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*Los votos sí, pero no debe posponerse la atención a lo urgente

* De 38 millones a 121 millones de personas, de 1960 a 2015    

* Va Gaudiano con el apoyo de cuatro partidos: PRD, PT, PMC,PAN  

Víctor M. Sámano Labastida

 

OCUPADOS de la coyuntura electoral, con frecuencia se olvida lo fundamental: el objetivo de la política. Los candidatos y lo partidos se han apropiado del escenario, con discursos más o menos atractivos para el respetable público, pero que muy pocos resisten la prueba de la realidad. Al final de cuentas lo que justifica o explica los enromes recursos destinados a la comedia de la contienda por los votos es que la democracia se refleje en la calidad de vida. Una calidad de vida que es mucho más fácil medir en los grandes centros urbanos.

 

La población total en México es de 121 millones 783 mil 280 personas. El dato lo manejó en julio de 2015 el Consejo Nacional de la Población (CONAPO). De ese total, más de la tercera parte son adolescentes y jóvenes entre los 10 y 29 años de edad. Hablamos de 43 millones, que equivalen al 35.4% de la población total mexicana.               

Lo interesante, sin embargo, está en una comparación de crecimiento demográfico por décadas: 1960, 38 millones de personas; 1970, 52 millones, 28% de crecimiento; 1980, 70 millones, 30% de crecimiento; 1990, 86 millones 21% de crecimiento, hay un freno por políticas de población en pro de “la familia pequeña”, que “vive mejor”; 2000, 103 millones, 18% de crecimiento, sigue tendencia a la baja, pero la cantidad de 17 millones más es respetable: significa, para el gobierno, algo similar a ofrecer atención y servicios en 4 nuevas mega ciudades; 2010, 117 millones, el crecimiento es de 12%, con 14 millones más; y 2015, con la cifra ya referida al inicio, de casi 5 millones más (6% de crecimiento poblacional). 

La comparación demográfica muestra un problema fundamental: el cuadro de servicios que también tendría que crecer: escuelas, guarderías, hospitales, cárceles, pavimentación de calles, electricidad, agua potable, alimentos, seguridad pública.  Esto es mucho más evidente en las capitales de los estados, como Centro (Tabasco), donde actualmente los candidatos y sus partidos tendrán que presentar propuestas inteligentes.

¿Observa, despoblado lector, el reto mayúsculo de los gobiernos? Veamos esta historia de crecimiento poblacional por el lado incómodo de los servicios públicos, alejándonos un poco del ruido de las campañas partidistas.

           

COBERTURA SIN CALIDAD     

 

CLÍNICAS y escuelas (salud y educación) son la primera responsabilidad estatal que no se atiende. Esto es: a un crecimiento poblacional acumulado de 240% entre 1960 y 2015, el gobierno ha respondido con una cobertura a todas luces accidentada, que descuidó la calidad de los servicios a medida que la población crecía. Asistir a una clínica del IMSS en 1960 era una cuestión muy diferente que asistir (si se tiene el derecho) a una clínica del IMSS en 2016. Hay medicinas que por falta de presupuesto ya no se proporcionan a los pacientes, en tratamientos para la diabetes o padecimientos del riñón e hígado. Ni hablar de tratamientos para el cáncer o la tuberculosis. Se ha tenido pues, desde el gobierno, una cobertura que generó hospitales como fachada, pero no con las instalaciones, el equipo y el personal adecuados. 

En la última década, 2005-2015, la cobertura de servicios médicos ha sido vía programas alternativos como el Seguro Popular. Un paso atrás, con el IMSS posando para la foto, pero en realidad alejándose como opción de servicio médico eficaz para la población. Todavía, entre 1970 y 1990, los derechohabientes del IMSS recibían, en tiempo y forma, tratamientos dentales de calidad, al igual que tratamientos ópticos y auditivos con equipo incluido. Ahora, la situación en tiempo es desesperante y la forma no cuadra con un equipo deficiente por ser el más barato que se encuentra en el mercado médico. Los derechohabientes no resuelven su problema: lo trasladan, y tienen que hacer uso (si pueden) de servicios privados.                      

De las escuelas hemos hablado en otra Escala Crítica, pero la situación es la misma: cobertura aparente con calidad deficiente. Un reto mayúsculo que crece cada día, mientras en otra esquina los montos del presupuesto federal para partidos políticos y el Instituto Nacional Electoral han crecido 6 mil veces, entre 1960 y 2015.   

 

CÁRCELES, OTRO MAL MODELO 

 

DATOS citados por Héctor Aguilar Camín, de una investigación de Juan Pablo García Moreno: hay 389 cárceles en México, 298 estatales, 74 municipales y 17 federales, entre ellos 3 penales de máxima seguridad; el cupo previsto de estas cárceles: 206 mil 379 internos; el cupo real: poco más de 250 mil, o sea, 25% de sobrecupo. Motivo del sobrecupo: los presos sin sentencia, que ascienden a 104 mil 613 personas (42% de la población carcelaria). Es decir,  uso y abuso de la prisión preventiva, sin desenlaces jurídicos pero con ‘sombra’ para los detenidos, justo como en el documental Presunto Culpable (2010) donde un joven acusado de asesinato pasó más de 2 años (casi 800 días) en una prisión, hasta que llegó el ‘usted disculpe’ de la autoridad. Es la realidad.

Las cárceles en México son otro pendiente escalofriante del Estado Mexicano         

Con ese telón de fondo uno se pregunta, ¿hay posibilidad de brindar seguridad a 121 millones de personas, con 544 mil 25 policías de los tres niveles de gobierno? Los promedios hablan por sí mismos: 300 policías por cada 100 mil habitantes; un policía local por cada 960 habitantes. Lo sorprendente del caso es que, según datos de la ONU, México es el tercer país con mayor número de policías en el mundo. Lo que nos dirige al tema de siempre: la corrupción de los cuerpos policiales y su incompetencia por falta de capacitación y equipo. De cualquier modo, otro dato es revelador: sólo 7 estados cumplen con la tasa de policías del parámetro ONU.  

Seguiremos con estos aspectos demográficos en otra entrega, referida a rangos de edad y demanda de servicios. 

 

VA DE NUEVO

FINALMENTE se concretó lo adelantado en esta columna. Gerardo Gaudiano irá con una coalición diferente –a manera de candidatura común- en la reposición del proceso para la elección de presidente municipal de Centro con sede en Villahermosa. Militante del PRD, el ex diputado federal tendrá también el apoyo del PT y PMC, en tanto que el PAN insiste en que irá de manera “solidaria” con el perredista, sólo en una “candidatura de facto”.

Otras organizaciones que declararon su apoyo “de facto” –esto es que no aparecerán en las boletas- con los partidos Humanista y Encuentro Social que no lograron su registro en Tabasco en las elecciones de junio pasado.

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