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Home Escala Crítica LA ÉTICA DE VACACIONES EN POLÍTICA; CAMBIOS DE CAMISETA SIN EXPLICACIÓN

LA ÉTICA DE VACACIONES EN POLÍTICA; CAMBIOS DE CAMISETA SIN EXPLICACIÓN

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 Escala Crítica/Columna diaria

* La simulación en la rendición de cuentas; cultivo de la impunidad.             
* Los independientes, ¿otra esperanza arrebatada a los ciudadanos?
* Núñez cambia a titular de Salud; quedan otros relevos pendientes  
 
Víctor M. Sámano Labastida
    
LA ÉTICA política (o la falta de) podría medirse con los cambios de partido que realizan numerosos actores públicos en las campañas electorales. Los rostros se rotan y los electores quizás pierden la memoria o quizás eligen el mal menor. Para el caso es lo mismo: la rueda de la fortuna electoral manda a la ética de vacaciones. No hay una contabilidad mínima respecto a los cambios de camiseta, aunque seguramente es de alta recurrencia la metamorfosis de colores políticos. 
Los políticos, la mayor de las veces, dicen buscar el bienestar de la comunidad con el cambio de camiseta, y queda en segundo plano de su discurso la búsqueda del poder. Sin embargo, el poder es lo que importa en la biografía de los hombres públicos. Los hechos parecen contundentes: un cambio de camiseta perfila una acción coyuntural, de interés inmediato. 
Otro aspecto es el ‘trapecio de la política’ para permanecer en el presupuesto, como aquel aforismo acuñado en la época de oro del PRI/Gobierno: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”. Las secuencias son variadas, con el mismo efecto: la permanencia camaleónica del actor público como ente de poder. Un diputado se convierte en senador, un alcalde en diputado, un senador en gobernador, un gobernador en secretario de estado, un secretario de estado en aspirante presidencial; un secretario de estado en gobernador, un senador en diputado plurinominal, un diputado plurinominal en asesor del partido, un asesor del partido en candidato a funcionario. Todo esto desemboca en un síntoma grave para nuestra democracia: el político se convierte en “empresario exitoso”. Y a la inversa. En esa rueda de la fortuna la ética está ausente.
 
LAS CUENTAS SE RINDEN
 
PRESTIGIADOS politólogos (Noam Chomsky, Michel Foucault, Daniel Cosío Villegas) plantean que el político que no busca el poder simplemente no es político. Desde luego, existe un aspecto estratégico de la acción política al que no se puede renunciar: la obtención del poder para luego ejecutar una plataforma de gobierno, un proyecto de desarrollo y de nación. Por ello diremos que, en los ejemplos anteriores, el punto que cancela la ética no es la obtención del poder, sino la manera coyuntural y oportunista para llegar a esa posición de privilegio y permanecer ahí. Es el poder como obsesión del hombre público en México, que una vez ha saboreado palacio quiere perpetuarse en palacio.
Supongamos, con buena fe amable lector, que hay una intención ética en los cambios de camiseta. Bien, pero todavía falta un punto clave: la rendición de cuentas. ¿Se presenta una rendición de cuentas como parte del ejercicio del poder? Ahí topamos con pared: la rendición de cuentas es lo que menos se ha desarrollado como política gubernamental en México. Por eso, tenemos una asignatura pendiente en impunidad.
Los conflictos de interés campean, las cuentas públicas no cuadran, pero se aprueban; las investigaciones de las contralorías federales y estatales son un símbolo de subordinación a quienes ejercen el poder. ‘Con mucho interés, jefe, certifico que no hay conflicto de interés’. Y como lo apuntó Jesús Silva-Herzog Márquez: “Hemos descuidado a los cuidadores”.
Sin rendición de cuentas, México no se distingue de otros países de la llamada órbita tercermundista que incluye Latinoamérica, Asia y África. Es un déficit cultural que se comprueba en cada medición internacional sobre aplicación de la ley, operaciones comerciales, negociaciones financieras, calidad de vida, niveles de educación y desarrollo de parámetros científicos. 
La ausencia de rendición de cuentas es una ausencia ética del tamaño histórico de dos siglos. Es decir: vivimos en el siglo XIX, aunque habitemos el siglo XXI. Pasamos por el siglo XX, pero no hemos llegado aún a la rendición de cuentas. 
 
LES SOBRA DEPENDENCIA   
SE HABLA mucho de las candidaturas independientes como aire fresco para la política mexicana. ¿Una oportunidad de oro para la ética? Puede ser, pero no son buenos augurios lo que hasta ahora se ha visto en el ‘laboratorio independiente’ de Nuevo León, con Jaime Rodríguez El Bronco. No existe la investigación/auditoría al gobierno saliente de Rodrigo Medina, el principal compromiso de campaña del independiente Rodríguez (con 30 años de previa militancia tricolor). 
Además, los poderes empresariales comienzan a copar el impulso independiente en Nuevo León, junto con intereses financieros externos (del Centro) y los partidos políticos que dominan el Congreso. Quizás es pronto para exigir resultados significativos, pero “un gobierno asumido como independiente y sin compromisos con los poderes de facto”, según lo dijo El Bronco, no debería tardarse mucho en su agenda ética de rendición de cuentas. El problema no es si el exgobernador Medina será encarcelado. El problema es la congruencia ética entre un compromiso de campaña para investigar/auditar al gobierno saliente, y finalmente no hacerlo. Desde ahí, la independencia se ve muy dependiente.             
LA ÉTICA OVNI.- La ética no es enunciativa nada más: es factual. Implica la comparación de dichos y hechos. La política mexicana es refractaria a esa comparación. 
AL MARGEN
FIN DE AÑO inicio de nuevo ciclo. En diciembre de 2013 y de 2014, el gobernador Arturo Núñez anunció ajustes en su gabinete. El año que concluyó no fue la excepción. Destacadamente se confirmó la salida de Juan Filigrana de la Secretaría de Salud para dar paso al doctor Rafael Arroyo. Se preveían otros movimientos a nivel de secretarías pero la anulación de las elecciones de Centro modificó el calendario. Hay relevos en espera.
El propio mandatario asumió la conclusión de los tres primeros años de su administración como una etapa concluida; viene la segunda mitad del sexenio en la cual los resultados y la percepción que los ciudadanos (los que votan) tengan de tales acciones será determinante para el referéndum del 2018: continuidad de la alternancia o un relevo de partidos y proyectos.
Por ahora, dos hechos notables en otros reemplazos, el de las alcaldías: en el municipio de Centro, el primer concejal Francisco Peralta anunció auditorías externas y un observatorio ciudadano para su administración; en Comalcalco, Javier May edil surgido de Morena, prepara denuncias ante presuntas irregularidades de sus antecesores. Son dos comalcalquenses.
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