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Home Escala Crítica PRI, OCHO DIRIGENTES EN SEIS AÑOS; MORENA, ANIVERSARIO Y OPTIMISMO

PRI, OCHO DIRIGENTES EN SEIS AÑOS; MORENA, ANIVERSARIO Y OPTIMISMO

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 Escala Crítica/Columna diaria

*El dilema del tricolor entre un líder y un administrador
*Historia de sobresaltos: Moreira, Coldwell, Beltrones, Peña
*López Obrador: movimiento antes que partido, avance rápido
 
Víctor M. Sámano Labastida
POCO antes de las cruciales elecciones para gobernador en el Estado de México, en marzo del 2011 Humberto Moreira Valdés, ex mandatario de Coahuila, asumió la dirigencia nacional del PRI. Tendría el encargo de conducir la selección del candidato de la entidad que dejaría Enrique Peña Nieto y también encabezar el proceso en el que el mexiquense sería ratificado como abanderado del tricolor a la Presidencia…posición a la que aspiraba también Manlio Fabio Beltrones.  
En medio de varios escándalos, Moreira tuvo que renunciar en diciembre del 2011 poco antes de que se oficializara la candidatura de Peña Nieto. Todavía aparece en los medios información sobre su presunto vínculo con los más malosos. Durante un breve tiempo de aquel año –sólo seis días- María Cristina Díaz Salazar despachó en las oficinas que el 8 de diciembre ocuparía Pedro Joaquín Coldwell; el quintanarroense operaría la designación de Peña y la conducción de la campaña. Estuvo en el cargo aproximadamente doce meses. Nuevamente Díaz Salazar se quedó a cuidar la silla unos 10 días, para luego dar paso al mexiquense César Camacho Quiroz.
LOS CHICOS DE ATLACOMULCO
La turbulenta vida en la dirigencia del PRI durante esta etapa tuvo un poco de sosiego, ya que Camacho Quiroz se mantuvo al frente de ese instituto de diciembre del 2012 a agosto del 2015. Se anunció entonces la llegada del sonorense Manlio Fabio Beltrones, de quien se dijo estaría en el cargo por lo menos hasta el arranque de la designación del abanderado del tricolor a la Presidencia para los comicios del 2018. Se le presentaba como la mejor carta del PRI en medio de los “golden boys”.  Este personaje aparecía como favorito entre sus correligionarios, aunque su nombramiento no estuvo exento de señales: en el equipo de Peña Nieto acabó la luna de miel. Beltrones tuvo que dejar en el camino al favorito de Los Pinos, pero Aurelio Nuño fue recompensado con la Secretaría de Educación, desde donde se supone tendría una exposición mediática y una estructura política para proyectarse. Las circunstancias no fueron favorables ni para Beltrones ni para Nuño. Dos cartas jugadas a quienes se les entregaron bombas de tiempo.
El sonorense duró en el cargo apenas unos ocho meses. Los pésimos resultados para su partido en las elecciones estatales del 2015 marcaron la declinación de su estrella y el final de un mito: su partido sólo ganó cinco de las 12 gubernaturas en juego; el PAN, sólo y con aliados, se llevó las otras siete.
Así las cosas, la mexiquense Carolina Monroy –nació en Atlacomulco- entró al relevo temporal de Beltrones el 21 de junio mientras el equipo de Los Pinos decidía lanzar al ruedo a otro de los suyos: el michoacano Enrique Ochoa Reza, egresado del ITAM, como Luis Videgaray y José Antonio Meade. Otra vez aparece el fantasma que impidió la llegada de Aurelio Nuño: una rebelión en la granja.
El futuro no es optimista para el tricolor. Su antiguo aliado del PVEM se apresta a cobrar más caros sus apoyos, un sector del PRI comienza a inclinarse hacia el PAN como segunda opción, pero otro segmento comienza a considerar en serio sus viejos lazos con aquella corriente que se salió de cauce en 1988 y construyó el FDN para luego asimilarse al PRD y finalmente bifurcarse en una de sus ramas hacia Morena. Menuda tarea para Ochoa Reza y sus promotores.
 
COMO PEJE EN EL AGUA
PARA Andrés Manuel López Obrador un partido político es también un movimiento, o como lo definió hace muchos años en un debate con Amalia García por la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática: un partido en movimiento. Algo parecido quiso hacer del PRI tabasqueño cuando fue su efímero dirigente en 1983 y fue un movimiento (el Frente Democrático Nacional), que lo catapultó en el liderazgo de las izquierdas.
De alguna manera, su argumento para abandonar el PRD fue que ese partido se había estancado, estaba inmovilizado. Aunque antes de dejar su militancia, integró una asociación civil con el nombre de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), oficializada públicamente el 2 de octubre del 2011. Poco antes de las elecciones presidenciales del 2012, cuando ya sus diferencias con la dirigencia solaztequista encabezada por Jesús Ortega y Jesús Zambrano (Los Chuchos) eran evidentes el tabasqueño había comenzado a promover su propia organización.
El 20 de noviembre de 2012, cuando las presiones de inconformidad por los resultados electorales iban en aumento, fue confirmada la decisión de hacer de Morena un nuevo partido. Realizó su primer Congreso Nacional, con delegados de las 32 entidades del país.
El pasado fin de semana, la dirigencia de Morena celebró el segundo aniversario de su reconocimiento como partido político. El registro por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) fue anunciado el 9 de julio del 2014, aunque sujeto al resultado de las elecciones siguientes. Así, en su primera participación electoral nacional obtuvo 3 millones 346 mil 349 votos (8.39%) y refrendó su presencia oficial como nuevo partido político. Es la suma de los votos para sus candidatos a diputados federales en el 2015.
Por el contrario, los votos de los tres partidos con mayor presencia nacional –PRI, PAN y PRD- tuvieron una caída.
En los más recientes comicios de junio del 2016, aunque fueron sólo trece votaciones a nivel estatal con doce gubernaturas en juego, además de la asamblea constituyente de la Ciudad de México, el partido lopezobradorista realizó un balance positivo: aunque no ganó ninguno de los gobiernos estatales, logró mayoría en la capital del país y de acuerdo a sus cálculos del propio AMLO tuvo Morena un crecimiento de 700 mil votos del 2015 al 2016, que resulta de la diferencia entre los 2 millones 500 mil sufragios obtenidos en los 14 estados donde hubo elecciones y lo que cosechó en esas mismas entidades un año antes.
Dijo López Obrador: “No es asunto fácil porque Morena es el único partido que no compra votos. Además nos enfrentamos a fieras, a lobos, también a coyotes, mapaches y ratas. Los que trafican con la pobreza de la gente. Compraron votos por igual el PRI y el PAN”. Ese partido se ubicó como la tercera fuerza política en Oaxaca, Veracruz y Zacatecas; en tanto que en la Ciudad de México ya es la primera formación partidista con mayor porcentaje de votos. 
Cuando Morena se integró públicamente como asociación civil, los promotores aseguraron tener inscritos cuatro millones de afiliados, aunque esta lista se depuró para cumplir los requisitos del INE.
Se puede afirmar que es el partido con el más rápido crecimiento en las urnas. El PRD en su primera participación en 1991 logró el 7.9% de la votación nacional; Morena registró 8.3% en 2015. ( Esta dirección electrónica esta protegida contra spam bots. Necesita activar JavaScript para visualizarla )
 
 
 
 
 
 

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