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Home Escala Crítica OAXACA, PROTESTAS Y VIOLENCIA; DERROTA ANUNCIADA PARA TODOS

OAXACA, PROTESTAS Y VIOLENCIA; DERROTA ANUNCIADA PARA TODOS

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Los muchos Méxicos y la falta de un proyecto nacional incluyente
*En la confrontación sólo gana una minoría privilegiada; pierde el país
*El sindicato de maestros como instrumento desde y por el poder 
 
Víctor M. Sámano Labastida
AUNQUE aparentan ser cuestiones coyunturales (un enfrentamiento entre radicales del gobierno y radicales del magisterio y la oposición), lo que ahora ocurre en Oaxaca me parece que es una manifestación más del choque de los varios Méxicos que algunos han identificado con la estructura social y económica, y otros como Carlos Aguirre Rojas con los tres Méxicos derivados de “la profunda diversidad geohistórica”: el México árido, el México plural y templado, y el México tropical.
No hace mucho, un observador de la historia nacional comentaba a este columnista que en el país las rebeliones habían surgido de “tres regiones bravas”: Michoacán, Guerrero y Oaxaca. Los tres estados colindantes. Mención aparte requiere Chiapas donde la denominada revuelta zapatista nos refiere a un activismo venido del norte y centro del país.   
Una justa y explicable indignación ha provocado el asesinato de ocho personas durante una acción de desalojo de manifestantes que bloqueaban la carretera de Nochixtlán con destino a la ciudad de Oaxaca. Los gobiernos estatal y federal acusan a “provocadores” entre los inconformes de la CNTE, en tanto que los portavoces de la disidencia magisterial denunciaron una agresión premeditada. Los testimonios gráficos y orales confirman el uso de armas de alto poder durante los sucesos. 
Nuevamente, la atención internacional está sobre el gobierno mexicano que aún no ha logrado despejar dudas en el caso de los normalistas de Ayozinapa, Guerrero.
 
OTRA VEZ, OAXACA
 
EN EL TERRITORIO que aún gobierna Gabine Cué  (aliancista PRD, PAN y PMC) se concentra ahora la oposición más radical y organizada a la denominada Reforma Educativa que la administración de Enrique Peña Nieto  presenta como indispensable para “modernizar” el modelo escolar; para otro sector, incluidos los maestros agrupados la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE),  es en realidad un instrumento en la ola de privatizaciones que ahora se dirige a la educación pública.
La crisis en el modelo de la educación pública en el país es política al haberse agotado el uso partidista que hasta mediados de los años ochenta se dio al sindicato de maestros, es también estructural por los grandes rezagos en la sociedad mexicana (pobreza y desigualdad), al igual que por el deterioro en el desempeño educativo (incluida la corrupción de líderes y funcionarios).
Observar en blanco y negro la imagen que ahora se tiñó de sangre no ayuda a entender y menos a atender esta grave circunstancia. En el fondo está el proyecto de país.
En la época contemporánea, Oaxaca registra dos grandes revueltas, una de ellas derivó en la caída de un gobernador, Manuel Zárate Aquino (1976-1977). Resultó tristemente célebre la frase de aquel político en el poder quien ante el asesinato de 29 campesinos de San Juan Lalana dijo: “A mí me da lo mismo; póngale 80 ó 100 muertos”. Remató: “Esto es como un partido de futbol; me da igual perder uno a cero que por cinco a cero”. 
Zárate Aquino, gobernador proveniente de las filas del PRI, fue sustituido por el general Eliseo Jiménez Ruiz, quien había encabezado los operativos contra la guerrilla en el estado de Guerrero. En aquellos tiempos comenzaba a tomar forma un fuerte movimiento opositor que encabezó el recientemente fallecido ex rector de la Universidad estatal oaxaqueña, Felipe Martínez Soriano, quien derivó durante un tiempo hacia la guerrilla.
Por supuesto que la organización de la rebeldía e inconformidad en aquella entidad se hunde en tiempos más remotos. Baste recordar la integración de la Coalición Obrero, Campesina, Estudiantil del Istmo (COCEI).
Otro momento de la revuelta contemporánea más conocida es la que dio origen a la Asociación Popular de Pueblos de Oaxaca  (APPO), que entre junio y octubre del 2006 encabezó una movilización en contra del entonces gobernador Ulises Ruiz y del presidente Vicente Fox. El 29 de octubre un despliegue policiaco militar durante un mes se dedicó a la cacería de opositores y el retiro de barricadas. El número real de muertos y heridos sigue en el misterio.
 
UNA LUCHA SIN CLASES
 
AÑOS antes, en 1979 se había creado la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), cuya fuerza central se localiza en Oaxaca. Entidad en la que hay una nómina de 67 mil 408 docentes. Es un estado, por su conformación geográfica y su tradición histórica, donde los maestros se convirtieron líderes comunitarios. Los buenos y malos maestros.
Iniciado como un movimiento por mejores salarios y por la democratización del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, en contra del cacicazgo de “Vanguardia Revolucionaria”, brazo político del PRI en el gremio, en pocos años se transformó en un importante actor de la lucha por el poder. 
No es casual, el PRI había utilizado al SNTE como parte de su estructura electoral. Le comenté en este espacio cómo la debacle priista de 1988 (la famosa caída del sistema y la imposición de Carlos Salinas en la Presidencia), llevaron a acelerar la “descentralización” educativa uno de cuyos objetivos fue desmembrar al poderoso sindicato magisterial. Pero el poder que uno pierde o delega lo asume otro. 
No es casual tampoco la batalla por el control del magisterio: están, como los sacerdotes, en los rincones más apartados del país y tienen una base social inestimable. La Coordinadora se “empoderó”, al mismo tiempo que los partidos de “las izquierdas” no lograron o no quisieron impulsar un proyecto alternativo en la educación. Pero tampoco pueden ignorar el potencial político electoral de los profesores.
Hay dudas y sombras en los más recientes sucesos. Como bien comentaba un colega: no parece lógico que un equipo gubernamental –el de Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco aliado al Grupo Hidalgo- cometan pifias tan graves como la de Nochixtlán. ¿Estaremos ante un movimiento de piezas con miras a la sucesión del 2018? Grave si en este juego se pierden vidas y se pone al país en un la ruta de la violencia generalizada. Recordemos en dónde están las armas y el dinero. Recordemos Colombia.
AL MARGEN
EN JUCHITÁN, Oaxaca, el reportero Elidio Ramos Zárate, del periódico El Sur, fue asesinado poco después de cubrir las protestas de los maestros. Durante los sucesos también fue muerto Raúl Cano, hermano del director del periódico Hechos, de Juchitán.
RENUNCIÓ Manlio Fabio Beltrones a la dirigencia del PRI, un cargo que peleó con Aurelio Nuño, delfín de Peña metido ahora en el conflicto magisterial. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 

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