Escala Crítica/Columna diaria
* Confianza del Chapo en su terruño: factor clave de su caída.
* ¿Qué cambia, con el Chapo fuera o dentro?; Chong, beneficiario
* Crece la rebelión contra Basave en el PRD; su días están contados
Víctor M. Sámano Labastida
COMO en ocasión de su fuga, la noticia ha dado la vuelta al mundo en televisores, radios y celulares: en Los Mochis, Sinaloa, uno de sus feudos preferidos, el viernes 8 de enero por la mañana fue recapturado Joaquín (El Chapo) Guzmán, luego de cinco meses de intensa persecución en el norte del país, de acuerdo a crónicas periodísticas basadas en información oficial. El Chapo se había fugado por segunda vez de la justicia mexicana el 11 de julio de 2015, y muchos especialistas en seguridad pensaban que esta vez no sería capturado vivo. Al parecer, un operativo conjunto de la Marina y la PGR le ha puesto el cascabel al Chapo.
Habrá material periodístico, mitológico y especulativo, para tejer infinidad de teorías sobre la recaptura y la identidad, real o ficticia, del narcotraficante más buscado del planeta, líder del cártel de Sinaloa. Las primeras imágenes distribuidas por la PGR: el chapo en camiseta, dentro de un auto, sin esposas en sus manos (una mano en el mentón: pose pensativa), con mirada seria, su bigote tradicional, acompañado (al lado) por uno de sus lugartenientes, descamisado. Un detalle significativo es que el Chapo no está esposado.
APUESTA FALLIDA POR EL TERRUÑO
LOS HISTORIADORES hablan de “la Matria”, el pequeño terruño en el que se nace, como asidero que sustituye al concepto grandilocuente de Patria. En el mismo sentido, los grupos criminales hablan de lealtad en sus terruños. Los feudos pequeños son controlables: significan seguridad y manejo ordenado de detalles. El Chapo apostó a su terruño para permanecer fuera del radar. En ese terruño hubo manifestaciones (Culiacán, Mazatlán, Los Mochis) para pedir su liberación cuando fue capturado por segunda vez. De ahí que la fuga del Chapo hace 5 meses, según reportes periodísticos, pusiera rumbo hacia el llamado triángulo dorado, situado entre Sinaloa y Durango. No es casual que otro mito del narcotráfico, Ismael El Mayo Zambada, prosiga en las montañas del norte su estela de impunidad, adonde tuvo que acudir el periodista obstinado Julio Scherer (2009), para un encuentro insólito.
En esta ocasión, el terruño no fue escudo suficiente. El 16 de octubre de 2015 se reportó una escaramuza entre militares y la guardia personal del Chapo, de la que supuestamente escapó herido de una pierna. Las crónicas periodísticas hablaron de un seguimiento estratégico a la esposa y los hijos del Chapo por carretera, además de una pista clandestina en Querétaro adonde llegó el Chapo desde Almoloya para huir hacia la sierra del triángulo dorado. Todas las pistas convergían hacia el terruño.
El Chapo no intentó, o no quiso, salir del país. Su apuesta por el terruño era de una confianza ciega. Cientos de habitantes en el triángulo dorado fueron desplazados por los operativos militares, con nulo respeto por derechos humanos. Hay constancia en medios locales del norte, y algunas menciones en la prensa nacional. Pero no hay un reportaje o crónica que de verdad apunte los reflectores al terruño donde, se nos dice, fue recapturado el Chapo.
LECTURAS AL CALCE DE LOS PINOS
“MISIÓN cumplida: lo tenemos. Quiero informar a los mexicanos que Joaquín Guzmán Loera ha sido detenido. EPN”. Este twitter presidencial hizo gala de velocidad, lo mismo que el anuncio dado por el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, mientras asistía a una reunión oficial de embajadores y cónsules. Los aplausos y vivas, de rigor, no se hicieron esperar.
Una primera lectura política de esta recaptura es el reciclaje de Osorio Chong como aspirante presidencial, de la misma manera que la fuga del Chapo había congelado sus aspiraciones. No había, hasta el momento de escribir estas líneas, una declaración oficial del dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones, sobre la recaptura del Chapo.
En política palaciega, lo sabe Manlio, los tiempos cambian de un momento a otro. No parece casual el segundo twitter presidencial: “Mi reconocimiento al Gabinete de Seguridad de la República por este importante logro en favor del Estado de Derecho”. Es el relanzamiento de Osorio Chong y un “aprobada” hacia Arely Gómez, Procuradora de ligas mediáticas (Televisa). Más cosas moverá la nueva detención del Chapo en el PRI.
Lo que ya se comienza a discutir en sentido jurídico es la extradición del Chapo Guzmán a los Estados Unidos. Cuestión delicada por toda la información que entra en juego sobre el narcotráfico. El gobierno de Obama ya expresó su beneplácito por la recaptura. Por el momento: luna de miel. De entrada, la extradición no parece probable a corto plazo. Habrá que esperar una serie de procedimientos judiciales que incluyen un amparo de Guzmán contra esa medida de la justicia internacional.
No cambia casi nada, para el ciudadano de a pie, lamentablemente. Mientras el dólar rebasa la frontera de los 18 pesos y el precio del petróleo sigue en picada, los medios electrónicos hablarán de un triunfo de Peña Nieto. En realidad, es apenas un error enmendado, pero no cambia nada de la justicia que cotidianamente se (des) aplica en México. Hay que dejar, sin embargo, una pequeña puerta al optimismo. Esperemos que algo se refleje en una verdadera, seria, coordinación en materia de combate a la delincuencia.
REVUELTA AMARILLA
LOS PARTIDOS en Tabasco parecen haber descubierto el agua tibia: deben aprovechar los periodos de campañas internas para mover a sus militantes, promover a su partido y contar con los reflectores de los medios. No lo hicieron, por lo menos muchos se abstuvieron, en la elección pasada. Prefirieron las llamadas “candidaturas de unidad” que les evitaron riesgos de división interna, pero también les impidieron un ejercicio mínimo de democracia.
Ahora buscan llevar a sus candidatos ya designados a una campaña frente a uno o dos sparrings, como en el boxeo. Como en rondas de sombra.
Quien sí no se esperaba que fuera en serio la batalla interna es Agustín Basave, quien aceptó dirigir al PRD nacional pero ahora prácticamente dejó ese cargo. Así se puede interpretar su amenaza renunciar a la jefatura en caso de no ser aprobadas las alianzas del PRD con el PAN en Veracruz y Puebla.
La rebelión contra Basave y contra los Chuchos ya cundió: quince jefes de tribus en el Comité Nacional de plano rechazaron las alianzas con el PAN en ocho estados. (
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