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Home Escala Crítica LÓPEZ OBRADOR, LA CUERDA TENSA; LOS GABINETES, A REVISIÓN PERIÒDICA

LÓPEZ OBRADOR, LA CUERDA TENSA; LOS GABINETES, A REVISIÓN PERIÒDICA

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 Escala Crítica/Columna diaria

*Preparar el camino para un relevo ordenado; se acorta el tiempo
*Propone AMLO un gobierno de transición, renuncias y diálogo
*Recuperar los objetivos del Yumká; al relevo Alinka Olea, de la UNAM
 
Víctor M. Sámano Labastida
 
FINALMENTE se anunció el relevo de la directora del Yumká, Cristell Pérez, cuya administración fue severamente cuestionada en fechas recientes sobre todo por la muerte de varios animales a resguardo en el citado centro. Aunque aquí comentamos que por lo menos hace unos 15 años las condiciones de sobrevivencia de la fauna y flora de aquella área natural protegida (ANP) habían cambiado drásticamente. Inclusive organizaciones ambientalistas propusieron que se recuperara el objetivo inicial del Centro de Interpretación y Conservación respecto a las especies nativas y no exóticas.
Al frente del Yumká el gobernador Arturo Núñez designó a la doctora Alinka Olea, especialista en conservación de especies y una académica destacada. Sin duda que hubo altos costos públicos en este debate, pero lo importante es evitar un mayor deterioro no sólo adjudicable a la funcionaria saliente pero cuya responsabilidad ya no se podía eludir. 
Antes de la confirmación de este relevo, seguramente usted habrá escuchado sobre la posibilidad de que muy pronto haya otros cambios en el gabinete. Hemos visto que por sistema el gobernador Núñez realiza cambios al inicio de un nuevo año. Abre y cierra ciclos.
Aunque también en otras ocasiones el relevo de alguno de sus colaboradores ha sido por renuncias personales o por circunstancias político electorales. Ocurrió previamente a las elecciones del 2015, pero en la actualidad las elecciones del 2018 todavía están un poco lejanas. Aunque también hay muchos aspirantes ya inquietos.
Recientemente la declaración del secretario de Gobierno Raúl Ojeda de que había entregado su renuncia sirvió para una serie de especulaciones. Se supone que todos los funcionarios cercanos al gobernador junto a su designación dan por hecho la posibilidad de que les sea pedida su renuncia en cualquier momento. Por lo menos así ha funcionado el sistema tanto federal como estatal.
Hay condiciones para que en estas fechas en el gobierno estatal se revisen varias designaciones.  Recordemos que Núñez dividió su sexenio en tres etapas de dos años cada uno, pero también en función de determinados objetivos. Estas metas eran básicamente económico-financieras, pero extendidas al campo de la política y la acción social. ¿Se han logrado estos objetivos, han cambiado? Lo que sin duda se ha modificado es la circunstancia interna y externa en la que comenzó el régimen
Aunque también tradicionalmente un gobierno se reparte en dos etapa de tres años cada una. Y a cada etapa correspondería la evaluación del desempeño. Como le decía, aparte de las presiones externas, hay aspirantes ya inquietos o por entrar al gabinete o por avanzar en la carrera para el 2018.
Pero la presión y la necesidad de los relevos es mucho más visible a nivel federal. Las elecciones del pasado 5 de junio y sus resultados aparecen como un plebiscito para el régimen de Peña Nieto. Así lo consideró inclusive, aunque con otras palabras, el ex dirigente del PRI Manlio Fabio Beltrones.
En el caso de la presidencia de la República, existe un desgaste en varias secretarías como la de Educación, en particular para su titular Aurelio Nuño, por los conflictos con la Reforma Educativa, y que amenaza también afectar a Miguel Osorio Chong, secretario de Gobernación.
 
AMLO, CHONG, NUÑO
TRES manifestaciones tuvieron como escenario el domingo la Ciudad de México. Una marcha convocada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), otra de la denominada Acción Global por Ayotzinapa y la encabezada por Andrés Manuel López Obrador y el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Estas movilizaciones coincidieron en algún momento y sin duda van a confluir con otras en la contienda por la Presidencia en el 2018. Al mismo tiempo hubo otras protestas de apoyo al magisterio disidente en por lo menos 10 entidades.
Contra lo que algún sector de la llamada “clase política” especulaba, López Obrador no hizo un llamado a la insurrección. No es su estilo. En este espacio hemos revisado las ocasiones cruciales en las que AMLO ha buscado evitar la confrontación y más bien aprovechar la circunstancia para darle un nuevo impulso a su movimiento. Lo hizo con los éxodos desde Tabasco, lo mismo que con la denominada “Presidencia legítima” en el 2006 y la fundación de Morena como partido en el 2012.
Podría decirse que es una estrategia que aplicó el propio Cuauhtémoc Cárdenas en 1988, cuando ante los signos de una posible insurrección contra el fraude electoral y los reclamos para “tomar el Palacio Nacional”, el líder del Frente Democrático Nacional prefirió impulsar la fundación del Partido de la Revolución Democrática. 
En esta ocasión, el domingo reciente, López Obrador hizo un llamado a Enrique Peña Nieto para que integre un gobierno de transición que entregue el poder en “un ambiente de paz” en 2018. 
Dijo AMLO: “Todavía podemos buscar una transición ordenada y pacífica para que, en el 2018, ya pronto, falta poco, el pueblo, de manera libre y democrática, elija no sólo su próximo gobierno, sino la política que más convenga hacia el porvenir”.
Habló el tabasqueño de la necesidad de inaugurar “una etapa nueva en el actual gobierno, con un gabinete distinto, con cambios auténticos de actitud, bajo la premisa del diálogo y la reconciliación, con respeto absoluto a las garantías individuales y a los derechos sociales y ciudadanos”.
Coincidió con quienes advierten que el país ha entrado en un proceso preocupante y riesgoso de descomposición política, económica y social que puede generar violencia.
Se dirá que López Obrador quiere “llevar agua a su molino”. Porque ante miles de manifestantes exigió entre otras cosas la destitución inmediata del secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, a quien responsabilizó de lanzar a la Policía Federal en contra de los manifestantes en Nochixtlán, Oaxaca. También la libertad inmediata a los maestros injustamente encarcelados y la apertura de un diálogo en torno a una “verdadera reforma educativa”.
AL MARGEN
MÁS ALLÁ más allá de las simpatías o de las fobias, existe una percepción extendida que ante las circunstancias del país se requieren liderazgos que conduzcan a una salida institucional a la crisis (vía elecciones y acuerdos políticos), para evitar la ingobernabilidad. Hay quienes ven en AMLO esa posibilidad, otros como Jorge Castañeda y los refractarios al tabasqueño impulsan una candidatura sin partido (que sea o que parezca).  ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 
 

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