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Home Escala Crítica VIOLENCIA, PERCEPCIÓN Y REALIDAD; HACIA LA CONSTRUCCIÓN DEL MIEDO

VIOLENCIA, PERCEPCIÓN Y REALIDAD; HACIA LA CONSTRUCCIÓN DEL MIEDO

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Acapulco, con más delitos; Villahermosa, con más temores
*Necesario una diagnóstico de la inseguridad y la victimización
*Entender para atender y resolver; evitar que se salga de control
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
EN UN LISTA internacional sobre las 50 ciudades con más homicidios intencionales por cada cien mil habitantes en 2015, Acapulco (Guerrero), aparece en el cuarto lugar de América Latina (obviamente primera en México), apenas debajo de Caracas (Venezuela) y San Pedro Sula (El Salvador). Otra ciudad mexicana en el registro latinoamericano es Culiacán (Sinaloa), en el sitio 17. También califican Tijuana (Baja California, en el 35), Ciudad Victoria (Tamaulipas, en el 46) y Ciudad Obregón (Sonora, en el 50).
¿Qué sucedió para que ahora el más reciente reporte del INEGI sobre inseguridad refiera a Villahermosa (Tabasco) como la ciudad con mayor inseguridad? Aquí es importante una acotación: el estudio (Encuesta Nacional de Seguridad Urbana) se refiere a la percepción. Me parece que en Tabasco hace falta un diagnóstico de las causas y consecuencias de la violencia y el delito –sobre todo los delitos comunes-, así como las raíces de la percepción. Sería una forma de comenzar a enfrentar eficazmente el problema.
 
NOS SENTIMOS VÍCTIMAS
EN NOVIEMBRE de 2015, el investigador peruano Wilson Hernández Breña, dijo en una entrevista para la revista USAT (Universidad Católica): “En América Latina nosotros somos el país (Perú) con la mayor percepción de inseguridad, pero también somos el país con la mayor tasa de victimización. Ocupamos el primer lugar en ambos y es natural. Sin embargo, ese miedo que nosotros sentimos tiene parte de realidad y parte de exageración”. Un buen tema para el análisis: relación entre percepción de inseguridad y victimización. Una espiral ascendente.
Mencionó lo que denominaba “la homogenización de la delincuencia. Empezamos a reducir todo lo que llamamos criminalidad a un diagnóstico sencillo y terminamos afirmando que todos los delitos están en aumento”.
Le preguntó el entrevistador qué otros factores influyen en la percepción y Hernández Breña respondió: “Las redes sociales y los medios de comunicación. En marketing hay una ley que dice: cuando tienes una buena experiencia la cuentas a tres personas, pero cuando tienes una mala la compartes con once. Sin embargo, con las redes sociales esta regla ya está desfasada, porque aquella mala experiencia puede llegar a miles de personas y, además, generar descontrol”.
No es un tema sencillo. Si bien la delincuencia organizada provoca miedo –porque se magnifican sus actos y los criminales ya aprendieron esta fase de la propaganda- aunque el conflicto se limite a las bandas, la delincuencia común afecta a una mayoría. La víctima puede ser el habitante de a pie. La violencia se hace próxima.
Es cierto: se necesita un observatorio del delito. En Tabasco ya existe un observatorio de medios –del que ya hablaremos-, pero también en su reciente visita a Villahermosa para impartir un taller sobre el Nuevo Sistema de Justicia Penal, el periodista Marcos Lara habló de la relación entre la procuración de justicia y la cobertura de la información policiaca. Es un asunto de ética, pero también de efectos tangibles: una difusión errónea del delito puede dejar impune al delincuente.
 
JUEGO DE ESPEJOS
¿ES TABASCO un estado inseguro? Sí. ¿Es el más inseguro del país? No. Entonces, ¿por qué la encuesta del INEGI coloca a Villahermosa como la ciudad en la que los habitantes tienen mayor temor de ser víctimas de un delito? Estamos ante el factor miedo.
Dijo el gobernador Arturo Núñez: “Siempre la percepción va más allá de la realidad, pero parte de la realidad; entonces, de ninguna manera pretendemos negar que hay una situación objetiva, de incidencia delictiva, grave y preocupante en Tabasco y tenemos que atacarla para que entonces la expectativa vuelva a ubicarse en su justa dimensión”.
Veamos. El INEGI encontró que el 89.7% de los encuestados en Villahermosa teme ser víctima de un delito, lo que coloca a la capital tabasqueña en el primer sitio de la percepción de inseguridad.  En segundo sitio se ubica la Ciudad de México (norte); tercero Acapulco (Guerrero); cuarto Ciudad de México (oriente); quinto Reynosa (Tamaulipas); sexto Zacatecas; séptimo Veracruz y Octavo Toluca (Edomex).
Sin embargo, si revisamos los registros de Sistema Nacional de Seguridad, Tabasco aparece en el octavo sitio por el número de delitos acumulados entre enero y febrero de este año (8 mil 872). Está entre los primero diez, pero el primer lugar de incidencia es Ciudad de México (26 mil 982), seguido de Guanajuato (16 mil 970), en una lista que incluye a Jalisco, Baja California, Puebla y Chihuahua.  En términos de índice delictivo y población, Baja California supera en mucho a Tabasco. 
Insisto, no se trata de minimizar sino de tratar de comprender. Porque también es cierto que en el sureste Tabasco ocupa el primer lugar en incidencia delictiva y está entre siete primeros a nivel nacional en secuestros. En este último caso, el fiscal Fernando Valenzuela sostiene que esta incidencia tuvo una baja sustancial en marzo. Habrá que esperar los comparativos nacionales.
Un reciente Índice de Paz México  (IPM 2016) coloca a Guerrero, Sinaloa, Morelos, Baja California y Baja California Sur como los estados menos pacíficos del país. Tabasco no está en los primeros de esta lista en cambio si aparecen Oaxaca y Quintana Roo en el sur. Sin embargo califica como “los más pacíficos” a Hidalgo, Yucatán, Veracruz, Tlaxcala y San Luis Potosí. Aquí sin duda pasa algo, porque difieren con los datos del Sistema de Seguridad y con el registro de la percepción de inseguridad. En especial el caso de Veracruz con Javier Duarte.
Para el IMP-2016 los resultados parten de siete indicadores: tasa de homicidio, cifras de delitos con violencia, cantidad de delitos con arma de fuego, número de presos sin condena, tasa de financiamiento de las fuerzas policiales, tasa de crímenes de la delincuencia organizada y eficiencia del sistema judicial.
Explican que tres factores ponen en duda las cifras oficiales: 93% de algunos delitos no se denuncian y hay una discrepancia de 20% en 11 estados, entre las víctimas de homicidio registradas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y por el Inegi.
El profesor de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica (Chile), Sebastián Valenzuela, sostiene: cuando le das más minutos de cobertura a la delincuencia hay un efecto en términos de la agenda establecida por los medios de comunicación que influye en la percepción temática del público. Es autor de “Análisis longitudinal e individual de las teorías del cultivo y agenda setting”, por lo que algo sabe de esto. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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