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Home Escala Crítica REACOMODO DE FUERZAS PARTIDISTAS; CAMBIA PANORAMA DE DOS DÉCADAS

REACOMODO DE FUERZAS PARTIDISTAS; CAMBIA PANORAMA DE DOS DÉCADAS

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Pasa PRD la prueba de sus primeras elecciones sin AMLO en Tabasco
*La prueba definitiva en 2018; avanza Morena y retrocede el tricolor
*Obama en Cuba: cambio de estrategia a la política de aislamiento 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
DESDE el 2012 Tabasco está viviendo un proceso en el que resulta difícil predecir los resultados electorales. Es cierto que para las elecciones extraordinarias del municipio de Centro, diario Presente publicó la encuesta más cercana a la realidad de lo sucedido el domingo 13 de marzo. De acuerdo al estudio demoscópico de Focusmark quien obtendría la mayor votación sería Gerardo Gaudiano, con el 47%, en tanto que Octavio Romero de Morena y Liliana Madrigal del PRI registraban un empate técnico en 25%, al independiente se le concedía un 2%. 
En porcentajes, los resultados oficiales fueron 43% para Gaudiano, y 25% para Romero y Madrigal, respectivamente. Pedro Contreras, sin partido, apenas sumó el 1.5%.  Como se puede observar, porcentualmente la encuesta sólo equivocó en 4 puntos las estimaciones para el abanderado del PRD-PT, pero no en la ubicación de los competidores. 
Lo que no se pudo prever fue el brusco derrumbe de la votación del PRI y del PVEM, combinado con el histórico abstencionismo. En el estudio un 41% afirmó que acudiría a las urnas. Al final sólo acudió el 35%. Pero sin duda fue la encuesta más acertada en una entidad en la que este tipo de estudios ha naufragado frente a los resultados reales.
LA OTRA HISTORIA
HASTA el 2012 era más o menos posible con un cruce de  resultados históricos y comportamiento de los electores observar que el Partido de la Revolución Democrática tenía una capacidad competitiva cada vez mayor. Desde aquella primera incursión de Andrés Manuel López Obrador en 1988 como candidato a la gubernatura por el Frente Democrático Nacional (una coalición de tres partidos y una corriente disidente del PRI), pasando por la fundación del PRD en 1991, este bloque fue acumulando preferencias electorales hasta llegar al año 2000 en que el abanderado tricolor se impuso con menos del uno por ciento de ventaja. La elección fue anulada por diversas irregularidades, pero entonces las votaciones sumadas del PRD y PT, partidos que fueron separados, bien pudieron haber superado la cuenta priista (el PT logró entonces 1.4%). Aunque claro, ya hemos visto que las alianzas no tienen como resultado la simple suma de votos.
Lograda finalmente la alternancia a nivel estatal en el 2012, con el triunfo del PRD ocurrió algo previsto pero que cambió totalmente los elementos para un análisis preelectoral: la coalición encabezada por el PRD se dividió, Andrés Manuel López Obrador creó su partido Morena y el viejo esquema de dos fuerzas enfrentadas por el poder durante casi 24 años (PRI-PRD), abrió el paso a una tercera opción. Aunque su comportamiento electoral sólo pudo ser medido en el 2015, pero con otro elemento inesperado: el crecimiento temporal y coyuntural del Partido Verde.
Así pudimos ver en junio del año pasado que el PRD se mantuvo en el primer lugar de las votaciones, el PRI quedó en segundo con la sorpresiva inclusión del PVEM en tercero; Morena contra todo los pronósticos se fue al cuarto sitio a nivel estatal.
Las elecciones extraordinarias de Centro el domingo 13 de marzo vinieron a modificar la ubicación de los partidos en sus cuentas estatales. Morena pasó al tercer sitio estatal, desplazando al PVEM. En la capital tabasqueña también desplazó al PRI.
Con todo y que mucho se dijo respecto a los errores de selección de candidatos y alianzas, difícilmente se podía prever lo sucedido en los recientes comicios sobre todo en el caso del PRI, partido que cayó en sus registros de manera brutal.
UN PRI SACRIFICADO
A RESERVA de las impugnaciones y sin ignorar los reclamos que mantienen los partidos, las cifras oficiales confirmaron lo que se veía venir aunque no en la magnitud prevista: que por su asociación con el Partido Verde el tricolor sería el más sacrificado. Me explico: el partido que se preveía en mejores condiciones para dejar el cuarto sitio en la tabla era Morena, por la simple razón de que no tenía que compartir sufragios con ningún aliado.
En cambio el PRI tenía que compartir la cosecha de su candidata con el Partido Verde, una organización que en el papel aparentaba tener una nueva fuerza. El Panal, para estos efectos, no representaba riesgo alguno.
En el caso del PRD, aun cuando compartía candidato y eventualmente votación con otro partido, el PT en realidad tampoco representaba mayor riesgo. Su cosecha de votos ha sido menor.
Terminado el conteo oficial tenemos entonces que efectivamente el PRD logró en Centro  74 mil 324 sufragios, en tanto que el PT –su aliado- sólo consiguió 2 mil 65 votos.
Morena reportó en los registros oficiales  47 mil 315 votos. No tuvo asociado en la boleta.
El PRI en cambio sólo registró como partido 38 mil 157 votos. Fue su socio del PVEM el que tuvo la mayor debacle: únicamente 3 mil 304 votos, menos del diez por ciento de lo que consiguió en junio pasado. Esta merma en la capital lo mandó al cuarto sitio estatal. El Panal, como le decía, refrendó su minoría: 2 mil 639 sufragios.
Como partido, el Humanista apenas reporta 791 votos. El independiente no cuenta como partido (2 mil 836 sufragios), y los votos nulos fuero más que los obtenidos por Panal, PT y PVEM:  5 mil 287. Son tendencias que habrá que tomar en cuenta.
AL MARGEN
SIN DUDA que la visita del presidente Barack Obama a Cuba y su reunión con Raúl Castro es un hecho histórico. Tuvieron que pasar casi 90 años para que un presidente estadounidense realizara una vista oficial a La Habana. Antes de Obama fue Calvin Coolidge, en 1928. Pero entonces ni siquiera se imaginaba una revolución. 
No se trata sólo de un asunto de relaciones entre dos países con gobiernos enfrentados durante más de 60 años, me parece que es también un cambio de mentalidad. Transformación que deberá serlo para Estados Unidos y Cuba, sino o para la forma de atender las diferencias entre pueblos y gobiernos.
Resulta importante el viaje de Obama a Cuba también en momentos en que en Estados Unidos un sector del Partido Republicano busca revivir el racismo, la discriminación, la violencia. Como lo hemos escuchado con los discursos del señor Donald Trump que pretende encerrar entre muros a su país en pleno apogeo de la globalización.
Mucho se discutirá sobre si Estados Unidos tenía primero que exigir elecciones libres en Cuba; en cambio otros consideran que es Cuba la que debió exigir que se quitara el bloqueo económico y comercial a la isla. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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