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Home Escala Crítica LAS CLAVES DEL PETRÓLEO: TABASCO, EL AGUA Y EL ACEITE, ANTAGÓNICOS

LAS CLAVES DEL PETRÓLEO: TABASCO, EL AGUA Y EL ACEITE, ANTAGÓNICOS

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 Escala Crítica/Columna diaria

*El desempleo no es un problema coyuntural, es de fondo
*Se espera hoy un plan integral para Tabasco y el sureste
*La desarticulación productiva, más de 30 años de alertas 
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
NO ES UN PROBLEMA coyuntural sino estructural, dicen los que saben de cosas técnicas al referirse a la crisis que golpea actualmente a Tabasco y también a Campeche y sur de Veracruz, también a Chiapas. Más todavía a la tierra de Carlos Pellicer, que decía el poeta que era más agua que suelo. Pero las más recientes exploraciones indican que puede ser más aceite (petróleo) que agua y tierra. Tabasco es el único estado en el que la totalidad de sus municipios tienen o tendrán un succionador de hidrocarburos. Actualmente la actividad petrolera está en 14 municipios, pero hay yacimientos en los 17.
Leamos: “Del estado (de Tabasco) salen mensualmente sólo por concepto de ventas de petróleo crudo un mil 200 millones de dólares. En la cadena productiva del petróleo la proveeduría local apenas alcanza el 2% del valor de las compras que realiza la paraestatal”. Lo dice el Plan Estatal de Desarrollo 2013-2018, presentado en julio de 2013.
Ahora Pemex ya no es paraestatal sino Empresa Productiva del Estado (EPE), suponiendo que se sigan extrayendo los mismos 400 y tantos mil barriles de crudo su valor en dólares cayó a casi una cuarta parte y los empresarios locales ya no estarían peleando aumentar su proveeduría a Pemex sino compitiendo por la extracción del oro negro.
Se decía entonces, julio de 2013, que la minería –esto es la actividad extractiva de crudo-, representaba más del 51% de la economía en Tabasco, pero sólo generaba menos de siete empleos de cada cien (6.57%).
 
DISTORSIONES A LA VISTA
UN PRIMER acercamiento al carácter estructural de la crisis que ahora se busca atender con un plan de reactivación económica: “La actividad petrolera ha distorsionado e impactado negativamente el desempeño de las cadenas productivas del sector primario tabasqueño (agricultura, ganadería, pesca, etcétera), principalmente por la contaminación, la especulación y el incremento del valor de la tierra, así como por la migración de la fuerza laboral hacia otros sectores económicos con mejores niveles de remuneración”. PLED, 2013 antes de la actual crisis, insisto. Cuando todavía se esperaba el anunciado tercer auge. El primero fue en 1977 con una extracción de 500 mil barriles diarios de crudo; el segundo en 1981, con casi un millón de barriles (985 mil en el tope promedio), y el tercero…que se esfumó.
Por cierto se insiste en un término que me parece erróneo porque determina nuestra actitud ante el petróleo: escuchamos con frecuencia que “se produce petróleo”, cuando en realidad se extrae. Considerar que “se produce” puede llevar al equívoco de que nunca se acabará. Y actuamos en consecuencia. Olvidamos lo que en realidad se produce y reproduce.
 
LO QUE EL CRUDO SE LLEVÓ 
EL PLAN de rescate, reactivación, apoyo como quiera llamarle y que hoy se prevé anuncie Peña Nieto para Tabasco y Campeche, así como para otras entidades petroleras, deberá apuntar a lo estructural. A esto que se mencionaba como “distorsión” de la economía; a la desarticulación de la actividad sustentable. Lo coyuntural que multiplicó y aceleró los efectos requiere una respuesta inmediata, pero no será suficiente.
¿Qué es lo coyuntural?: la reforma energética que quita a Pemex  (esto es al gobierno federal) como interlocutor principal para Tabasco en la explotación petrolera y sus efectos; la caída del precio del crudo sólo –me parece- aceleró lo que llegaría tarde temprano: despidos, inversiones volátiles, baja demanda para bienes y servicios, etcétera.
Me he referido en este espacio a la despetrolización forzada y no planeada de la economía local; también a los efectos políticos y sociales de la expansión de la actividad extractiva en demérito de la productiva. Tabasco vivió una “época dorada” con el petróleo -por lo menos para la burocracia y para un segmento cercano al poder- durante los gobiernos de Leandro Rovirosa (1977-1982)  y Enrique González Pedrero (1983-1987). Todavía se recuerda la época en la que Manuel Gurría (1992-1994) asumió de manera sustituta la gubernatura y cuando se contabilizó el mayor número de protestas en una mezcla de la política y el petróleo; casi una marcha o bloqueo por día. Eran tiempos de la mayor actividad lopezobradorista y el nacimiento del PRD en Tabasco.
Escribió Firdaus Jhabvala en 1985, cuando todavía se hacían cuentas alegres por el enorme flujo de recursos monetarios por la actividad petrolera pero cuando ya era posible, desde una posición realista, mirar al horizonte: “En Tabasco, especialmente en la zona del estado llamada La Chontalpa, el petróleo surgió en un parea densamente poblada, con una floreciente actividad económica basada fundamentalmente en la agricultura. No ha sido fácil para los petroleros y mucho menos para los pobladores de las zonas petroleras sobrellevar sus respectivas actividades, siempre competitivas, muchas veces contradictorias y frecuentemente antagónicas”.
Anotaba Firdaus, quien entonces había fundado el Centro de Estudios e Investigación del Sureste (CEIS): “ La rapidez con que Tabasco se convierte en el estado más petrolizado  del país refleja la capacidad devoradora de la industria. Ante la perspectiva de la abundancia, la industria petrolera hace a un lado a los demás sectores y va en busca del petróleo hasta los lugares más apartados. En este largo recorrido Pemex cubre al estado de pozos, ductos, baterías de separación, estaciones de bombeo y con todo aquello que es necesario para la extracción y explotación del petróleo”. (Petróleo y desarrollo, presentación a la primera edición  del libro de José Eduardo Beltrán H.) 
En aquel texto, el profesor nacido en India y nacionalizado mexicano recordaba una gran verdad: agua y petróleo originan dos sistemas que sencillamente no se mezclan. Son, agregaría el columnista, dos sistemas antagónicos.
La actualidad de lo escrito hace casi 30 años debería servir de referente ahora. Cito nuevamente a Firdaus: “El petróleo afecta la estructura productiva pues altera y contamina le orden natural de un estado con sólida vocación agrícola. Además, contribuye a estancar su avance agroindustrial”. Parece que fue ayer y es mañana.
AL MARGEN
DURANTE la toma de protesta de Núñez como gobernador afirmó que existían dos Tabascos claramente diferenciados: el próspero, asociado a la industria petrolera, que colocaba a estado en el cuarto lugar cuando el valor de la extracción se mide dentro del PIB; y el Tabasco pobre y rezagado, basado en nuestras actividades productivas tradicionales, que al excluir el petróleo nos sitúa en el vigésimo sexto lugar en el país. ¿Con cuál nos quedamos? ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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