www.ventanasur.com

 

*En los comicios estatales del 2016 es juega una primera ronda

*Nombres, nombres: ¿y el proyecto? Se desdibujan los partidos

*Tabasco: sólo una alcaldía, pero es la capital que quiere AMLO            

Víctor M. Sámano Labastida

 

LAS ELECCIONES presidenciales de 2018 serán una obra en tres actos: el primero en 2016 con la medición de fuerzas electorales con 12 gubernaturas en juego (en realidad 13, si sumamos la de Colima que va a extraordinarias); el segundo acto en 2017 con las definiciones de candidatos para la presidencial y el amarre de eventuales coaliciones, así como los comicios estatales destacadamente el del Estado de México; el tercer acto en 2018 con las campañas electorales y el desenlace probable con Presidente sin mayoría en el Congreso, como ha sucedido desde 1997 en nuestro país.

Cada acto de esta obra tiene tiempos específicos, estrategias partidistas y riesgos políticos. En líneas generales se ha trastocado el ‘timing’ de la contienda previa, donde los aspirantes reales guardaban sus cartas y hacían voto de silencio hasta conseguir amarres. Eso ocurrió hasta que en 1997 Vicente Fox lanzó una campaña abierta de 3 años rumbo a Los Pinos. En esa coyuntura inédita, como dirigente nacional del PRD, López Obrador comentó con gran olfato político: “Si se hacen consultas públicas y elecciones primarias para definir a un solo candidato de oposición, y gana Fox, pues votaría por él”. No se consensuaron esos mecanismos para unir a la oposición y la historia es la que es. Sin consensos entre la oposición (que no eran fáciles, por las ideologías distantes), la transición mexicana se fue por la derecha y se desfondó en 12 años.

                                     

ARRANCADERO, MÁS LOS BRONCOS

 

EN NOMBRES se agrietan partidos y acaso lealtades. Proyectos y definiciones de país no hay: sólo nombres con trayectoria pública. La bruma en la plataforma de ideas no impide el juego de nombres que domina las encuestas. En el arrancadero partidista del 2018, nombres más sonados: en MORENA, López Obrador “en competencia consigo mismo”, como apuntó con ironía Raymundo Riva Palacio (El Financiero) a propósito de errores que debilitan a AMLO, cometidos por el  propio Peje; en el PRI, Manlio Fabio Beltrones, puente de generaciones y a veces inconfesables alianzas cuya habilidad es mantenerse en el juego; Luis Videgaray, quien desde la secretaría de Hacienda marca el ritmo del presupuesto federal en tiempos duros; Aurelio Nuño, salido de las asesorías a Peña Nieto para ponerse al frente de la reforma educativa; Miguel Ángel Osorio Chong, quien con paciencia asiática resiste tormentas en la Segob, más la fuga del Chapo Guzmán; Eruviel Ávila, quien desde Edomex quiere recorrer el camino de Peña Nieto.

Otros más: en el PVEM es Manuel Velasco, gobernador de Chiapas, con lecciones de imagen tomadas del caso Peña; en el PRD, Miguel Ángel Mancera, en lucha contra las tribus; en el PAN, Gustavo Madero, Ernesto Cordero y Margarita Zavala visibilizados en distinto grado, con Ricardo Anaya en la dirigencia y reserva. Zavala no descarta la opción independiente, lo mismo que Velasco a despecho del PVEM y el propio Mancera.

Las coaliciones parecen posibles. Mientras tanto, Jaime Rodríguez (El Bronco) dice que no juega un día sí y otro tal vez, ocupado en el gobierno de Nuevo León, pero la caldera independiente late en México con fuerza. También se apuntan Marcelo Ebrard y Juan Ramón de la Fuente.

Quince nombres, arrancadero lleno. ¿Y las ideas?              

 

GUBERNATURAS: JEROGLÍFICO ESTATAL

 

LOS TIEMPOS políticos del 2016 son estatales, con gubernaturas como ‘round de sombra’ para los partidos en pos de la eficacia electoral hacia 2018.  Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Chihuahua, Quintana Roo, Veracruz, Oaxaca, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala, Sinaloa y Zacatecas. A esta lista debe sumarse Colima, con elecciones extraordinarias por anulación (segunda en su historia). En cantidad de población, como referencia hacia el 2018, sobresalen Chihuahua (3.3 millones de ciudadanos), Oaxaca (2.7 millones), Veracruz (5.6 millones) y Puebla (4.2 millones), que concentran el 60% del porcentaje de votos en juego. Podríamos decir que en esta dinámica es incluye Tabasco que aunque sólo se juega una alcaldía en extraordinarias, se trata de la capital del estado del que es originario López Obrador. He ahí el espacio natural para una primera medición significativa antes de la carrera presidencial.  

Con el antecedente de Nuevo León, ninguna elección es un dulce. Quien piense en paseos triunfales de antaño sufrirá sorpresas. Los operadores de los partidos a nivel federal quieren garantías de competitividad y éxito, pero este primer acto escapa a la mirada federal como control absoluto del proceso y se resuelve en cada entidad (quién gobierna y quién es oposición). De cualquier modo, en el palomeo late la llama del centro: los amarres de cada candidato estatal pasan por el filtro federal, con encuentros y desencuentros. 

En este escenario de agendas cruzadas, los aspirantes presidenciales que llevan ventaja por su capacidad de operar políticamente en sus partidos son López Obrador y Beltrones, ambos dirigentes nacionales con experiencia y habilidad en contiendas electorales; con  notorias diferencias. Pero esto apenas comienza: ¿Quién hubiera apostado por Ernesto Zedillo o Felipe Calderón a la mitad del sexenio?

TABASCO, COMO EL DF

FUE LÓPEZ OBRADOR quien definió la importancia que para Morena, su nuevo partido, tienen el Distrito Federal y Tabasco. Dijo después de las elecciones de junio que “la mafia del poder” apostó a arrollarlo en esas dos plazas. Se quejó de que eso sucedió en Tabasco. Resulta lógico que abierta la convocatoria a elecciones extraordinarias en la capital tabasqueña, el municipio de Centro, el lopezobradorismo ve la posibilidad de ocupar una plaza estratégica. Este hecho, en ese contexto de la batalla de posiciones, le da a Villahermosa y sus poblados, casi el rango de una contienda por la gubernatura.

Para quienes miren desde fuera, les parecerá exagerada la comparación. Es una alcaldía más, dirán. No es así, es el centro del poder en Tabasco y AMLO no se explica sin su plataforma de arranque. Abundaremos sobre el tema.

AL MARGEN

SE ANUNCIA la presencia hoy en Villahermosa de otro de los presidenciables, el titular de la Sedesol federal, José Antonio Meade; estará en Palacio y viene a un encuentro con organizaciones y beneficiarios.  ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )