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Home Escala Crítica TERCER AUGE PETROLERO QUE NO FUE; ENTRE MERCADO Y REFORMA ENERGÉTICA

TERCER AUGE PETROLERO QUE NO FUE; ENTRE MERCADO Y REFORMA ENERGÉTICA

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Desafío: evitar que la crisis petrolera arrastre a la economía tabasqueña
*Lejana época del millón de barriles diarios y el ingreso per cápita más alto
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
EN EL AÑO 2010, durante el gobierno de Felipe Calderón, se anunció lo que se pronosticaba como un “tercer auge” petrolero para Tabasco. Yacimientos extraordinarios recientemente descubiertos, el enorme tesoro que se estimaba en el lecho marino frente a las costas, la posibilidad de compensar lo que la entidad perdió por la inoportuna reforma fiscal aplicada desde el 2008 y las inversiones privadas que –se decía- evitarían los efectos nocivos de la reforma energética. Ahora se requerirá de mucha habilidad y decisión para impedir que la crisis petrolera arrastre al estado.
Hasta el 2014 había cálculos optimistas porque en junio de ese año el barril, de petróleo se encontraba en su máxima cotización: cien dólares. La extracción iría en aumento se dijo. Todavía en el 2015, una serie de ofertas federales abrieron las expectativas de un resarcimiento de recursos: un Fondo de Extracción de Hidrocarburos del que se podrían obtener 700 millones de pesos adicionales por año, un impuesto a la exploración y extracción, aportaciones que podían calcularse en unos dos mil millones de pesos anuales. Pero la situación de las finanzas nacionales se deterioraron al extremo que ahora Pemex anuncia drásticos recortes. 
Se argumenta que estamos viviendo los efectos de la crisis en el mercado petrolero. Pero la caída en los precios del petróleo sólo aceleró lo que se derivaría de la reforma energética: el desmantelamiento del viejo Pemex, principal sostén económico de la estructura del gobierno federal. 
 
LA ÉPOCA DORADA
TABASCO ha tenido tres momentos que podrían calificarse como de auge en la extracción de petróleo, que llevó a la entidad durante décadas a tener los recursos per cápita más altos del país (aunque no necesariamente distribuidos con equidad):
En 1977 logró un máximo de 500 mil barriles diarios de petróleo, prácticamente duplicando lo de dos años antes; tuvo un caída a 393 mil barriles en 1980 para luego repuntar hasta 985 mil unidades por día en 1981. Este fue el mejor momento en la aportación tabasqueña a la extracción de crudo.
En los años siguientes se registró una declinación hasta menos de los 600 mil barriles en 1992. Este nivel se mantuvo durante toda la década para caer drásticamente entre 2007 y 2008, aunque con la ventaja de altos precios. A partir del 2010 se comenzó recuperar la extracción llevándola a cifras cercanas al medio millón de barriles y se habló de un tercer auge que llevaría a Tabasco a sustituir la declinación de los yacimientos de Cantarell. Se avizoraban tiempos de bonanza para la industria, aunque no necesariamente para el estado; convertir la extracción de crudo en palanca de calidad de vida ha sido un objetivo inalcanzable.
No es casual que en el Plan Estatal de Desarrollo 2013-2018 anotaran que se avizoraba “una  tercera oportunidad que no podemos dejar pasar”. En un diagnóstico de lo sucedido sobre todo en el boom petrolero de los años ochenta concluía que “no se ha logrado integrar la economía local a la petrolera, ni tampoco desarrollar una red de proveeduría en la entidad para Pemex”. Como le decía en anteriores colaboraciones: una industria extractiva que representaba más de la mitad de la economía pero que aportaba menos del siete por ciento de los empleos y menos del dos por ciento de la proveeduría para las empresas locales se había convertido en un lastre. Todo esto se pretendía revertir
Documentos oficiales indicaban en 2013 que de Tabasco se extraían por concepto de ventas de crudo el equivalente a un mil 200 millones de dólares mensualmente. Algo así como 14 mil 400 millones de dólares al año.
Los cálculos optimistas se reforzaron apenas pasadas las elecciones de junio del 2015 cuando el entonces director de Pemex, Emilio Lozoya, reveló “un nuevo hallazgo”. Cuatro yacimientos más en el Golfo de México, dos frente a las costas de Tabasco.  En noviembre del 2012, Felipe Calderón había anunciado que a 20 kilómetros de Villahermosa se descubrió el mayor yacimiento en tierra de los últimos diez años.
En un documento interno de Pemex sobre la distribución de yacimientos en activo y por explotar, los técnicos de la empresa enlistaban campos en los 17 municipios del estado y no únicamente en los 14 donde actualmente hay actividad petrolera.
Estamos, como le mencioné en una anterior colaboración, ante una “despetrolización forzada” (8 de febrero, 2015). Desde hace varios años se habla de la necesidad de rescatar las actividades productivas que en Tabasco garantizaron ingresos y ocupación a la mayoría de la población, sobre todo un ingreso económico constante, quizá menor al que ofrece la actividad petrolera pero sostenido.
Retomar las  actividades agropecuarias no será fácil, porque la industria petrolera cambió totalmente las expectativas de los asalariados y de los inversionistas. Además de que las actividades del campo son comparativamente menor pagadas y sus productos con bajo precio. La actual crisis petrolera más que dar paso al pesimismo deberá obligar a acelerar la despetrolización no sólo de la economía, sino de la sociedad y de la cultura local. Estamos ante un problema cultural. 
AL MARGEN
UNO DE LOS aspectos de la actual administración que deberá revisarse es el Plan Estatal de Desarrollo. Las circunstancias han cambiado drásticamente. Aunque se mantengan algunos objetivos, los instrumentos con que cuenta el gobierno son distintas a las del inicio. Fue un tema estuvo como telón de fondo durante la firma ayer del Convenio Único de Desarrollo Municipal 2016-2018, en la primera asamblea plenaria de este año del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado (Copladet).
A la firma del acuerdo con el gobernador Arturo Núñez acudieron 15 alcaldes y el primer concejal de Centro. Ahí se habló, por supuesto, del complejo entorno de la economía, peor es cuando más necesaria es la planeación. 
EN LA RECTA final de las campañas por la alcaldía de Centro se prevé que en estos días sean difundidas otras encuestas, aunque estos ejercicios de medición han dejado de tener la seriedad que alguna vez les fue otorgada para convertirse en instrumentos de propaganda. Los candidatos Gerardo Gaudiano, del PRD-PT y Liliana Madrigal, del PRI-PVEM-Panal, esperan el refuerzo de sus dirigencias nacionales en estos últimos días. Octavio Romero, de Morena, recibió esta semana el respaldo de Andrés Manuel López Obrador durante dos días, quien también estará esta semana en Puebla durante cinco días por las próximas elecciones para gobernador. El abanderado independiente, Pedro Contreras, hace una modesta campaña prácticamente sin recursos. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla
 
 

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