravanelli Losada (Brasil), José María de la Serna (México) Sadot Sánchez Carreño (México), Walter Carnota (Argentina),  José Tudela Aranda (España). El viernes se hablará sobre los casos de Durango y Tabasco.
No faltará quien interprete la posibilidad de los gobiernos de coalición o los pactos partidistas públicos previos o como resultado de las elecciones en el mismo sentido que ahora se estima la segunda vuelta electoral propuesta por el PAN: como una acción para garantizar la alianza PRI-PAN y cerrarle el paso a Andrés Manuel López Obrador, de Morena. 
Dijo el propio López Obrador: “se conformó el Tucom (todos unidos contra Morena), que incluye un acuerdo que acaba de celebrar el priísta Carlos Salinas con dirigentes del PRI y del PAN para reformar la Ley Electoral y establecer la segunda vuelta en los comicios de 2018 (…)  porque piensan que si el PRI o el PAN quedan en segundo lugar, se unirán para enfrentar a Morena”.
Pero más allá de las interpretaciones sobre un sentido u otro de los pactos para gobierno compartidos y sobre si son a favor o en contra de determinada fuerza política, un hecho real es que ya no existe fuerzas hegemónicas. Por lo pronto, en Tabasco habrá en el  arranque del 2016 un Congreso sin mayorías. Se pondrá en juego la habilidad política de los protagonistas, algunos a la vista otros en la sombra.
UN IMPUESTO ESCURRIDIZO
COMO usted sabe, el pago de la tenencia de vehículos ha sido un tema muy polémico. Aunque se eliminó como impuesto federal, varios gobiernos estatales lo convirtieron en un impuesto local. Esto sucedió en Tabasco durante la administración de Andrés Granier. Fue hasta este 2015 cuando el nuevo gobierno de Arturo Núñez cumplió su promesa de campaña para quitar el cobro.
Hay gobierno que lo quitaron temporalmente y lo volvieron a aplicar. En el caso de Chiapas, el gobernador Manuel Velasco acaba de anunciar que propuso al Congreso de su estado eliminar este gravamen. Lo que sucede en el estado vecino es un ejemplo de las complicaciones con el citado impuesto.
En el 2011 el entonces gobernador Jaime Sabines (PRD) anunció que ese pago desaparecía y ya se aplicaría en el 2012. Sin embargo esa suspensión sólo duró un año, porque al llegar al poder Manuel Velasco (PRI-PVEM) se quejó del saqueo del presupuesto y argumentó que necesitaba los recursos de los propietarios de vehículos. Ahora este mismo gobernador anunció que busca quitar ese cobro a partir del año próximo. Los vaivenes de la política someten a las finanzas. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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