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*A casi doce meses de las elecciones primarias, asumirá nuevo edil

*Partidos y dirigentes dieron importancia estratégica a este municipio

*Aunque públicamente no se admita, arranca la carrera del 2018

Víctor M. Sámano Labastida

 

DESDE que se realizaron las elecciones para la alcaldía de la capital tabasqueña en junio de 2015 pudo preverse que vendría un largo litigio por los resultados. Se le dio tal importancia a esa contienda que fue colocado en el nivel de una gubernatura. Por lo menos así se vio en las campañas del PRD, PRI y Morena cuyos equipos sabían que la resolución final estaría en manos de la Sala Superior del tribunal electoral federal (TEPJF). Y fueron en dos ocasiones hasta esa última instancia: primero en la anulación y luego para impugnar o defender, según el caso, los resultados de las extraordinarias.

Aunque resultaba poco probable que una elección extraordinaria se anulara. Sería verdaderamente una excepción y las anomalías tuvieron que ocurrir en extremo. No se descartaba, y eso tuvo en incertidumbre a todos los actores. Porque los criterios de los magistrados aunque sujetos a la norma son también volátiles, como lo demuestran las resoluciones que sobre paridad de género tuvieron en los casos de Edomex, Tabasco y Chiapas; lo mismo sucedió en relación a la intervención de funcionarios (caso Colima) o la no instalación de casillas (Oaxaca).

Mientras en ciertas plazas hicieron valer el argumento de  “no había tiempo para aplicar los criterios de género”, en otros suspendieron las campañas; de la misma forma, en unos casos  consideraron que lo fundamental era “respetar el voto de quienes acudieron a las urnas”, en otros lo determinante fue “respetar la ley”. Sin duda que quienes fueron favorecidos por los magistrados elogiarán la pertinencia de sus decisiones, como quienes no lo fueron criticarán la presunta parcialidad. Aunque hay normas, hay también criterios subjetivos (no en vano los argumentos terminan sometidos a una votación).

Como sea, lo relevante del caso es que terminó esta larga espera de casi 12 meses entre la realización de las primeras elecciones y la confirmación del triunfo de Gerardo Gaudiano. Por supuesto que PRI y Morena mantiene su inconformidad, pero los recursos legales quedaron agotados.

 

CAMINO ANCHO Y RESBALOSO

CUANDO se conoció el 18 de mayo el resolutivo de la Sala Regional de Xalapa (TEPJF) que ratificaba la constancia de mayoría en las elecciones extraordinarias, Gerardo Gaudiano pidió a sus impugnadores aceptar la decisión. Pero PRI y Morena confiaron en que podría repetirse la circunstancia del proceso pasado cuando la Sala Superior le corrigió la plana a la Sala Regional. Siempre existió esa posibilidad, no tanto porque el abanderado perredista no hubiera obtenido los 20 puntos de ventaja frente a sus adversarios, sino porque el litigio poda transitar en ese ancho y resbaloso camino de las interpretaciones.

En el 2015, con el nuevo esquema del Instituto Nacional Electoral (INE) que sustituyó al IFE y estableció los nuevos organismos locales electorales –con los consejeros estatales nombrados por el INE y ya no por los Congresos estatales- se realizaron en votaciones para 500 diputados federales 1009 diputados locales (de mayoría y plurinominales), 641 ayuntamientos y nueve gobernadores. Un total de 2 mil 159 cargos sin contar las regidurías. 

De todas estas, sólo fueron anuladas nueve elecciones. Entre las más importantes la de gobernador de Colima y la del Ayuntamiento de Centro, Tabasco. Debo decir que prácticamente aquella entidad y la capital tabasqueña (con área conurbada) tienen el mismo número de habitantes, pero lo que dio relevancia mediática a la contienda por el municipio de Centro fueron factores político estratégicos: se convirtió en una plaza en la que el lopezobradorismo, representado por Morena, buscó dar la batalla simbólica contra quienes definió como sus adversarios: PRD y PRI.

De acuerdo a estimaciones de los estrategas morenistas, las dirigencias nacionales del PRI y del PRD pactaron “avasallar” a Morena en la entidad. Así lo expresó públicamente Andrés Manuel López Obrador. Aunque la evidencia nos remite también a una falla en las organización y estructura de un partido que tenía su primera participación en los comicios. En una elección no basta el entusiasmo.

 

UNA NUEVA ETAPA

EL CASO ahora es que transcurridos los cinco meses de un Concejo Municipal encabezado por Francisco Peralta, y a doce meses de realizada la primera elección, por fin Gerardo Gaudiano podrá asumir la alcaldía junto a un equipo que se modificó en relación a la primera integración. No olvidemos que en las elecciones de junio del 2015 fue coaligado con el Partido Nueva Alianza (Panal), que en los comicios extraordinarios se pasó a la fórmula del PRI, en tanto que el PAN que en aquella ocasión apoyó la candidatura del PVEM (Partido Verde), en esta segunda ronda se sumó aunque no formalmente a los solaztequistas.

Estamos también ante un ensayo del reagrupamiento de las diversas fuerzas partidistas y de un reacomodo de los grupos internos y los futuros aliados con miras al 2018. Aunque no sea intención de los partidos y de los aspirantes –por lo menos no confiesan que ocurra-, a partir de esta resolución definitiva de los magistrados federales, comienza en los hechos la carrera para la gubernatura.

Escribimos en este espacio cuando la anterior resolución de la Sala Regional: “más allá del debate público, habrá que esperar la revisión que hagan los magistrados y aunque se prevé que ratifiquen la constancia de mayoría para Gaudiano siempre queda la duda de hacia dónde inclinarán la balanza por anteriores resoluciones en las que se aplica de manera diferenciada la interpretación de la ley, como ocurrió con la llamada cuestión de paridad horizontal en las candidaturas para las alcaldías”.

Un hecho que no hay que pasar por alto es que el cabildo que encabezará Gaudiano tendrá militantes perredistas y panistas, así como un regidor del PRI y otro de Morena. También un nada desdeñable componente empresarial. 

 

AL MARGEN

TERMINADO el litigio legal por los resultados sería de gran ayuda para el mejor desempeño de las autoridades que los partidos hicieran su labor de contraloría social en la acción de los municipios. Son organizaciones de interés público (y con financiamiento público) que más que obstaculizar la acción gubernamental deben exigir un desempeño eficaz. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )