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*Van panistas y perredistas en coaliciones para cinco estados; Morena, sólo

*Busca el tricolor mantener su mayoría en 9 entidades, pero cuesta arriba

*Insistir hasta que se comprenda: Pemex ya no será dominante en el mercado

 

Víctor M. Sámano Labastida

 

ARRANCARON las campañas en los 13 estados en los que habrá elecciones este año. En 12 de ellos votarán también por nuevos gobernadores. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) es el que tiene más fichas en juego, puesto que obtuvo mayoría en los comicios estatales pasados en nueve entidades. Ahí buscará ratificar su hegemonía, aunque confía en que la división opositora –en especial de las llamadas izquierdas (PRD y Morena)- le traiga beneficios. Más aún si observamos que los solaztequistas se acercaron al PAN en cinco estados, donde harán coalición. 

En tres de las entidades que cambiarán de gobernador, el PAN y el PRD ganaron las elecciones en el 2010 cuando también realizaron un frente electoral. Aunque no lograron impulsar un proyecto común estando en el gobierno. Éste parece ser el Talón de Aquiles de las coaliciones: sólo suman votos para vencer al adversario y cuando triunfan lo más que consiguen es un reparto del poder por cuotas. En el mejor de los casos, pero por lo general lo que sigue es la dispersión...hasta la siguiente elección.

Hasta hace unos diez años el objetivo de las oposiciones estaba claramente definido: derrotar al PRI. Ahora, las circunstancias y las metas son confusas.

Por lo pronto, mientras en Tabasco algunos partidos están enfrascados en limpiar y ordenar la casa, a nivel de las dirigencias nacionales su ocupación está en las votaciones de junio próximo.

 

UNA PLATAFORMA DE LANZAMIENTO

 

EN LAS 13 ELECCIONES de junio próximo estará en disputa un tercio del total de la votación nacional. Los resultados serán una plataforma importante para la contienda por la Presidencia de la República en el 2018. Es por eso que las coaliciones de este año pueden adelantar lo que sucederá en la disputa presidencial. Actores importantes en la competencia serán los candidatos y alianzas independientes; también un factor novedoso es la aparición de Morena en la lucha por las gubernaturas.

El PRI estará coaligado con su socio tradicional en los 12 estados donde se disputa la gubernatura. También se le suma en Partido Nueva Alianza (Panal), con excepción de Puebla donde el gobernador actual llegó por una coalición de los panalistas con el PRD y PAN. La suma PRI-PVEM será en Durango, Zacatecas, Puebla, Hidalgo, Tlaxcala, Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas, Veracruz, Quintana Roo, Aguascalientes y Oaxaca.

Los panistas y perredistas lograron concretar coaliciones en Oaxaca, Veracruz, Quintana Roo, Durango y Zacatecas. Estas formaciones políticas irán con sus propias fuerzas en las otras siete entidades, a pesar de que realizaron negociaciones para ampliar sus acuerdos. El lopezobradorista Morena irá sin alianzas partidistas y en cambio ha buscado asociarse con movimientos opositores al régimen, como la coordinadora de maestros CNTE en Oaxaca.

Refiere un recuento de El Universal firmado por Carina García: “De acuerdo con un análisis de Integralia, el tope promedio de gasto de una campaña para gobernador es de 49.17 millones de pesos, pero Tamaulipas tiene el tope más alto con 103.38  millones, seguido de Veracruz con 87.02 millones y Quintana Roo el más pequeño con 13.35 millones”. 

Será interesante observar el reacomodo de las fuerzas partidistas que en el 2012 firmaron el Pacto por México (PRI, PAN y PRD). Si bien ya hubo una primera competencia posterior al pacto en los comicios del 2015, serán estas elecciones las que definan los bloques que disputarán la Presidencia en el 2018. Diversas encuestas colocan como puntero en las preferencias a nivel individual a Andrés Manuel López Obrador, aunque entre sus adversarios posibles sólo Margarita Zavala (PAN) ha declarado abiertamente buscar la candidatura de su partido o como independiente.

 

LOS POZOS VACÍOS

COMO usted sabe, Tabasco es uno de los estados del país que más ha dependido de los recursos petroleros. Por lo menos en los últimos 40 años. La extracción de petróleo que se convirtió en una actividad masiva a finales de los años setentas y principios de los ochentas desplazó a una economía que antes se basaba en el cultivo del campo, la cría de ganado y la pesca. Había recursos moderados, pero sostenidos.

Después vino el “boom” de los pozos. Durante muchos años un barril de petróleo se vendió hasta en diez o quince veces su costo de producción. Por ejemplo si extraer un barril de petróleo costaba tres dólares se vendía a 30, 40 y hasta 60 dólares. Lógicamente en la medida en que más petróleo se extraía más caro resultaba obtener un barril. En el futuro, sacar hidrocarburos de fondo del mar será mucho más costos que obtenerlo de en los pozos de tierra.

Aún en la plataforma continental extraer el equivalente a un barril de petróleo en México se elevó a 20 o 25 dólares. Pero resulta que su precio en el mercado se desplomó. 

Recientemente el director de exploración de Pemex, José Antonio Escalera, afirmó que México debe estar preparado para unos cuatro años con un petróleo barato.  Especialistas en el mercado petrolero estiman que los precios del crudo seguirán disminuyendo por un tiempo, lo que obliga a reducir también los volúmenes de extracción y venta.

Todo esto, le decía, tiene efectos directos en Tabasco donde se tienen que buscar nuevas fuentes de empleo y donde los empresarios tienen que dejar de pensar que Pemex seguirá siendo un gran comprador y empleador. Esa etapa ya terminó.

Y concluyó porque aun cuando se recupera el precio del petróleo y a pesar de que los combustibles fósiles sigan siendo por un tiempo el motor del capitalismo,  Pemex dejó de ser dominante en el mercado.

Insisto: estamos viviendo la etapa posterior al auge petrolero y tiene que haber nuevas actividades empresariales y productivas. Como le decía alguna vez: es necesario pensar un futuro sin petróleo.

AL MARGEN

EL PASADO fin de semana la Procuraduría General de la República informó de la captura de Fabián Granier, hijo del ex gobernador Andrés Granier Melo. El ex mandatario permanece en prisión –aunque en un centro hospitalario-, por denuncias federales quedando pendientes los juicios por demandas estatales. El hijo de Granier no tuvo calidad de funcionario y enfrenta un juicio como particular. Un juez rechazó su demanda de amparo. Están abiertos todavía otros expedientes. Es importante que prevalezca la valoración jurídica. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )