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Home Escala Crítica PARTIDOS EN TENSIÓN: DEL 2018 EN 2016, CAMISETA INDEPENDIENTE CON OLOR A PINO

PARTIDOS EN TENSIÓN: DEL 2018 EN 2016, CAMISETA INDEPENDIENTE CON OLOR A PINO

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 Escala Crítica/Columna diaria

* Adelantados: AMLO, Zavala, Osorio y Mancera, faltan ajustes           
* Erosión del voto duro: crisis ideológica y de liderazgos    
* El factor independiente: ¿con 36% con intención de voto?    
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
EN TABASCO, pasados los procesos electorales –el último de la actual etapa fue el domingo con las extraordinarias del municipio de Centro-, comenzaron las especulaciones para la competencia estatal por la gubernatura. Se filtran nombres, se imaginan alianzas, pero sin duda que lo primero que tendrán que hacer los líderes y aspirantes de las tres principales fuerzas partidistas es ganar sus propios partidos. Volvemos a lo ya sabido pero con frecuencia eludido: quien no consiga alianzas internas y sólo apueste a las alianzas externas, pagará un alto costo.
Más adelantado se encuentra el proceso nacional, aunque depende todavía muchos factores.
La aritmética no engaña: 2018 no es 2016. Los aspirantes presidenciales quisieran tocar ya las puertas del cielo, pero falta tiempo y circunstancia. Que se quiten, por ahora, esa medalla del pecho. Falta, sobre todo, lo que dirán las urnas el domingo 5 de junio, con 13 procesos electorales entre ellos 12 para gobernador, 548 alcaldías y 388 diputaciones en juego. Allí se juega la  democracia cotidiana, tan escasa de soluciones que sólo brillan en los escritorios.  También se juegan su prestigio los líderes nacionales.
Por lo pronto, la aritmética política es: 2018 pasa por el 2016. Las maquinarias partidistas, como ocurre en cada fecha electoral, acuden a los ciudadanos en calidad de votantes. Con excepciones regionales que caben en una mano, no hay partido político que valore ideas ciudadanas frescas para incorporar a sus plataformas. Ciudadanos son votos. No se les mira de otra manera. El 5 de junio no será la excepción, a juzgar por las formas políticas casadas con los resultados. El resultado es el poder. 
Hay un profundo desinterés de la clase política por quienes otorgan representatividad y legitimidad en las urnas. Un agujero ético de arriba (la clase política) hacia abajo (los ciudadanos). Allí anida el abstencionismo, el enojo paralizante, o el vale nadismo.
    
ENCUESTITIS Y NOMBRES SIN PROYECTO
 
LAS ENCUESTAS presidenciales recientes (febrero y marzo: Reforma, El Financiero, El Universal, Universidad de Guadalajara y consulta Mitofsky) ubican un momento significativo de la contienda hacia Los Pinos, con números relevantes y nombres que se perfilan para estar en la boleta electoral del 2018. Aunque las metodologías son diferentes (encuestas domiciliarias, telefónicas y vía internet), con todos los asegunes del caso, si promediamos números se obtiene: Andrés Manuel López Obrador (MORENA) 25% de intención de voto; Miguel Ángel Osorio Chong (PRI), 21%; Margarita Zavala (PAN), 20%; Miguel Ángel Mancera (PRD), 17%. Con esos números, descartando alianzas con franquicias menores, un candidato independiente (sin nombre) obtiene 17%, nada despreciable para empezar. Estaría en la carrera. 
En los promedios, cada uno de estos aspirantes le saca entre 15 y 22 puntos a su más cercano perseguidor, con la excepción de López Obrador que va solo con su Morena. En el PAN, Margarita Zavala se impone por 16 puntos a Ricardo Anaya, dirigente nacional, y por 18 al gobernador de Puebla, Rafael Moreno. En el PRI, el titular de Gobernación Osorio Chong (sin duda catapultado por la recaptura de El Chapo Guzmán) se impone por 15 al dirigente nacional Manlio Fabio Beltrones, y por 20 al secretario de Hacienda, Luis Videgaray. 
En el PRD, Miguel Ángel Mancera se impone por 20 puntos a Jesús Zambrano y por 22 al actual dirigente Agustín Basave. Ventajas holgadas, que se antojan difíciles de remontar. El único aspirante con posibilidades resulta Beltrones, que como dirigente nacional del PRI se jugará mucho en las elecciones de junio. Así como Osorio Chong retornó a la carrera presidencial con la recaptura de Joaquín Guzmán, así podría Manlio rebasar en las preferencias si obtiene triunfos sonados, sobre todo en gubernaturas.  Dicen que lo sucedido en Tabasco por el municipio de Centro no cuenta, aunque ese partido haya caído al tercer lugar y su aliado histórico (PVEM) más que ofrecer apoyo necesita respiración urgente.
         
LAS ALARMAS DEL VOTO DURO  
 
CADA partido, como franquicia política, tiene un porcentaje mínimo de representatividad. Se le llama voto duro por las lealtades (obligadas o libres) en juego. En sus tiempos dorados, el PRI rebasaba el 55% de intención de voto. Cada elección era un paseo. Con la competencia política, de 1988 a 2000,  los porcentajes se dividieron prácticamente en tercios, entre PRI, PAN y PRD. De 2000 a 2012, el voto duro medido en los tres partidos bajó a porcentajes que oscilaron entre el 28 y 22%, mientras el abstencionismo crecía. 
La más reciente medición del voto duro la hizo Mitofsky, con estos resultados: PRI, 22%; PAN, 15%; PRD, 10%, con la salvedad de que el PRD ha tenido en Morena (8%) quien le compite por los votos de izquierda. Esta disminución es drástica como tendencia histórica. Habla de competencia política, pero también de un voto diluido que ideológicamente parece dirigirse a ninguna parte. 
Sobre el particular, opinó Héctor Aguilar Camín (Milenio): “Que el voto duro disminuya quiere decir que las identidades partidarias se están borrando, que las señas de identidad política de los votantes se van diluyendo”. También pudiera explicarse esto imaginando un votante que con flexibilidad selecciona la mejor opción de la boleta, pero no es seguro.
Lo es que crece la opción de un candidato presidencial independiente. Fruto de las numerosas pifias de la clase política, ese porcentaje ha incrementado hasta 36% de las preferencias en dos encuestas (El Financiero y Mitofsky), cifra que no alcanza ninguno de los aspirantes con partido. Curioso es el caso de Margarita Zavala, que es mejor valorada como independiente (28%) que como panista (20%). ¿El partido como lastre? Son tiempos preocupantes para la democracia y las burocracias partidistas. Tiempos merecidos, por los problemas que carga el país. 
 
AL MARGEN
¿SORPRESAS? Trascenderán el relevo del 2018 los nuevos comisionados del ITAIP: Teresa de Jesús Luna Pozada, Jesús Manuel Argáez y Leida López Arrazate. Seguirán ahí cuando haya terminado esta administración.
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