Escala Crítica/Columna diaria
*Fue rencilla de bandas, sostiene la Fiscalía en el caso de La Manga
*Critican homofobia de diputada; imperativo de la formación política
*Umberto Eco: fallece una de las mentes más lúcidas y críticas
Víctor M. Sámano Labastida
EL ASESINATO de una persona en la colonia La Manga (Villahermosa), presuntamente como resultado de un linchamiento, fue motivo de polémica entre los diputados y dirigentes de los diversos partidos en Tabasco, así como de explicaciones y compromisos por parte de las autoridades. La Fiscalía (antes procuraduría) sostuvo que no fue un “linchamiento ciudadano” lo ocurrido, sino que el crimen fue resultado de una rencilla entre bandas delictivas. Fue una ejecución, se dice.
Independientemente de que no se debe hablar de “ejecuciones” en el lenguaje oficial –salvo que se trate de la ejecutoría de una sentencia y en nuestro país no existe la pena de muerte-, resulta destacable que el gobierno estatal haya instruido al titular de Seguridad, Sergio Martínez para que se aclare si existió negligencia en la respuesta policiaca.
No se puede ignorar que no pocos de los linchamientos o crímenes, también delitos varios, que han ocurrido no sólo en Tabasco sino en el país se relacionan con la desconfianza de la población en la acción de los administradores de la justicia –los índices de impunidad están documentados- y también con la lentitud de la respuesta a las denuncias o llamadas de auxilio.
Un estudio de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) refiere que entre 2010 y 2014 se reportaron 58 linchamientos en el Estado de México, 33 en Puebla, las dos entidades con mayor incidencia. En sólo siete estados –los mencionados más Distrito Federal, Morelos, Oaxaca, Chiapas y Guerrero- se concentraron el 80 por ciento de los linchamientos de todo el país en los últimos 26 años.
En 2015 este tipo de actos alcanzaron un registro histórico. Hubo más de 63 agresiones tumultuarias durante ese año.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ha reconocido en varias ocasiones que este fenómeno, el de los linchamientos, evidencia “la fragilidad del Estado de Derecho”, pero también ha exhortado a la población para que evite caer en una espiral de violencia. Así, por ejemplo, un pleito de pandillas o una venganza por presuntos o reales delitos, puede abrir la puerta a agresiones que no tendrían fin.
Una banda delictiva antagónica aprovechó “la indignación social” para cometer un homicidio, señala el comunicado oficial.
Se reconoce “la existencia de un legítimo malestar social por la incidencia delictiva que padece la entidad”, pero también se destaca “la participación ciudadana responsable, que una vez que ha detenido a probables delincuentes los ha puesto inmediatamente a disposición de la autoridad competente”. Un elemento que no debe perderse de vista es “un legítimo malestar social”, del cual se requiere un diagnóstico a profundidad.
EXIGEN DISCULPA
LA REACCIÓN fue inmediata y de carácter nacional. La diputada Candelaria Pérez, coordinadora de la bancada de Morena en Tabasco, será sancionada por su partido y también se emitirá una recomendación de la Comisión estatal de Derechos Humanos (CEDH) por sus dichos en contra de la diversidad sexual, en especial por haber expresado que “los gays no deberían existir”.
La demanda ante la CEDH fue interpuesta por José Cruz Guzmán, presidente de la asociación civil “Tabasqueños Unidos por la Salud y la Diversidad Sexual”. Lo mismo por Carlos Sánchez de “Grupos en Movimiento” y por Miguel Chablé de la agrupación “Macucos”. Exigen una excusa pública.
Los dirigentes de Morena en Tabasco, Adán Augusto López y José Eduardo Beltrán manifestaron su desacuerdo con la diputada. Desconoce los estatutos de Morena, se dijo. Pero también desconoce la historia del movimiento de izquierdas y la realidad tabasqueña donde hubo una racha de crímenes de odio, producto de la homofobia y la discriminación.
Lamentablemente estamos ante una muestra de la falta de formación de cuadros en los partidos políticos. Convertidos en instrumentos para “estar” en el poder, dejaron de ser herramientas para el bien común. Aunque no lo crea, alguna vez lo fueron, como los sindicatos. Por cierto, habrá que recordarles a los diputados que el Congreso local declaró hace siete años el 17 de mayo como Día Estatal contra la Discriminación y la Homofobia.
PERIODISMO A EXAMEN
EL ITALIANO Umberto Eco fue uno de esos raros intelectuales que logran el prestigio académico y la aceptación popular. De esto último da cuenta su obra más conocida “El nombre de la rosa”, novela publicada en por lo menos 35 países; fue adaptada al cine bajo la dirección de Jean-Jacques Arnaud (1986) y con la actuación de Sean Connery. Menciono sólo algunas obras literarias que simbolizan la versatilidad y el conocimiento del piamontés: El péndulo de Foucault (1988), La isla del día antes (1994), Baudolino (2000), El cementerio de Praga (2010).
Su obra de ficción más reciente es “Número Cero” (2015), una novela calificada como parodia feroz (y divertida) sobre el periodismo y la política.
Escribió Jesús Ceberio (Babelia, El País, abril de 2015): “De tantas malformaciones como ha concebido el periodismo en su historia es posible que alguna encaje en la trama que Umberto Eco ha urdido en Número Cero. Dado el carácter instrumental que con frecuencia han tenido los periódicos para toda suerte de causas, incluso nobles, alguien debe de haber tenido alguna vez la idea de crear un periódico no para ser leído por el público, sino para extorsionar a los poderes establecidos con el propósito de buscarse un hueco entre ellos. Bastan unos pocos periodistas debidamente dirigidos y apenas unas decenas de ejemplares para intimidar a los destinatarios seleccionados. Todo muy barato e higiénico, sin el coste de su publicación, que siempre deja un reguero de sangre”.
En ese mismo suplemento del diario madrileño, César Antonio Molina anotó: “La caída de la prensa en manos irresponsables es la mordaza que los corruptos imponen a la democracia y significa la destrucción de las raíces de la democracia misma. (…) Esta falsa novela de Eco podría ser un ensayo, pero lo enmascara bajo una ciencia-ficción no del futuro sino del pasado-presente, es todo un alegato contra el estado de ruina en el que ha devenido la sociedad italiana desde el fascismo hasta nuestros días.”
No sólo Italia, el mundo pierde a uno de sus intelectuales más lúcidos. Causó polémica cuando declaró: “La televisión ha promovido al tonto del pueblo, con respecto al cual el espectador se siente superior. El drama de internet es que ha promocionado al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad”. Un juicio que por supuesto hay que matizar. (
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